Iglesia por el Trabajo Decente de Mondoñedo-Ferrol señala que la precariedad aboca a los trabajadores a la exclusión

Iglesia por el Trabajo Decente de Mondoñedo-Ferrol señala que la precariedad aboca a los trabajadores a la exclusión
Monumento al 10 de marzo, en Ferrol, en recuerdo de las luchas por la dignidad del trabajo, por las mejoras de condiciones de vida, y los anhelos de libertad y democracia
La iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) de la diócesis de Mondoñedo-Ferrol manifiesta que “la precariedad en el mundo laboral convierte las relaciones laborales en un círculo vicioso, donde la persona va poco a poco cayendo en el pozo de la exclusión social a pesar de poner los medios necesarios para evitarlo”

Con motivo del Día da clase obreira galega que se celebra coincidiendo con el 50º aniversario de los sucesos del 10 de marzo de 1972, la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente de la diócesis de Mondoñedo-Ferrol, promovida por el movimiento de trabajadoras y trabajadores cristianos de la HOAC, Manos Unidas y Cáritas, recuerda que “estamos lejos de alcanzar la decencia plena en las relaciones laborales, donde siguen primando los intereses materiales y económicos sobre la persona, que debería ponerse siempre en el centro de las decisiones que afectan al trabajo”. Además, esta conmemoración “nos brinda una oportunidad para la concordia y unión por la lucha de una sociedad donde el derecho a la libertad de expresión y el diálogo tienen que cimentar nuestras relaciones en el mundo del trabajo”, apuntan.

ITD recuerda que el trabajo decente es un derecho de las personas, necesario para su realización personal y para la cobertura de sus necesidades, básicas y superiores. Como iniciativa de la Iglesia, reivindica la dignidad en el trabajo “como un aspecto básico para que la persona se sienta realizada y plena en la tarea de formar parte de una sociedad que quiere construir comunidades de semejantes”. En palabras del papa Francisco, “el gran objetivo debería ser siempre permitir a las personas una vida digna a través del trabajo” (…) “en una sociedad realmente  desarrollada, el trabajo es una dimensión irrenunciable de la vida social, ya que no solo es un modo de ganarse el pan, sino también un  cauce para el crecimiento personal, para establecer relaciones sanas, para expresarse a uno mismo, para compartir dones, para sentirse corresponsable en el perfeccionamiento del mundo y, en definitiva, para vivir como pueblo”. (Fratelli tutti, 162)

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La iniciativa señala que “la precariedad en el mundo laboral convierte las relaciones laborales en un círculo vicioso, donde la persona va poco a poco cayendo en el pozo de la exclusión social a pesar de poner los medios necesarios para evitarlo”. En este sentido, el último informe de la Fundación FOESSA indica un empeoramiento de las condiciones de trabajo y el aumento de trabajadores pobres “y menos realizados personal y socialmente” que “no solo es un salario insuficiente, sino muchas veces trabajar una jornada de 3 horas cuando podrían y desearían trabajar una jornada completa, o la temporalidad y estacionalidad de los contratos”.

Espacios de esperanza y promoción de la justicia social

Las entidades que promueven ITD en la diócesis se comprometen “a crear espacios de esperanza, de promoción de la justicia social y de la igualdad de género. Queremos poner voz a todas aquellas personas –hombres y mujeres– que día a día mantienen el reto de construir un mundo mejor donde el respeto a los derechos sea nuestro abecedario, así como crear vínculos de confraternidad e ilusión”.

Finalmente, recordando “la triste realidad que vive el pueblo ucraniano, donde a través de la máquina destructora de la guerra, las personas son objeto de intercambio del deseo aniquilador. Al atacar los cimientos que sustentan la paz en Ucrania, se están estropeando los proyectos personales de vida de su población, entre los que se encuentra el trabajo como herramienta de equilibrio y bienestar de las personas”, concluyen.