Presión a las multinacionales textiles para mejorar la seguridad en sus cadenas de suministros
Grandes firmas siguen resistiéndose, 10 años después del derrumbe de la fábrica Rana Plaza, a firmar el acuerdo internacional para mejorar la salud y seguridad en la industria textil.
La indignación por el accidente que se cobró la vida de 1.100 personas trabajadoras y dejó heridas a más de 2.000 en Bangladesh obligó a las grandes firmas de la moda a firmar un acuerdo vinculante con las federaciones sindicales locales y mundiales y organizaciones de la sociedad civil, con el fin mejorar la seguridad en los talleres y fábricas de todos sus proveedores.
El Acuerdo Internacional sobre Seguridad y Salud en la Industria Textil y de la Confección caduca en octubre de 2023, por lo que se ha abierto un proceso para proceder a su renovación. Aunque unas 200 marcas se han comprometido a su revisión y se ha empezado a aplicar en Pakistán, firmas como Levi’s, IKEA, Decathlon y Amazon se niegan a sumarse a esta iniciativa.
La Campaña Ropa Limpia, junto con la organización estadounidense Remake, ha impulsado una recogida de firmas en la plataforma Eko para que las grandes corporaciones que no se han sumado al acuerdo, que ya ha reunido 63.000 apoyos.
El nuevo acuerdo servirá para mantener y ampliar la exigencia de responsabilidad jurídica, la transparencia, la prevención, un reparto equitativo del poder entre empresas y sindicatos en todas las estructuras de gobierno y la vigilancia de la sociedad civil.
Transparencia y responsabilidad
Todavía muchas de estas compañías se niegan a incorporarse al procedimiento de supervisión participado por sindicatos y organizaciones de derechos humanos y optan por recurrir a auditorías externas que elaboran informes a la medida de sus intereses.
Incluso firmas cuyas etiquetas se encontraron entre los escombros del Rana Plaza, como JC Penney, Walmart, The Children’s Place y la cadena de supermercados francesa Auchan –firmante de los dos primeros acuerdos, aunque en 2021 no renovó su compromiso–, se resisten a la presión de consumidores y organizaciones conscientes. Eso, a pesar de que hace unas semanas se encontraron etiquetas de Auchan en una fábrica incendiada y derrumbada en Pakistán, en la que murieron cuatro personas junto con las de Hampton by Hilton y Dunnes Homes.
Las marcas internacionales que se incorporan al Acuerdo tienen que firmar además el pacto de Pakistán, lo que ya han hecho 55 marcas líderes. Entre ellas se encuentran las españolas Inditex, El Corte Inglés y Mango (esta última lo hizo a primeros de mayo de 2023).
Sin embargo, otras marcas implicadas en la implantación de medidas correctoras en el Bangladesh no quieren hacer lo propio en Pakistán. Es el caso de Boohoo, Very Group, Lidl, Missguided, Esprit, Kid ASA, Matalan, Target Australia, Fruit of the Loom y New Look.
El presidente de la Federación Nacional de Trabajadores de la Confección de Bangladesh, Amin Amirul Haque ha instado a “todas las marcas a que firmen el Acuerdo Internacional para que en Bangladesh y otros países productores toda la cadena de suministro sea segura para los trabajadores”.
La misma petición la ha realizado Zehra Khan, secretaria general de la Federación de Trabajadoras a Domicilio, “instamos a todas las marcas de ropa y textil a que se preocupen por la seguridad y la salud de los trabajadores que confeccionan sus prendas en Pakistán y firmen el Acuerdo de Pakistán”. Para que este tipo de acuerdos resulten eficaces se necesita que todas las grandes marcas que se abastecen en Pakistán y otros países del Sur se unan al programa.
Redactor jefe de Noticias Obreras