Gabriel López: «El Papa ha unido el grito de los pobres con el grito de la Tierra»

Gabriel López: «El Papa ha unido el grito de los pobres con el grito de la Tierra»
Gabriel López
El coordinador en España del Movimiento Católico Mundial por el Clima habla en esta entrevista de la semana Laudato si’, una convocatoria que, en el quinto aniversario de la promulgación de esta encíclica, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral aprovecha para impulsar el cuidado de la casa común.

Conoció a Bergoglio cuando era arzobispo de Buenos Aires, ¿mostró en aquella época alguna preocupación sobre el medio ambiente que, de algún modo, pudiera anticipar su compromiso actual por la ecología integral?
La verdad es que no era una cuestión que estuviera entre sus principales preocupaciones. De hecho, el pasado mes de febrero, en un encuentro que tuvimos en Roma, nos contó cómo fue su conversión ecológica. Fue en Aparecida, en 2007, donde comenzó a interesarse por ese aspecto y empezó a sentir una sensibilidad por estas cuestiones, al hablar con los obispos de la Amazonia. Una vez elegido Papa, todo se fue alineando, como solo Dios sabe hacer y, en contacto con teólogos, científicos y otras personas más concienciadas, empezó a profundizar. Siempre había tenido una sensibilidad especial por los pobres, debido a su gran humanismo, pero fueron obispos latinoamericanos los que le hicieron llegar el grito de la tierra para que lo uniera al grito de los pobres.

¿Se puede decir que Laudato si ha incorporado definitivamente la cuestión ecológica a la Doctrina Social de la Iglesia?
Como pasó en su tiempo con Rerum novarum de León XIII, que abrió el magisterio eclesial a la cuestión social, no me cabe duda de que la ecología integral con Laudato si’ se ha incorporado definitivamente al acerbo cristiano. El cuidado de la creación, de la casa común, está en nuestro ADN cristiano, no es ningún invento ajeno, sino que forma parte constitutiva de lo que somos, aunque hasta esta encíclica no se le haya reconocido oficialmente como parte importante de la Doctrina Social de la Iglesia. Hay fuertes intereses, como se ha puesto de manifiesto en Estados Unidos, donde los medios más obstinadamente críticos con Laudato si’ están financiados por empresas madereras y petroleras.

Hay fuertes intereses, como se ha puesto de manifiesto en Estados Unidos, donde los medios más obstinadamente críticos con Laudato si’ están financiados por empresas madereras y petroleras.

Al igual que se planteaba con el Vaticano II, hay que preguntarse por cómo está siendo la recepción de la encíclica de la ecología integral…
En la Iglesia, a nivel global, hay focos de resistencia a esta sensibilidad. Es algo muy humano, por otra parte, ante lo nuevo, lo desconocido. Hemos visto lo que ha pasado con la COVID-19, no hemos comprendido las advertencias hasta que su impacto ya era innegable. En España, también ocurre lo mismo, hay sectores de la comunidad cristiana que pasan de largo ante la cuestión ambiental. Pero también hay que decir que se han empezado a dar pasos y poco a poco se va puliendo esa obstinación inicial. En 2019, sin ir más lejos, en la diócesis de Cáceres se ha creado una delegación para el Cuidado de la Creación, en Madrid, una comisión de Ecología Integral y Manos Unidas está muy comprometida con esta sensibilidad. En Estados Unidos, hay parroquias que han instalado paneles solares y ceden gratuitamente la energía que no utilizan a vecinos de su zona, no necesariamente feligreses. En todo el mundo, están surgiendo iniciativas interesantes.

El cuidado de la creación,
de la casa común, está en nuestro
ADN cristiano

¿A qué cree que se debe esta obstinación?
Es un problema de ideología, todos tenemos una y los católicos no estamos exentos de ellas. Por alguna razón, lo ecológico se asocia a la izquierda, parece más progresista. Se ataca mucho desde sectores conservadores al Papa por esto. No comprendo que, ante las evidencias y los fundamentos teológicos, se puedan mantener estas posturas de oposición frontal. También hay fuertes intereses, como se ha puesto de manifiesto en Estados Unidos, donde los medios más obstinadamente críticos con Laudato si’ están financiados por empresas madereras y petroleras.

La parte humana y la ecológica, en el pensamiento del Papa, están unidas. Todo está interrelacionado. El daño que hacemos al planeta, como desgraciadamente vemos cada día, nos lo hacemos también a nosotros. Creo que esa visión antropológica de la persona es una gran contribución del cristianismo a la ecología.

La parte humana y la ecológica, en el pensamiento del Papa, están unidas. Todo está interrelacionado. El daño que hacemos al planeta, como desgraciadamente vemos cada día, nos lo hacemos también a nosotros. Creo que esa visión antropológica de la persona es una gran contribución del cristianismo a la ecología.

¿Qué es lo nuevo y original de la visión cristiana de la ecología?
La creación, como don del Creador, merece nuestro cuidado respetuoso, pero es que además la antropología cristiana nos ayuda a entender que estamos íntimamente unidos a la naturaleza. El planteamiento no es que haya que salvar a toda costa a las ballenas, a los pingüinos o las abejas, por muy importante que sean, sino que estamos íntimamente ligados a la Tierra, somos parte de ella, y tenemos la responsabilidad de cuidar la casa común, tanto por preservar el medio ambiente del que dependemos, como por las generaciones posteriores. La parte humana y la ecológica, en el pensamiento del Papa, están unidas. Todo está interrelacionado. El daño que hacemos al planeta, como desgraciadamente vemos cada día, nos lo hacemos también a nosotros. Creo que esa visión antropológica de la persona es una gran contribución del cristianismo a la ecología.

