Jóvenes cristianos reclaman mejoras en las condiciones de trabajo de las personas investigadoras
La Juventud Estudiante Católica (JEC) y la Juventud Obrera Cristiana (JOC) reclaman la mejora de las condiciones de trabajo de las personas investigadoras para acabar con la eterna precariedad y la concatenación de proyectos.
La universidad y los sindicatos han polemizado sobre impacto que la nueva reforma laboral puede tener en las condiciones de trabajo de las personas jóvenes investigadoras. La Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) advirtió de los “impactos negativos que la reforma laboral podría ocasionar en el ámbito de la investigación”, a lo que CCOO respondió que se trata de una oportunidad “para acabar con una situación que afecta negativamente tanto a las carreras profesionales como al ámbito de la investigación española”.
Para Clara Fernández-Merino, presidenta de la JEC, lo que está claro es que “los contratos no son dignos y que muchas personas jóvenes ‘tragan’ con condiciones que no son tolerables”.
También el secretario general de la JOC, Alex Gea, coincide en señalar que “las jóvenes investigadoras, la mayoría son mujeres, sufren una precariedad insostenible, encadenan proyectos de forma permanente. Hay gente que lleva hasta siete años en estas condiciones”.
En opinión de Gea, “no es una solución dejarlo como está, no sabemos si la reforma laboral ayudará o no, o si serán válidos los contratos que se proponen, pero al menos se abre una oportunidad para que las universidades busquen la manera de estabilizar los contratos y mejorar las condiciones de trabajo”. Eso sí, admite que “es un asunto complejo, depende mucho de la financiación que haya en cada momento para los proyectos”.
Fernández-Merino explica que las personas de la JEC que ya han acabado sus estudios universitarios, pero aún no forman parte de un movimiento adulto llevan ya tiempo reflexionando sobre el “Y ahora, ¿qué? Desafíos de la juventud tras graduarse”, con el objetivo de ver luz en este asunto que nos preocupa”. Para una persona joven, describe, al acabar sus estudios, “las primeras salidas suelen ser seguir estudiando, irte al extranjero o conseguir un trabajo precario para subsistir”.
“La realidad laboral de las personas que optan por la investigación es precaria, pero es una inversión a largo plazo”, admite Fernández-Merino quien denuncia que “ningún gobierno se lo toma en serio, pero es una parte muy importante de la riqueza de un país”.
La Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) reconocía que “toda la comunidad universitaria está de acuerdo en dignificar la carrera investigadora, tal y como ya quedó reflejado en la estrategia Universidad 2030 presentada a los Ministerios de Universidades y de Ciencia e Innovación en octubre de 2020”.
El sindicato animaba a la CRUE a plantearse la reforma laboral como “una oportunidad para acabar con la temporalidad y dignificar la carrera investigadora apostando por la contratación indefinida, superando viejos esquemas que han condenado a los investigadores a una precariedad insoportable”.
Redactor jefe de Noticias Obreras