Los sindicatos reclaman al Gobierno más compromiso con la negociación de una agenda social
Durante la mañana de hoy, medio centenar de concentraciones se han desarrollado en todo el país, bajo el lema #AhoraSíToca: subir el SMI, derogar la reforma laboral y la de pensiones.
En la concentración, frente al Ministerio de Asuntos Económicos, ha contado con la presencia de los líderes sindicales de CCOO y UGT, que han tomado la palabra ante decenas de delegados sindicales asistentes.
El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha empezado su intervención destacando que los sindicatos han arrimado el hombro, y han estado “a la altura de las circunstancias”, ante “una pandemia inédita” y “una crisis económica sin precedentes en tiempos de paz”, para citar luego los siete acuerdos alcanzados con el Gobierno y las organizaciones empresariales.
Prepararse para la recuperación
Sin embargo, se ha mostrado muy firme al asegura que “se tiene que abrir una agenda social, no solo para la emergencia, sino pensando en la recuperación económica que vendrá en la segunda parte de este año”. “Hay que ir pensando en la distribución de ese crecimiento económico y no salir de esta crisis por la puerta de las crisis de 2008 y 2010, con las reforma de 2010 a 2015”, ha añadido. “Hay que cambiar la manilla de esa puerta y la manilla de esa puerta se llama legislación laboral, reforma de pensiones y salario mínimo interprofesional”, ha defendido Sordo, quien ha añadido que quieren “ponerle velocidad de crucero” a estas negociaciones.
Hay que desmontar una reforma laboral pensada para devaluar los salarios y precarizar el empleo y lo queremos hacer recuperando la negociación colectiva y el equilibrio en las negociaciones entre empresas y trabajadores
—Unai Sordo, CCOO
Ha pedido “mensajes inequívocos” sobre el futuro del sistema del pensiones, “más que sostenible hasta mediados de este siglo con transferencias directas de los Presupuestos Generales del Estado, y ha demandado que se garantice “no solo que el sistema sea sostenible sino también suficiente”.
También ha explicado que los sindicatos no se resignan a conseguir la subida de los salarios, particularmente el SMI y ha exigido la ratificación del compromiso de que llegue al 60% de la media salarial al final de esta legislatura.
Definir el país del futuro
Además se ha detenido a explicar que “no se puede decir que en España solo se toca la legislación laboral con acuerdos”, dado que decir algo así es conceder derecho de veto a los empresarios, “el peor camino para llegar a acuerdos”. Por eso, ha recordado que “el Gobierno va a tener que legislar, porque hay una mayoría política, una mayoría social y unos compromisos programáticos”.
Ha concluido su intervención explicitando que no hay ninguna condición impuesta por la UE que impida acometer las reformas y cambios que demandan las organizaciones sindicales. “No está escrito cómo debemos acabar con la dualidad del mercado laboral, ni garantizar el futuro de las pensiones. Lo tenemos que definir como país”.
Medidas insuficientes
Pepe Álvarez, secretario general de UGT, por su parte, ha denunciado que el paquete de medidas acordado dentro del llamado escudo social, “no ha sido ni de lejos suficiente” y ha empezado denunciado la existencia de “centenares de de miles de personas que no tienen para vivir, duermen en la calle o hacen cola para conseguir alimento”.
Aunque ha reconocido que “el Gobierno ha hecho mucho”, también ha denunciado que “no ha sido suficiente”. De hecho, ha insistido en que “sabíamos qué iba a pasar cuando se aprobó el ingreso mínimo vital, ya lo dijimos, no podemos cargarlo de burocracia”, para enumerar a continuación que de las 1.200.000 de solicitudes, apenas se han concedido 400.000.
De las promesas a los hechos
“Los trabajadores de este país estamos hartos de que todo sean promesas que el BOE no acaba de convertir en normas y leyes”, ha declarado, y ha puesto como ejemplo que todavía la ley mordaza no haya sido derogada. “Si no tomamos más medidas, la salida de la crisis no será para todos, sino para unos pocos”, ha advertido.
Sobre las dificultades para cambiar la legislación laboral, ha explicado que “la CEOE, que lo tiene todo, no quiere entrar a negociar”, por lo que se ha preguntado “para qué piden tiempo”, si en el mes de marzo, “ya teníamos avanzadas las negociaciones”. Eso sí, se ha mostrado dispuesto a “empezar por los aspectos más lesivos de la reforma de Mariano Rajoy”, si bien, ha puntualizado que “todavía nadie nos ha dicho cuáles cree que son”.
Las mujeres que trabajan en residencias de ancianos, subcontratadas por la Administración, ¿tienen “menos derechos” que las contratadas directamente por entidades públicas?
—Pepe Álvarez, UGT
Ha aclarado que la reforma de las pensiones no persigue más que “la Seguridad Social no pague los costes que no le son propios y se aumente la recaudación”, algo que ha ligado con la subida de los salarios, especialmente el SMI.
También ha pedido que se dejen de decir cosas que no son verdad, en referencia a los supuestos efectos perniciosos de subir los salarios mínimos. “Los sectores más afectados por la subida del SMI son aquellos sectores que no han entrado en crisis”, como la agricultura, la seguridad privada o la atención a la dependencia. Las mujeres que trabajan en residencias de ancianos, subcontratadas por la Administración, se ha preguntado, ¿tienen “menos derechos” que las contratadas directamente por entidades públicas?
Ha terminado su discurso, aclarando que “o hay movimiento, negociación y BOE o las movilizaciones solo han hecho que empezar”, deseando, eso sí, que de tener que continuar con las acciones reivindicativas, estas se produzcan en un ambiente de mayor normalidad.
Reducir la desigualdad y la pobreza
Precisamente, esta misma semana, en la sesión plenaria del Parlamento Europeo aprobó por mayoría la defensa de un salario mínimo, solicitando a las Comisión y los países que también se marquen como objetivo reducir la pobreza entre los trabajadores. Este debate se produce por el paso dado por la Comisión Europea de crear una directiva sobre salario mínimo “que les permita vivir decentemente y participar en la sociedad”.
Según la definición de Eurostat, las personas están en riesgo de pobreza laboral cuando trabajan más de la mitad del año y su renta disponible anual está por debajo del 60% del nivel de renta media familiar nacional después de las transferencias sociales. Las cifras de Eurostat muestran que el 9,4% de los trabajadores europeos estaban en esa situación en 2018. Los sueldos más bajos no han aumentado al mismo ritmo que otros tipos de salarios en muchos Estados miembros, lo que agrava las desigualdades de ingresos y la pobreza de los trabajadores y reduce la capacidad de aquellos con sueldos más modestos para hacer frente a las dificultades financieras.
Redactor jefe de Noticias Obreras