Las movilizaciones de la primavera escolar en Cataluña
La educación catalana ha vivido semanas de movilizaciones con múltiples huelgas, laborales y estudiantiles, tras dos años de pandemia y otros diez de recortes públicos.
En estos dos últimos años hemos tenido que adaptar de un día para otro a cambiar toda la metodología para poder hacer frente a la pandemia, poder seguir acompañando con calidad al alumnado y sus familias, muchas de ellas, principalmente en la pública, en situaciones muy precarias y especialmente delicadas durante el confinamiento.
Todo esto, con recursos claramente insuficientes y con modificaciones de normativa y de protocolos constantes. Esta realidad ha acentuado unas carencias que ya venían de antes: financiación mínima de la educación (alrededor del 3%); plantillas inestables y niveles de temporalidad altísimos; ratios totalmente contradictorias con la posibilidad de atender y acompañar a criaturas, adolescentes y jóvenes con la calidad y dignidad que se merecen.
Cuesta mucho tener equipos docentes estables para desarrollar proyectos educativos concretos y ajustados a cada centro, porque cada año hay rotación de personas interinas y sustitutas, sin mencionar las plazas que quedan sin cubrir cuando se da una jubilación o baja en según qué especialidades particularmente en la FP.
Todo ello en una sociedad cada vez más precarizada, por lo que las familias cada vez tienen necesidades a las que debemos dar respuesta con más urgencia, y la situación emocional de los niños y jóvenes requiere de recursos específicos que por ahora no tenemos en las escuelas (o al menos en suficiente cantidad).
Mientras, el Departamento de Educación ha puesto todo el foco y la presión sobre los y las docentes, tomando decisiones unilateralmente, sin diálogo: el ejemplo más claro son las reuniones que durante el actual curso el consejero Cambray ha mantenido con las direcciones, puesto que han sido telemáticas y sin opción a preguntar. Es de un menosprecio totalmente indignante.
En medio de este contexto, el consejero ha ido introduciendo un goteo de «propuestas bomba», de las que la comunidad educativa tenía noticia a través de los medios de comunicación: cambios sustanciales en el currículo, en la evaluación, en los itinerarios de bachillerato, aún por definir, y en el calendario. Pero sin revertir los 10 años de recortes ni ningún tipo negociación.
Amplia movilización
En la organización de las huelgas se han implicado todos los sectores escolares, incluidos las direcciones de las escuelas públicas, y las trabajadoras y los trabajadores de la concertada, y las asambleas SOS Ensenyament Públic, además de las familias y el alumnado, con sus particularidades según cada localidad. Con el apoyo de sus organizaciones (Assemblea Groga, aFFaC, sindicatos de estudiantes, sindicatos de docentes, plataformas para la Fijeza ya!… ). Los delegados y delegadas sindicales han ido a los centros educativos a explicar las razones de las huelgas y resolver dudas, y también nos convocaron a asambleas unitarias de todos los sindicatos de educación para organizarlas de forma conjunta.
Los colectivos han pactado las siguientes reivindicaciones: inversión de al menos el 6% del PIB en educación tal como indica la LEC (Ley de Educación de Cataluña); bajada de las ratios en todos los niveles; aumento de la plantilla para la atención personalizada del alumnado (docentes, personal de apoyo, de mediodía…); recuperación de las condiciones laborales recortadas, como la vuelta al horario lectivo anterior; oferta pública de plazas de FP suficiente y proporcionada y equiparación de todo el profesorado de FP; más recursos para la educación inclusiva (en el aula, salidas, comedor…), enfermera escolar, aula de acogida, etc; retirada del nuevo currículo; calendario escolar consensuado con la comunidad educativa; estabilización real del personal interino y pacto de estabilidad; recuperación del poder adquisitivo del personal de centros educativos; y defensa de la inmersión lingüística y los proyectos lingüísticos de centro y planificación, recursos y herramientas para su defensa por parte del Departamento de Educación.
El seguimiento de la protesta ha sido muy alto tanto en docentes como en estudiantes, a pesar del esfuerzo que comportan tantas jornadas de convocatoria. Las familias han tenido la misma dificultad para apoyarla: organizarse para cubrir tantos días sin ir a la escuela es muy complejo y depende mucho de la red de cuidados que se tenga.
El calendario
Los medios masivos de comunicación, muy duros con los y las docentes, han caído en la estrategia del consejero, con formación en marketing, al centrarse en el inicio de las clases lectivas al 5 de septiembre, como si las movilizaciones se pudieran reducir a las vacaciones.
Cada curso empezamos a trabajar el 1 de septiembre, no se nos están quitando vacaciones, se nos está dejando sin tiempo de calidad para preparar el curso. Entonces se argumenta que deberíamos trabajar esto en julio, cuando la realidad es que si no lo hacemos es porque, debido a la temporalidad de las plantillas, un gran número de profesionales o bien terminan contrato el 30 de junio (si lo tienen de sustitución) o bien no saben hasta finales de agosto en qué centro trabajarán el próximo curso.
