El arte de motivar
Motivar es cambiar las prioridades
de una persona (Claxton)
Tenemos que recurrir a la motivación cuando previamente nos hemos cargado la capacidad natural de asombro de los niños. A los niños pequeños no hay que motivarles porque les mueve una necesidad connatural y muy profunda de hacer, de aprender, de moverse y de realizarse.
Por eso, motivar no debería ser tanto una necesidad cuanto un arte. Motivar es el arte, la habilidad de partir de lo que los alumnos quieren y desean aprender, para llevarles a aquello que, de entrada, tal vez no están interesados en aprender o no tienen conciencia aún de la necesidad de dichos aprendizaje.
Motivar es mover a alguien hacia algo. La motivación siempre rompe o quiebra una determinada inercia. Para aprender hay que moverse. Y para moverse hay que emocionarse. Motivación, aprendizaje y emoción están estrechamente vinculados.
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Maestro. Formador. Escritor
Autor de “Dos minutos”