El cayuco no es un barco. Es una tumba de madera, un ataúd colectivo, una trampa que flota y tiembla. Huele a sal, a gasolina, a vómito y a desesperación.
El Hierro
La tragedia de El Hierro, en la que han perdido la vida cuatro mujeres, dos niñas de cinco años y otra de 16, al volcar el cayuco, vuelve a poner