Valoración sindical de la Encuesta de Población Activa
La pandemia y la reactivación intermitente de la economía, todavía con limitaciones, ha dejado la población ocupada a finales del año pasado en 19.344.300 personas, lo que supone una pérdida de 623.000 trabajadores y trabajadoras en el último año (-3,1%); y 528.000 personas más en paro, además de medio millón de personas en ERTE.
La valoración de los sindicatos pasa de reconocer el impacto beneficioso, a la hora de minimizar el desastre en el empleo, de las medidas de protección social, como hace CCOO, a exigir una verdadera política de empleo, que defiende USO, pasando por reclamar, que es lo que hace UGT, el aumento del salario mínimo y la derogación de la reforma laboral.
Evitar la hemorragia
Los datos pone de manifiesto que las medidas acordadas por sindicatos, empresarios y el Gobierno han frenado “una hemorragia laboral” durante el año 2020. No obstante, ha añadido la secretaria de Empleo de CCOO, Lola Santillana, resulta “muy preocupante la subida de la tasa de desempleo juvenil hasta el 40% y la de las horas extras no pagadas (+7%)”.
CCOO llama la atención sobre el aumento de las horas extras trabajadas, que repuntan un 11% en el cuarto trimestre, impulsadas por las horas extra no pagadas. En términos interanuales, las horas extras trabajadas se estancan, pero mientras las horas extras pagadas bajan un 5%, las horas extra no pagadas suben un 7%.
“Frenar el aumento de horas extras no pagadas exige dotar de más medios a la Inspección de Trabajo”, reclama Lola Santillana, secretaria de Empleo de CCOO, que considera asimismo “necesarios acuerdos para desarrollar políticas activas de empleo, poniendo el foco en medidas específicas para jóvenes, que han visto aumentar su tasa de paro hasta el 40%”.
Reforzar derechos
El número de personas desempleadas en el conjunto del 2020 es “abrumador”, reconoce UGT. No obstante, señala que gracias a los ERTE y otras medidas de protección social se ha conseguido evitar que esas cifras sean aún más dramáticas. “A diferencia de la crisis de 2009, estos mecanismos han logrado evitar que la caída de la actividad se traduzca inmediatamente en destrucción de empleo”.
El sindicato pone el acento en el empeoramiento de la situación de las mujeres en el mercado laboral, con una tasa de paro que alcanza el 18,33%, frente al 14,17% de los hombres; la tasa de paro entre los menores de 25 años se alza al 40,13% y entre los mayores de 55 años al 12,5% y los datos relativos al paro de larga duración: 41 de cada 100 personas desempleadas lleva más de un año buscando empleo y 24 más de dos. Una situación que se puede agravar con la presente crisis, considerando que los hogares que tienen a todos sus miembros activos en paro aumentan este trimestre en 24.300, hasta un total de 1.197.000.
A las anteriores cifras es necesario añadir a quienes se han quedado sin empleo, pero no se encuentran inscritos en el desempleo, y que no han podido cumplir con el requisito de búsqueda activa de empleo (por las restricciones o cierres), o bien no están disponibles para incorporarse a un empleo por razones de cuidado de personas dependientes, quedando fuera del concepto de desempleo, e incluidas en el de inactividad, y mostrando así un desempleo oculto. Las cifras evidencian la dimensión de esta situación: 680.300 personas se encuentran en estas circunstancias en el cuarto trimestre.
UGT considera acordar cuanto antes el aumento del SMI y la derogación de la reforma laboral: “Sin estas decisiones aún por adoptar, las inversiones proyectadas en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia”.
Políticas de empleo
“El empleo, en su conjunto, ha descendido, especialmente la contratación privada, que ha perdido 750.000 puestos de trabajo. Aun así, no entendemos que el empleo público, con las carencias que ha habido y sigue habiendo en Sanidad, residencias y organismos básicos de atención sociales, como el SEPE, solo haya generado 125.000 empleos. Esto refleja, además, que los contratos por días y semanas no son patrimonio privado, sino que la propia Administración parchea las necesidades ciudadanas y crea empleos basura”, opina Joaquín Pérez, de USO.
Otro dato que refleja la depauperación del empleo que se crea es “el tipo de puestos que se han destruido. A pesar de que siempre hablamos de un bajo índice de contratación indefinida mes a mes, en torno al 8%, el empleo indefinido destruido representa más de la mitad del temporal”, advierte el secretario general de USO. Por ello, la tasa de temporalidad se ha incrementado en medio punto, hasta el 24,63% de los trabajadores activos.
“Los ERTE son el sostén y no la solución. Es una prestación social que, además, maquilla los datos del paro, pero el problema del empleo en España ya era estructural y cualquier crisis, sobre todo una de estas dimensiones, aumenta la profundidad de los daños. Debe sostenerse a las familias, pero ni ellas quieren depender de las agónicas prórrogas de los ERTE ni el sistema puede aguantar mucho más tiempo sin generar puestos de trabajo. Las políticas de empleo deben ser más que políticas de auxilio social”, reclama Pérez.
Redactor jefe de Noticias Obreras