Las víctimas de mundo del trabajo deben ser el centro de las prioridades políticas
Gonzalo Ruiz, presidente de la HOAC, denuncia “las malas condiciones laborales de múltiples colectivos” de trabajadores y de trabajadoras, y “la sangrante lacra de la siniestralidad laboral” tantas veces invisibilizadas.
Más de 200 militantes de la HOAC, junto con trabajadores y responsables de organizaciones sociales, sindicales y eclesiales, se han reunido en un acto, presentado por Miguel Cruz, militante de la HOAC de Córdoba, realizado en Zoom y retransmitido por noticiasobreras.es, para culminar cuatro años del proceso de la campaña “Trabajo digno para una sociedad decente” que ha permitido a este movimiento de trabajadores cristianos acompañar, profundizar, denunciar y poner ante la Iglesia y ante Dios, las distintas situaciones de desigualdad y empobrecimiento que sufren las personas trabajadoras y sus familias.
Su campaña está orientada a “vivir la comunión con los empobrecidos del mundo obrero y del trabajo” y mostrar a Jesucristo a través de un modo de vida y de acción concreto. Un proceso que implica además una conversión personal y comunitaria, plena de una espiritualidad en el trabajo para vivirlo como vocación, don, actividad para la realización de todos y del cuidado de la creación, todo ello “desde la profundidad liberadora que encierra este grito de esperanza de trabajo digno para una sociedad decente”
Poner en el centro a las víctimas
La presidente de la HOAC de Andalucía, Maru Megina, en la bienvenida del acto ha empezado reconociendo que la pandemia y sus consecuencias hacen más necesario, todavía, “defender el trabajo digno para poder construir una sociedad decente”.
Ha insistido en llamar la atención sobre “la realidad de los empobrecidos del mundo obrero en estos últimos años”, pero también, como HOAC, la manera de acompañar, de colaborar a cambiar la mentalidad, de impulsar el cambio de las instituciones y de dar visibilidad a experiencias alternativas”. Ha recordado que, como organización de la Acción Católica para la Pastoral Obrera, “queremos también expresar nuestra realidad de Iglesia que se hace presente en el Mundo Obrero en defensa de otra cultura más humana y justa”, además de “ser un poco de luz entre tanta oscuridad y crear esperanza en el mundo obrero empobrecido”.
La celebración, en palabras de Megina, quiere servir para poner “en el centro a las víctimas, celebrar, reflexionar, orar y sentir la compañía de todos y todas. Vivir esa comunión que tan necesaria es para seguir construyendo una sociedad diferente”.
Un trabajo que sea expresión de nuestra dignidad
María José Rodríguez, de la HOAC de Granada, en su presentación del manifiesto, ha explicitado que en estos momentos “el ser humano es reducido a su valor económico, la persona solo vale en tanto que es productora mediante su trabajo y consumidora de los bienes que se generan en los mercados”, por lo que “vivimos en una cultura que descarta a millones de seres humanos”.
“Con la pandemia el miedo, la precariedad, la flexibilidad del trabajo y el paro se ha generalizado, lo que conlleva tener que aceptar trabajos indignos, con salarios indignos para poder malvivir, y no dejar de ser pobres en una gran mayoría de casos y en otros muchos, entrar a formar parte de los excluidos de nuestra sociedad”, ha apuntado, para preguntarse “si estamos hechos para competir, y no para compartir”, “¿dónde queda la solidaridad, la colaboración y las relaciones de comunión cuando hablamos del mundo del trabajo?”
Por eso, la HOAC, considera que “hoy más que nunca debemos empeñarnos en vivir desde el ángulo contrario: el de la colaboración, la ayuda mutua, el amor fraterno…, desde la comunión” y aunque termine la campaña actual, ha dicho, “continuaremos trabajando por un trabajo digno para que sea posible una sociedad decente”, con el convencimiento de que “no estamos solos”: “Somos muchos los que estamos empeñados en que el trabajo digno se haga realidad en nuestro mundo. Un trabajo que responda a nuestra vocación y sea camino de realización personal y social. Un trabajo que sea expresión de nuestra dignidad como hijos e hijas de Dios”.
A continuación, Domingo Ruiz ha resumido la espiritualidad propia de la HOAC, como las motivaciones profundas del ser humano, la fuerza que empuja, anima, sostiene y orienta la vida que nace en Jesús de Nazaret, “el rostro humano de Dios, el Dios humano, es el camino, la verdad y la vida”. El Dios de Jesús, ha añadido, es encuentro; Reino de justicia y fraternidad; y cercanía para curar las heridas y mitigar el dolor. Jesús experimentó, según ha explicado que “aquellas personas ninguneadas eran los vicarios de Dios, su palabra, su presencia más elocuente”.
Para Ruiz, la principal tarea de la HOAC es construir un puente que “comunique y una, lo más posible, dos orillas: Jesucristo y el mundo obrero”, a través de la compasión samaritana, el diálogo y utopía.
En su opinión, hacen falta, para ello, personas “con una fuerte y profunda espiritualidad, que les impulse a: construir la casa común sobre roca; regar el jardín de la vida con el agua del amor; resistir las embestidas de los servidores del sistema; derribar el gran muro del afán por el dinero”.
