Un niño nos ha nacido… para tender puentes, romper muros…

Un niño nos ha nacido… para tender puentes, romper muros…

En esta situación tan condicionada por la pandemia que vivimos y en la que resulta difícil seguir acomodados a la normalidad con la que veníamos celebrando, por costumbre, la Navidad, tenemos la oportunidad, de la mano del profeta Isaías, de experimentar con mayor hondura existencial la Buena Noticia de que Dios nace, de que Dios se hace niño para seguir tendiendo puentes de fraternidad, para derribar los muros del individualismo insolidario, y para sembrar la reconciliación que nos permita reconocer en cada persona su rostro, posibilitando un futuro de encuentro y humanización.

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