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El Papa habla del clamor de la Tierra íntimamente ligado al clamor de los pobres…
Conozco a un subsahariano que vivía tranquilamente en su pueblo siendo carpintero. Hasta que el avance del desierto del Sáhara llegó a su pueblo, un efecto más del cambio climático. Tuvo que irse primero a la capital de su región, pero no pudo seguir trabajando como carpintero, cruzó el Mediterráneo para llegar a Europa… El papa Francisco incide mucho en esta relación y en este tipo de movimientos que cada vez cobrarán una escala mayor… El cambio climático provoca grandes desplazamientos humanos y una gran cantidad de muertos.

Los desastres climáticos cada vez son más violentos. Desde los años 60 del siglo XX, el calentamiento de la Tierra, producto de la actividad industrial, se ha disparado. Los negacionistas dicen que la Tierra siempre se ha calentado y enfriado por sí misma, que se ajusta sola. Eso es cierto, pero lo que estamos viendo en estas décadas es que ahora el calentamiento se está produciendo de un modo brutal, que hay un aceleramiento que es producto de la actividad humana y que las consecuencias pueden ser desastrosas si no hacemos algo para remediarlo.

Laudato si’ también plantea el impacto del sistema de producción y consumo en el entorno…
Efectivamente, el Papa dice que toda compra es un acto moral. Cuando uno va a una gran superficie en la Gran Vía y compra una camiseta por dos euros, ha de saber que detrás de una simple prenda hay una serie de factores que repercuten en el planeta y en las personas, como son la manera en que se consigue la materia prima, cómo se tiñe, cómo se elabora, cómo se transporta. Como católicos nos tenemos que hacer la pregunta de qué hay detrás de una camiseta que me compro por muy poco precio y qué consecuencias tiene mi decisión de compra. Lo mismo pasa con la verdura, la fruta, el agua, los aparatos electrónicos…

El planteamiento de la ecología integral ha venido también a completar la defensa del trabajo humano y eso supone también impulsar cambios en el sistema económico…
El sistema tiene que poner a la persona en el centro, no es humano un sistema que explote al hombre y la mujer, que obliga a trabajar 12 horas para luego no poder pagar la casa, la educación… No nos podemos dejar llevar por el ansia de poseer. Esos planteamientos estaban en el encuentro sobre economía en Asís, que ha sido aplazado, donde se iban a plantear nuevas formas de entender la economía y las relaciones laborales. Está claro que no es honesta la ganancia a costa de las personas y que el obrero tiene que vivir dignamente. En Buenos Aires, Bergoglio caminaba mucho por las villas miseria, los barrios de chabolas. Después de la crisis de 2001, se implicó mucho en fomentar el asociacionismo y el cooperativismo. Vivió aquello y se lo cree.

Los medios más obstinadamente
críticos con Laudato si’ están
financiados por empresas madereras
y petroleras

¿No está demostrando la necesidad de encontrar soluciones globales a problemas globales y de la necesidad de no retrasar más tiempo las transformaciones sociales el impacto de la COVID-19?
Está claro que la pérdida de biodiversidad como consecuencia del el cambio climático lleva aparejada la aparición de nuevos virus. Con el deshielo en Siberia están aflorando virus que han estado congelados mucho tiempo. Todo parece indicar que surgirán otros nuevos. En una charla TED de Bill Gates que dio en 2015, de ocho minutos, y que ahora se ha hecho muy famosa, decía que el próximo quiebre lo provocaría un virus, una pandemia. Se invierte mucho dinero en sistemas de armamentos y muy poco en médicos que nos puedan curar de las pandemias. La COVID-19 nos ha puesto frente al espejo. Un jesuita decía el otro día que todo lo que teníamos programado, nuestro ir siempre a tope de cosas, se lo ha llevado el viento y nos enfrentamos a una vida real, a un día a día, muy diferente, que nos debería ayudar a entender lo que estamos haciendo mal y a centrarnos en lo verdaderamente importante. Lamentablemente, cuando los problemas pasan, solemos olvidarnos de ellos, aunque tengamos suficiente información como para saber lo que debemos cambiar. Ahora los ríos, la atmósfera se están limpiando, pero a costa de vidas humanas.

¿Cómo se va desarrollar la semana Laudato si’, en torno al 24 de mayo, día de 2015 en que se publicó la encíclica?
La semana Laudato si´ es una iniciativa del Dicasterio al Servicio del Desarrollo Humano Integral que el Movimiento Católico Mundial por el Clima ha acogido para llevar a la práctica. Pero parte del Vaticano. En España, se ha sumado la Conferencia Episcopal Española, Escuelas Católicas, la archidiócesis de Madrid, el movimiento Scout Católico, Confer, Regnum Cristi, la Universidad Francisco Vitoria, la organización Interfranciscana, Justicia y Paz… Es un evento mundial para celebrar el quinto aniversario de la encíclica. No va a haber actividades en Roma, pero se mantienen otras actividades para evidenciar los cambios que ha empezado a generar la encíclica en los últimos años. Hay iniciativas que ya se están dando y nuevos proyectos que están empezando. Queremos evidenciar todo eso y ofrecerlo al Papa como regalo. ·