Trabajadores cristianos comparten preocupación por la situación sociolaboral en Castilla y León

Trabajadores cristianos comparten preocupación por la situación sociolaboral en Castilla y León
Foto | www.salamanca24horas.com
El encuentro Es posible la esperanza reúne a militantes y simpatizantes de la HOAC de Castilla y León para fortalecer su quehacer y afrontar situaciones de vulnerabilidad en el mundo del trabajo.

El sábado 17 de abril, unas cuarenta personas, militantes y simpatizantes de la HOAC de Castilla y León, se reunieron de forma telemática para compartir su preocupación y reflexionar sobre la situación que viven los trabajadores y trabajadoras de la región.

Según fuentes sindicales, el panorama del mercado laboral en Castilla y León muestra que la creación de empleo en el primer trimestre de 2021 es similar a la registrada al inicio del año 2009, cuando comenzó a mostrar su dureza en España la anterior crisis económica. En este sentido, todo 2020 fue malo para el mercado laboral de la Comunidad. Arrancó con dos meses en los que subió el paro y se perdieron afiliados a la Seguridad Social y acabó con un terrible mes de diciembre en el que la destrucción del empleo fue la más acusada del país. La pandemia y sus consecuencias se cobraron el puesto de trabajo de 16 522 castellanos y leoneses, mientras que las listas del paro se vieron incrementadas con 28 832 personas, golpeadas todas ellas por el coronavirus y arrojadas a un 2021 en el que las perspectivas laborales no son mejores.

Ayudados por Daniel Rodríguez de Cáritas, repasaron las consecuencias que la COVID-19 ha provocado en la realidad del mundo obrero y del trabajo y cómo las reformas laborales están provocando que el empleo no sea garante de la inclusión. Rodríguez amplió esta visión mostrando el impacto en las familias más vulnerables atendidas por los diferentes programas de Cáritas, haciendo un repaso en ámbitos como el empleo, los ingresos, la vivienda, la brecha digital, la salud, la educación y las redes de apoyo.

La luz de la Doctrina Social

Para poner luz a esta situación, desde la Doctrina Social de la Iglesia y el Evangelio, Isaac Núñez, sacerdote y militante de la HOAC, propuso entre otros, unos pensamientos del papa Francisco. En el primero, el papa se pregunta sobre las “realidades destructoras” impuestas por “un sistema que se ha hecho global”. «¿Reconocemos —nos interroga el Pontífice— que este sistema ha impuesto la lógica de las ganancias a cualquier costo sin pensar en la exclusión social o la destrucción de la naturaleza?» Y Francisco nos anima a decir “sin miedo”: «queremos un cambio, un cambio real, un cambio de estructuras. Este sistema ya no se aguanta, no lo aguantan los campesinos, no lo aguantan los trabajadores, no lo aguantan las comunidades, no lo aguantan los Pueblo» (A los movimientos populares en Bolivia, en 2015).

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El segundo texto, esta vez de la última encíclica del papa Francisco, Fratelli tutti, definía la esperanza, tema central de esta jornada: «La esperanza es audaz, sabe mirar más allá de la comodidad personal, de las pequeñas seguridades y compensaciones que estrechan el horizonte, para abrirse a grandes ideales que hacen la vida más bella y digna» (Fratelli tutti, 55).

Retos para construir la esperanza

Como movimiento de Acción Católica para la Pastoral Obrera y del Trabajo, y como organización promotora de la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD), la HOAC de Castilla y León se propone algunos retos para afrontar esta nueva situación.

Así, alza su voz para insistir en la reivindicación por un trabajo digno, un empleo estable y con derechos, que saque a las personas trabajadoras de la pobreza, que haga posible la vida familiar y su tarea educadora, que favorezca la igualdad entre mujeres y hombres, que integre y dignifique a las personas migrantes, que sea sostenible social, laboral, económica, ambiental y ecológicamente. Y, al mismo tiempo, se compromete a acompañar a las personas que están sufriendo todo este tipo de situaciones; a participar, junto con otras organizaciones y movimientos, en el cambio de los ambientes y las instituciones; a favorecer experiencias alternativas que muestren que es posible plantearse un tipo de persona, de relaciones y de sociedad diferentes; y, todo ello, teniendo como referente a Jesucristo y el Reino que predicó.