El Papa pide una transición justa para los trabajadores más afectados por el cambio climático
El Papa pide una transición justa “especialmente para los trabajadores más afectados por el impacto del cambio climático”, en su llamamiento por el Cuidado de la Creación.
En su mensaje Escucha la voz de la creación, con motivo de la celebración, el próximo 1 de septiembre, de la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, el papa Francisco ha llamado a la “conversión ecológica”, para detener el expolio a la madre tierra. “A merced de nuestros excesos consumistas, ella gime y nos suplica que detengamos nuestros abusos y su destrucción”, ha dicho el Papa.
Una vez más ha dirigido una petición, “en nombre de Dios”, a las grandes corporaciones extractivas, forestales, inmobiliarias y agronegocios para que “dejen de destruir los bosques, humedales y montañas, dejen de contaminar los ríos y los mares, dejen de intoxicar los pueblos y los alimentos”.
Bergoglio explica que si escuchamos la voz de la creación podemos llegar a notar “una especie de disonancia”. “Por un lado, es un dulce canto que alaba a nuestro amado Creador; por otro, es un amargo grito que se queja de nuestro maltrato humano”, explica y apunta que son “nuestros excesos consumistas” los que provocan los gemidos de la madre tierra, pero también de “innumerables especies”, y los gritos de “los más pobres entre nosotros”.
Así, detalla que “los pobres son los que más sufren el impacto de las sequías, las inundaciones, los huracanes y las olas de calor, que siguen siendo cada vez más intensos y frecuentes”, junto con “los pueblos nativos”. También denuncia que “debido a los intereses económicos depredadores, sus territorios ancestrales están siendo invadidos y devastados por todas partes, lanzando un clamor que grita al cielo”.
Entre quienes reclaman mayor compromiso en la defensa de los ecosistemas, también cita a “nuestros hijos”. “Amenazados por un egoísmo miope, los adolescentes exigen con ansiedad que los adultos hagamos todo lo posible para evitar o al menos limitar el colapso de los ecosistemas de nuestro planeta”.
De ahí que, de nuevo, insista en que “debemos arrepentirnos y cambiar los estilos de vida y los sistemas perjudiciales”. “El estado de degradación de nuestra casa común merece la misma atención que otros retos globales como las graves crisis sanitarias y los conflictos bélicos”, matiza.
No dejar de lado las exigencias de justicia
Pero también ha enfatizado en la necesidad de que la transición que supone esta conversión no deje de lado “las exigencias de la justicia, especialmente para los trabajadores más afectados por el impacto del cambio climático”.
Si apela a las personas de fe para que individual y comunitariamente cultiven la conversión ecológica, no es menos firme con los gobernantes del mundo, a los que ha pedido una “aplicación efectiva” del Acuerdo de París, especialmente en la próxima cumbre COP27 sobre el clima, que se celebrará en Egipto en noviembre de 2022, y que se afanen en llegar a “un nuevo acuerdo multilateral” en la cumbre COP15 sobre la biodiversidad, que se celebrará en diciembre en Canadá.
Sobre la prima cita, ha declarado que “alcanzar el objetivo de París de limitar el aumento de la temperatura a 1,5 °C es todo un reto y requiere la cooperación responsable de todas las naciones para presentar planes climáticos o contribuciones determinadas a nivel nacional, más ambiciosas, para reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero a cero con la mayor urgencia posible”.
El papa Francisco continúa su apuesta por “convertir los modelos de consumo y producción, así como los estilos de vida, en una dirección más respetuosa con la creación y con el desarrollo humano integral de todos los pueblos presentes y futuros; un desarrollo fundamentado en la responsabilidad, en la prudencia/precaución, en la solidaridad y la preocupación por los pobres y las generaciones futuras”.
Redactor jefe de Noticias Obreras