Trabajo, compasión y ternura. La verdadera revolución
La centralidad del acto, ha sido un vídeo titulado ”Trabajo, compasión y ternura. La verdadera revolución”, un guiño a la teología de la ternura expresada por el papa Francisco, antídoto contra el miedo que pasa por la práctica de sentirse acompañado y acompañar, sentirse amado y ser amados por ser hijos e hijas de Dios.
Está protagonizado por los testimonios de algunos de los trabajadores y trabajadoras que sufren condiciones de trabajo precarias y que reclaman un trabajo digno, entremezclados con imágenes de diversos momentos de actos y convocatorias realizadas durante la campaña.
La editora del vídeo, Pau Salinas, ha comentado que en su elaboración ha acumulado vídeos e imágenes de una actividad intensa, “para contar una historia narrada… que transmitan un proceso, con la idea final de recoger la aportación de personas” y las experiencias de las diócesis. La mejor manera de situarse ante la proyección es “a corazón abierto para dejarnos conmover por el recuerdo”, ha subrayado. ¡Dentro vídeo!
Acompañando y acompañados
Durante el acto han ido interviniendo trabajadores y trabajadoras relatando distintas experiencias. Ana García, de la Asociación Nosotras, de trabajadoras del hogar de Granada ha compartido la experiencia de organización y lucha para lograr el reconocimiento de derechos laborales de una trabajadora despedida. Juan José Blázquez ha contado el conflicto de Cotronic de Málaga, agradeciendo el apoyo y la solidaridad que está realizando la HOAC diocesana acompañando, todos los días, a los trabajadores en la puerta de la empresa. Mariano Pérez de Ayala, de Cáritas Andalucía, que ha presentado y animado a realizar un camino de trabajo común para promover la defensa de un trabajo decente.
Igualmente han acompañado este gesto las organizaciones Asociación pro Derechos humanos de Andalucía (APDHA), CCOO Andalucía y de Málaga, UGT Sevilla y de Córdoba –que han reconocido los lugares comunes que compartimos como organizaciones en defensa del trabajo decente–, la plataforma de colectivos El Higueral de Huelva, de Izquierda Unida de Huelva, el PCE de Huelva, Manos Unidas, la Fundación CEPAIM, Cáritas de Almería, Marcha Obrera de Canarias, el partido Un mundo +Justo de Andalucía.
Por su parte, Manolo Díaz, presidente de la HOAC de Córdoba, ha contado algunas experiencia de Fondo de Solidaridad Diocesanos desde el 2017 hasta ahora han apoyado distintas iniciativas para la creación de empleo en cooperativas, con varios proyectos y en defensa del empleo en diversos proyectos, que permite avanzar además en la comunión de bienes con el mundo obrero y del trabajo. Asimismo, ha intervenido Francisco Güeto, presidente de la HOAC de Cádiz-Ceuta para compartir la situación actual de Airbus en Cádiz con el impacto que va a tener en la zona de incertidumbre y riesgos en el empleo.
Un trabajo digno, para un desarrollo humano integral
Finalmente, para clausurar el encuentro ha intervenido Gonzalo Ruiz, presidente general de la HOAC, que ha destacado la “participación, apoyo y solidaridad” en el desarrollo de la campaña y que ha permitido “celebrar y recoger tanta vida, tanta entrega, compromiso, denuncia y acompañamiento…” que debe de ser “un punto y seguido en la tarea que la HOAC” junto con otras organizaciones eclesiales y sociales.
Ruiz ha denunciado “las malas condiciones laborales de múltiples colectivos” de trabajadores y de trabajadoras y “la sangrante lacra de la siniestralidad laboral”, tantas veces invisibilizada, para subrayar la urgente necesidad de reclamar un “trabajo digno” que permita “crecer en cohesión social y a un desarrollo integral de las personas y sus familias”. De ahí que haya exhortado a continuar con las dinámicas que plantean la campaña, “buscar las grietas que el sistema tiene, para ir alumbrando una vida nueva, en una sociedad decente, respetuosa con la madre tierra”.
En este sentido, ha recordado las palabras del papa Francisco, en un encuentro con el mundo del trabajo en Cagliari, exhortaba “a quienes tenéis trabajo y a quienes no tenéis trabajo, digo: ¡No os dejéis robar la esperanza! ¡No os dejéis robar la esperanza! Tal vez la esperanza es como las brasas bajo las cenizas; ayudémonos con la solidaridad, soplando en las cenizas, para que el fuego salga otra vez. Pero la esperanza nos lleva adelante (…) en este momento, en nuestro sistema económico, en nuestro sistema propuesto globalizado de vida, en el centro hay un ídolo y esto no se puede hacer. Luchemos todos juntos para que en el centro, al menos de nuestra vida, esté el hombre y la mujer, la familia, todos nosotros, para que la esperanza pueda ir adelante… ¡No os dejéis robar la esperanza!”. El acto ha concluido con una oración.
Director de Noticias Obreras.
Autor del libro No os dejéis robar la dignidad. El papa Francisco y el trabajo. (Ediciones HOAC, 2019). Coeditor del libro Ahora más que nunca. El compromiso cristiano en el mundo del trabajo. Prólogo del papa Francisco (Ediciones HOAC, 2022)