Iglesia y CCOO coinciden en la necesidad de recuperar la militancia y ofrecer horizontes de esperanza
La presentación de Ahora más que nunca. El compromiso cristiano en el mundo del trabajo, fue un buen argumento para reconocer puntos de encuentro entre la Iglesia y los sindicatos y explorar posibilidades de colaboración.
El acto reunió a Luis Argüello, secretario General de la CEE; a Unai Sordo, secretario general de CCOO, y a Maru Megina, presidenta de la HOAC, para dialogar sobre militancia y compromiso, Iglesia y mundo del trabajo y retos futuros.
La obra, editada por Teresa García y Abraham Canales y publicada con motivo del 75 aniversario de este movimiento de trabajadoras y trabajadores cristianos, recoge testimonios y experiencias de vida de “personas a contracorriente con valores claros, acentuados, como la generosidad y la solidaridad”, caracterizadas por su “coherencia”, su “compromiso”, su “formación” y su “espiritualidad”, en palabras de la presidenta de esta organización de Acción Católica para la Pastoral del Trabajo.
Recuperar la militancia
El secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, quien no puedo estar presente físicamente y tuvo que intervenir a través de internet, felicitó a la HOAC por su aniversario, para luego subrayar la importancia de “recuperar la militancia”, lo que implica que “importa más la persona que las acciones, ir a las causas más que a las consecuencias, lo importante que lo urgente”.
También apeló a la necesidad de cultivar la espiritualidad, con el fin de integrar “el compromiso, como respuesta a las necesidades que nos muestran las personas del mundo del trabajo, dentro del plan revolucionario del Reino de Dios”, lo que para el mundo del trabajo, “en este tiempo tan sorprendente de cambio de época”, implica “una nueva una comprensión de la empresa, una forma nueva de comprender las relaciones económicas, las formas de producir y redistribuir la riqueza”.
Unai Sordo, que reconoció la historia compartida entre la HOAC y su sindicato, coincidió en la necesidad de “recuperar la militancia, tras el espejismo de la tecnocracia participativa”, más si cabe ante “la irrupción de movimientos e ideas, que creíamos superadas, de carácter reaccionario, que tienen que ver con la “desvertebración de la sociedad” y el domino del “individualismo, la individualización y la desagregación”.
También identificó “espacios naturales de confluencia, cooperación y presencia genuina”, como son el centro de trabajo y los movimientos sociales. Además, quiso valorar la necesidad de dialogar y encontrarse con otras realidades que ofrecen una cosmovisión más integral, “en un momento histórico, de cosmovisiones fragmentadas”, que ocultan que “lo que me pasa a mí le afecta al de al lado y lo que le pasa al de al lado me afecta a mí, en el que el nosotros cada vez se reduce más”.
En la búsqueda y reconstrucción de la “ligazón del interés común, más allá del interés material demostrable”, advirtió la necesidad de un horizonte trascendente, de un proyecto sociopolítico.
Cultivar el encuentro y el diálogo
Argüello, por su parte, recordó que la catolicidad en la Iglesia implica universalidad e integralidad, por lo que invitó, retomando las propuestas del Papa, a cooperar para impulsar “la ecología integral y la fraternidad universal, para lo que hay que cultivar la amistad cívica en las fábricas, lugares del trabajo, sindicatos, asociaciones…”
Megina, por su parte, animó tanto a la Iglesia como al sindicato a profundizar en el encuentro y el diálogo, como primer paso para cambiar la realidad, unidos en la defensa de la sagrada dignidad de la persona en el trabajo.
Para la HOAC, la tarea a realizar junto con otras personas y organizaciones, pasa por “cuidar el mundo del trabajo y ayudar a que se entienda el trabajo desde la sagrada dignidad de la persona e impulsar la cultura de la solidaridad”, para lo cual sigue siendo necesario la presencia de la Iglesia en medio de la vida obrera y de hombres y mujeres que entregan su vida para crear otro mundo, que saben que su entrega es necesaria, aunque no vean el fruto, y desvivirse para que otros puedan vivir”.
Redactor jefe de Noticias Obreras