Un interno del CIE de Valencia denuncia que cuatro policías le dieron una paliza al pedir asistencia

Un interno del CIE de Valencia denuncia que cuatro policías le dieron una paliza al pedir asistencia
Un interno del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Zapadores, en València, ha denunciado en el juzgado que cuatro policías le dieron una paliza tras pedir asistencia sanitaria porque sentía un fuerte dolor en una de sus muelas

Así se desprende de la denuncia, facilitada por CIEs NO, presentada en el juzgado de guardia de València. El incidente tuvo lugar en la noche del miércoles o jueves de la pasada semana –el joven no recuerda la fecha con precisión–, después de que el interno pulsara el timbre de la celda para avisar a la policía mientras gritaba de dolor y reclamaba atención sanitaria para su muela.

Pasados unos minutos, el interno explicó que cuatro policías entraron con “actitud violenta” y uno de ellos le dio un empujón que lo tiró al suelo.

En ese momento, prosigue: “Los agentes comenzaron a golpearme, dándome patadas en el cuerpo”. El interno trató de protegerse, pero afirmó que un agente le dio una fuerte patada en la cabeza que le alcanzó el ojo.

El informe médico de la exploración que le realizaron un día después constató “múltiples excoriaciones superficiales longitudinales en tórax y miembro superior izquierdo” y “hematoma peritobitario izquierdo”.

Tras la agresión, que según afirma fue presenciada por los compañeros de celda, los policías le “agarraron fuertemente y, con las manos inmovilizadas detrás de la espalda”, le sacaron de la celda.

Según indicaba en la denuncia, no le llevaron al médico del CIE, sino que a “empujones” lo bajaron al piso inferior y le encerraron durante una hora en una habitación. Durante ese tiempo –siempre según su versión– sufrió fuertes dolores por los golpes que había recibido. Se negaron a darle agua y vio, a través de la ventana del cuarto, “cómo los policías se reían”.

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Esta situación le provocó un fuerte estrés, ansiedad y frustración, por lo que alcanzó tal grado de desesperación que se produje una serie de cortes en el cuerpo con un metal que pudo extraer de la persiana.

Al día siguiente lo llevaron a un centro médico y le recetaron distintos medicamentos que debía tomar cada ocho horas, pero hasta el día 25 no le dieron ninguno, afirmaba en la denuncia.

Grabaciones e identificación

La víctima solicita al juez que se aporten las grabaciones de las cámaras del CIE, la identificación de los agentes de servicio que pudieron haber participado en los hechos, la toma de testimonio a los testigos y que le explore el médico forense.

Además, argumenta que al estar privado de libertad bajo la custodia del Estado, éste es responsable indirecto de la agresión y no puede autorizar su expulsión porque se estaría protegiendo a sí mismo. Por tanto, reclama que se suspenda su expulsión, “debiendo prevalecer mi condición de víctima hasta tanto se esclarezcan los hechos”, expone.

Investigar lo ocurrido

La Campaña por el Cierre de los CIE y el fin de las deportaciones también exige que se paralice su expulsión mientras se investiga lo ocurrido, se determinan las responsabilidades directas e indirectas y se castiga a los culpables.

“Exigimos que no vuelva a suceder lo mismo que en anteriores casos de presuntas agresiones policiales en el CIE: quedan en la impunidad porque se actúa con diligencia para expulsar a la víctima, pero no se tiene la misma premura en investigar la denuncia y acaba siendo archivada por ausencia del interesado”, expone.