Aumenta la pérdida de vidas de trabajadores cuando se ganaban el pan
El avance de datos facilitados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social sobre accidente laborales, durante el año 2020, señalan un aumento de trabajadores y trabajadoras que han perdido la vida cuando se ganaban el pan, a pesar de la caída de la actividad y de los ERTE como consecuencia de la pandemia.
Con datos todavía provisionales, el Ministerio cifra en 708 las personas trabajadoras muertas en jornada laboral, que suponen un incremento de 13 personas más respecto al año anterior. Detrás de estas cifras quedan familias trabajadoras afectadas con el drama de la siniestralidad laboral.
En un año con una importante caída de horas de trabajo y de la actividad económica (-11%); con una destrucción de 620.000 puestos de trabajo; y con miles de trabajadores en ERTE, las muertes en el trabajo indican la debilidad y la ausencia de medidas que protejan a los trabajadores y las trabajadoras. Junto a ello, la alta precariedad existente en las relaciones laborales es el caldo de cultivo que favorece el aumento de la siniestralidad laboral.
Derecho a la prevención y la seguridad en el trabajo
Son necesarios cambios sustanciales en el marco normativo laboral que promueva el trabajo decente como respuesta al trabajo precario actual y a la falta de cultura preventiva. Gobierno y empresarios deben garantizar la prevención y seguridad como derecho fundamental en el trabajo –todavía no lo es aunque está comprometido en la Declaración Centenaria de la OIT—, clave para atajar este herida sangrante de las relaciones laborales.
Director de Noticias Obreras.
Autor del libro No os dejéis robar la dignidad. El papa Francisco y el trabajo. (Ediciones HOAC, 2019). Coeditor del libro Ahora más que nunca. El compromiso cristiano en el mundo del trabajo. Prólogo del papa Francisco (Ediciones HOAC, 2022)
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