Hay que añadir que es un mes que las y los docentes aprovechamos para formarnos. Estos detalles se desconocen por parte de la mayoría de la opinión pública, y por otro lado las largas vacaciones de verano no son bien vistas por muchos, así que la estrategia comunicativa estaba muy bien pensada para poner el foco aquí y presentar el cuerpo de maestros como unos privilegiados a quienes les molesta tener menos vacaciones. Es cierto que los sindicatos convocaron las huelgas cuando se hizo el anuncio de los cambios en el calendario, lo que reforzó ese relato.
Desigualdad y exclusión
El nuevo currículo no asegura suficientemente la inclusión ni la igualdad de condiciones en la ESO y comporta la desaparición de muchas horas de especialidad tanto en primaria y ESO como en bachillerato. Deja muchas horas de gestión autónoma en los centros sin orientaciones ni recursos. Este cambio se ha producido a toda prisa, sin tiempo de debate ni de trabajo compartido entre profesionales.
En estos momentos el documento del que disponemos en escuelas e institutos es todavía un borrador. En el segundo día de movilizaciones, Cambray anunció que sólo aquellos centros que lo pidieran empezarían a impartir el nuevo currículo el próximo curso. El resto lo hará el curso 23-24.
La inmersión lingüística
Otra cuestión controvertida ha sido la de la inmersión lingüística. En 1983, la ley fue aprobada unánimemente en el Parlamento de Cataluña, pero en 2022 los tribunales han tomado parte en el asunto de la lengua vehicular de aprendizaje. Entonces, eran sobre todo las familias recién llegadas las que veían el modelo de inmersión como herramienta de igualdad de oportunidades para sus hijos e hijas, llegando a presionar para evitar la segregación del sistema educativo en función del idioma de origen.
Sin embargo, actualmente, algunos partidos, con el beneplácito de buena parte del aparato judicial, utilizan este asunto como como herramienta de división y obtención de votos, rompiendo el consenso histórico que tan buenos frutos había dado. Lo único que están consiguiendo es resquebrajar la convivencia en las escuelas y añadiendo más dificultades. La solución propuesta desde Departamento es que el profesorado tenga que acreditar el nivel C2 de catalán. Otro ejemplo de menosprecio y abandono al sector.
El malestar de la comunidad educativa y las condiciones en que venimos trabajando desde hace una década han salido a la luz. También nos han reforzado a nivel interno como un colectivo, hemos visto la potencia de la movilización sostenida en el tiempo. Más en concreto, se ha forzado al Departamento a aplazar la aplicación obligatoria del nuevo currículo y a cerrar plantillas en junio.
Una última reflexión sobre la dignidad y el cuidado
Como docente siempre me han importado los cambios que se proponen desde el Departamento, porque tienen un impacto –ya sea negativo o positivo– en la calidad del aprendizaje y del acompañamiento al alumnado, y en nuestras condiciones laborales como colectivo de trabajadores y trabajadoras.
La Comisión de Educación de la JOC fue una primera experiencia de reflexión jocista y de acción colectiva con militantes del mismo ámbito laboral y un primer contacto con el mundo sindical educativo.
Además del valor de la lucha colectiva y transformadora, destaco el de la dignidad de la labor docente y del alumnado y sus familias, y el del cuidado como dimensión primordial de la justicia educativa. Como contravalor veo el abuso de poder del consejero y su departamento.
Para mí, la vivencia de las movilizaciones ha sido un proceso. Pasé de recibir la noticia de la convocatoria con ciertas reticencias («Tantos días no la hará nadie, la gente pensará que sólo nos importan las vacaciones», etc.) a ir viendo cómo los compañeros y compañeras se mostraban receptivos, se organizaban para repartirse los días, quedábamos para ir juntos a la manifestación, compartíamos informaciones… ¡todo un proceso de transformación!
Ha habido mucho espíritu unitario, como hacía mucho tiempo que no ocurría, tanto entre los sindicatos como entre el colectivo docente y el colectivo familias. En mi instituto, por ejemplo, quedaban lejos las asambleas para compartir inquietudes y organizarnos para a una huelga. Pienso que el hecho de que fuera una convocatoria de tantos días ha hecho que surgiera la necesidad de darle respuesta colectivamente, individualmente era imposible.
A nivel familiar nos repartimos los días también, ya que yo ya había hecho huelga el 8M, así que si los dos hacíamos los 5 días, nos suponía mucho coste económico. Ha sido un proceso también bonito de vivir con nuestra hija, de 4 años, que ha podido descubrir qué es una huelga y participar con su padre de su primera manifestación. ¡Esperamos que vengan muchas más!
Sobre la continuidad de las movilizaciones del mundo escolar y docente, está existiendo un debate unitario en el que todo apunta a que habrá movilizaciones en mayo. Asimismo, se están celebrando encuentros de la «Asamblea Groga» en diferentes barrios y localidades… ¡Y ya han comenzado los juicios que responden a cientos de interposiciones a favor de la Fijeza Ya!
Militante de la HOAC