La codicia de las cadenas globales de producción desata la tragedia en Tánger

La codicia de las cadenas globales de producción desata la tragedia en Tánger
Al menos, 19 mujeres y 9 hombres, con edades comprendidas entre los 20 y 40 años, han perdido la vida en un taller textil textil en Tánger (Marruecos), debido, según los primeros indicios, a un cortocircuito provocado por lluvias intensas. Sindicatos marroquíes hacen responsables a las autoridades y empleadores de esta tragedia evitable.

Desde SETEM y las campañas Ropa Limpia (Roba Neta) informan que “el taller se encontraba en el sótano de un edificio residencial en un barrio del sur de la ciudad”. Numerosas viviendas y locales quedaron anegados debido al temporal de lluvia que sufrió la región, por lo que se piensa que el agua mal canalizada podría haber entrado en contacto con unas instalaciones eléctricas mal preparadas o defectuosas, provocando el fatal cortocircuito. Por su parte, los sindicatos marroquíes afiliados a la federación mundial IndustriaALL apuntan a que eran más de 130 las personas empleadas en esta factoría ilegal, en condiciones inhumanas, sin cumplir los requisitos mínimos de salud y seguridad.

Ni seguridad, ni derechos

“Dicen que son talleres clandestinos, pero en realidad todo el mundo sabe que existen y son empresas conocidas. Decimos clandestinos porque no respetan ni las más mínimas condiciones de seguridad ni tampoco los derechos laborales”, ha explicado desde Tánger Aboubakr Elkhamilchi, miembro fundador de la asociación marroquí Attawassoul.

Elkhamilchi ha detallado que “hay una familia que ha perdido cuatro hijas. Sabíamos que las condiciones de seguridad eran malísimas en muchos talleres, pero no nos imaginábamos la grave situación de inseguridad que vivían estas obreras y obreros”.

Union Marocaine du travail (UMT) y Confédération démocratique du travail (CDT) hacen responsables a las autoridades y empleadores de esta tragedia evitable, dada su aceptación de la explotación de trabajadores y la violación de las condiciones de trabajadores con tal de obtener beneficios económicos.

Codicia y opacidad

El secretario general de Syndicat National de Textile Habillements et Cuirs – SNTHC-CDT, Ahmed Hassoun, afirma que “esta tragedia trae a la memoria el desastre ocurrido en 2008 en el incendio de una fábrica que se cobró la vida de 56 trabajadores e hirió a otros 17. Deploramos la codicia de los empleadores y su urgencia por tapar las violaciones que socavan los derechos de los trabajadores, y pedimos que se rindan cuentas”.

En la ciudad de Tánger, se fabrica ropa para todo tipo de empresas, incluidas grandes firmas con presencia internacional, principalmente de España y Europa. Según la patronal marroquí (AMITH), de los 1000 millones de prendas que se fabrican en el país cada año, 600 millones se producen en fábricas subcontratadas por firmas extranjeras y sólo 100 millones son para colecciones de fabricantes locales. Los principales destinos de las exportaciones de ropa de Marruecos son los mercados español, francés, británico, irlandés y portugués.

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Un 47% de las personas encuestadas para el estudio publicado por Setem Catalunya en colaboración con Attawassoul trabajaban más de 55 horas a la semana por salarios mensuales en torno a los 250 euros, el 70% manifestaba no tener un contrato laboral y hasta un 88% de las personas encuestadas aseguraba no disfrutar de libertades sindicales.

Las personas consultadas trabajaban en fábricas que reciben el escrutinio de las empresas clientes, por lo que, en teoría, están comprometidas con el cumplimiento de la normativa laboral y los códigos de conducta de las corporaciones. Las condiciones son todavía peores en talleres informarles donde no llega la inspección de las autoridades ni el control de las grandes marcas.

Un estudio publicado en 2018 por la Confederación de Empleadores de Marruecos (CGEM) reconocía que más de la mitad (54%) de la producción del sector “textil y cuero” de Marruecos proviene de unidades “informales”, incluidas estructuras de producción “que no cumplen con las normas legales”.

Prisas y precios bajos

Las cadenas de producción controladas por las grandes firmas exigen plazos de entrega cortos y precios bajos que, en ocasiones, lleva a sus proveedores a derivar encargos a otras unidades productivas que no cumplen con las normas de seguridad, los salarios mínimos, ni los derechos de representación de los trabajadores, en medio de comunidades con altos niveles de pobreza y falta de oportunidades laborales.

Los sindicatos marroquíes exigen una investigación urgente sobre esta tragedia humana y social, para aclarar responsabilidades, indemnizar a las familias de las víctimas y adoptar las medidas oportunas para evitar que se repitan este tipo de tragedias y garantizar los derechos, la vida y la dignidad de los trabajadores. “Los responsables deben rendir cuentas y comparecer ante la justicia”. Desde la Campaña Ropa Limpia han reafirmado sus cercanía con las familias de las víctimas, a las que han hecho llegar su solidaridad y apoyo.

 

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