En despensas vacías ecos de ayer se escuchan; y en las colas del hambre, a la espera del pan de cada día, las lágrimas estallan cuando ya no soportan la
En despensas vacías ecos de ayer se escuchan; y en las colas del hambre, a la espera del pan de cada día, las lágrimas estallan cuando ya no soportan la