Trabajadores y empresarios cristianos tienden puentes

Trabajadores y empresarios cristianos tienden puentes
Ambas entidades de la Iglesia española recuperan un diálogo para tender puentes y “avanzar en unas relaciones laborales que estén en consonancia con los valores de la Doctrina Social de la Iglesia”, según expresa Maru Megina, presidenta de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC)

El pasado jueves, tuvo lugar un primer contacto formal entre la Asociación Social Empresarial (ASE) y la HOAC, entidades de la Iglesia española, con el objetivo de dialogar sobre la realidad de sus respectivas organizaciones, compartir los retos más inmediatos y avanzar en la aplicación práctica de los principios y orientaciones del magisterio social de la Iglesia.

“Desde las diferencias de enfoque existente entre ambas, nos planteamos tender puentes para avanzar en unas relaciones laborales que estén en consonancia con los valores de la DSI”, señala Megina.

HOAC y ASE coinciden en la importancia de la formación de sus militantes y socios, respectivamente, en la Doctrina Social de la Iglesia (DSI), aplicar sus principios y orientaciones en el mundo del trabajo; situar la persona en el centro de las decisiones “rescatando el sentido humano del trabajo”; en el desarrollo de relaciones laborales dignas, de trabajo decente; o el valor la responsabilidad de las empresas en el avance de una sociedad más justa. Temas que fueron tratados en la reunión, a la que asistieron Maru Megina y Paco Álamos, presidenta y responsable de Compromiso de la HOAC, respectivamente, y Javier Fernández-Cid, presidente de ASE, y Carlos Jiménez, su vicepresidente.

Aunque Megina y Fernández-Cid coinciden en el patronato de la Fundación FOESSA, la formalización de este encuentro entre trabajadores y empresarios en el seno de la Iglesia es novedosa.

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“Es una buena oportunidad, desde nuestras respectivas tareas, para buscar vías de debate que pongan a la persona en el centro y caminen hacia el bien común; que nos ayuden a concretar cómo podemos vivir y actuar para transformar esa situación que tanto daña a las personas y a la sociedad. Como creyentes tenemos la obligación de aportar, junto a la denuncia, las propuestas necesarias para avanzar en construir unas relaciones más humanas que ayuden a la necesaria amistad social, como dice el papa Francisco”, subraya Megina.

En este sentido, ambas organizaciones valoran la necesidad de seguir manteniendo estos encuentros que permitan “estrechar lazos” y profundizar en temas que les preocupan.