«Queridos poetas sociales»
Así saludaba el papa Francisco a las mujeres y hombres de los movimientos populares hace dos meses. «Poesía quiere decir creatividad y ustedes crean esperanza con sus manos, saben forjar la dignidad de cada uno, la de sus familias, la de la sociedad toda, con tierra, techo y trabajo, cuidado, comunidad. Tienen la capacidad y el coraje de crear esperanza allí donde solo aparece descarte y exclusión».
Estos movimientos populares que surgen en las periferias son como «un verdadero ejército invisible, parte de esa humanidad que lucha por la vida frente a un sistema de muerte». Como el «samaritano colectivo que no pasa de largo cuando ve la herida de la dignidad humana golpeada por el abuso del poder». Hay que seguir atentos, como el buen samaritano, a todos aquellos que están golpeados por el camino pero, «a su vez, buscar que muchos más se sumen a este sentir; los pobres y oprimidos de la tierra se lo merecen, nuestra casa común nos lo reclama».
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Teólogo