Los sindicatos claman por mejorar las condiciones laborales para preservar la salud mental

Los sindicatos claman por mejorar las condiciones laborales para preservar la salud mental
“Si queremos abordar de una manera sería los problemas de salud mental, tenemos que hablar de relaciones laborales”, ha defendido el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, en una rueda de prensa en la que ha participado la secretaria de Salud Laboral del sindicato, Ana García de la Torre.

Con motivo Día de la Salud Mental, el sindicato UGT ha presentado un informe don datos, análisis y recomendaciones sobre los trastornos mentales relacionados con el trabajo. “Queremos alertar del aumento vertiginoso de bajas por salud mental derivadas del ámbito laboral, casi todas ellas, tratadas como enfermedad común”, ha denunciado Álvarez.

Por su parte, CCOO ha publicado un comunicado en el que señala que “a pesar de que existen muchas evidencias científicas que apuntan al trabajo como una de las causas principales, son muy pocas las empresas que lo abordan con medidas que vayan a la raíz del problema, es decir, cambiando las condiciones de trabajo que afectan a la salud de la población trabajadora y, más concretamente, cambiando las prácticas de gestión laboral que provocan la exposición nociva a los riesgos psicosociales”. Este sindicato estima que el 43% de los problemas de salud mental de la clase trabajadora tienen origen en las condiciones de trabajo.

“La primera causa de muerte no natural en nuestro país son los suicidios, y detrás, en muchos casos, hay problemas de salud mental, y en una parte importante de ellos, con causas de origen laboral” ha alertado el secretario general de UGT, además de recordar que España es el primer país del mundo en utilización de ansiolíticos y antidepresivos.

Escasez de profesionales de la salud mental

Álvarez ha criticado la falta de personal de psicología y psiquiatría en el sistema de salud en comparación con la Unión Europea, donde tampoco es algo resuelto. Así en nuestro país hay seis profesionales de la salud mental por cada 100.000 habitantes, mientras que en Europa hay 18. Pero también se ha quejado del servicio que prestan las mutuas de accidentes y enfermedades laborales que, en total, en todo el país, cuentan con 70 psicólogos y 18 psiquiatras.

CCOO ha citado los estudios de las investigadoras Niedhammer, Bertrais y Witt, que concluyen que estar expuesto a altas exigencias cuantitativas, baja autonomía para realizar el trabajo y bajas posibilidades de aplicar habilidades y conocimientos aumenta un 77% las posibilidades de padecer depresión. Si se está expuesta a alta inseguridad las posibilidades aumentan un 61% y si se está expuesto a altas exigencias cuantitativas y bajas compensaciones (bajo salario, bajo reconocimiento) hasta un 66%.

Este sindicato ha calculado que España es el sexto país con mayor exposición a alta tensión, combinación de altas exigencias y bajo control y el segundo con peores niveles de inseguridad laboral. De atenderse estas causas, la depresión en nuestro país se reduciría un 8,63% y un 13.44% si se redujera la alta inseguridad.

Desde USO, con datos del informe `Salud mental y trabajo: diagnóstico de situación´, del INSST, recuerdan que el 32 % de los trabajadores sufren presión de tiempo o sobrecarga de trabajo, factor que identifican como perjudicial para la salud mental. El 16 %, considera que el trato con clientes, pacientes o alumnos también es un factor ligado a la salud mental en el trabajo.

Falta de reconocimiento como enfermedades profesionales

Álvarez ha recordado que los sindicatos vienen reiterando al Gobierno de España una revisión a fondo de la ley de prevención de riesgo laborales porque “no están completando los riesgos psicosociales”, por lo que “el estrés, la depresión y tantas y tantas cuestiones no están consideradas como enfermedades profesionales”.

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También ha denunciado la alta incidencia de estas patologías en colectivos concretos, como las mujeres, las personas LGBI y las personas con discapacidad, además de las personas jóvenes.

Pero también ha señalado que “los salarios bajos, las horas extraordinarias, las largas jornadas de trabajo, la dificultad para conciliar la vida laboral y familiar, el miedo a perder el trabajo, y el paro de larga duración están en una parte muy importante de los trastornos mentales”.

Álvarez ha reclamado tener en cuenta el impacto en la salud mental de los cambios en los ritmos de trabajo o la introducción de tecnología, en la plantilla de los centros de atención de llamadas, y en las empresas basadas en la economía de las plataformas.

Igualmente ha denunciado que “la sustitución de personas por robots o inteligencia artificial está provocando una deshumanización de las relaciones laborales”, por lo que es necesario “transparencia para que las personas sean tratadas como seres humanos y no como máquinas”.

Para el líder sindical, se trata de ver “cómo lo podemos solucionar, y no como vamos a penalizar a las personas que están de baja por enfermedad mental de origen laboral”, por lo que ha informado de que su sindicato ha solicitado al Gobierno la creación de una comisión, que “en un plazo breve de tiempo”, introduzca, en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, las enfermedades profesionales relacionadas con la salud mental.

“Lo vergonzoso es la precariedad”

Además, ha anunciado una campaña en redes sociales para denunciar que “lo vergonzoso es la precariedad laboral y el incumplimiento de las leyes que impiden que las personas no puedan tener una plena salud mental en los centros de trabajo”. “Lo vergonzoso no es que las personas estén de baja por ansiedad o estrés, sino que en este país no seamos capaces de abordar el problema y poner solución”, ha rematado.

La secretaria de Salud Laboral del sindicato, Ana García de la Torre, ha afirmado que “si ponemos límite a los problemas de salud mental en el trabajo, ganamos todos: las personas trabajadoras y los índices de productividad”.

Desde CCOO, denuncian que “en los últimos tiempos estamos asistiendo a un intento de sustituir la adecuada gestión de los riesgos psicosociales con acciones dirigidas a la promoción de la salud mental, que proponen hacer a la población trabajadora “más resiliente” cuando lo idóneo y legalmente exigible es hacer primero prevención y después promoción”.

Así reclama la promoción de “políticas de empleo de calidad para combatir la precariedad y a reflexionar sobre una política adecuada para abordar los riesgos psicosociales en el trabajo basada en la Directiva Marco 89/391/CEE”.

Igualmente recuerda a los empleadores que “tienen que incorporar de manera efectiva los factores de riesgo psicosocial en el trabajo en su evaluación de riesgos y que incluyan la salud mental en la vigilancia de la salud de los trabajadores”.

El sindicato USO ha pedido también que “las empresas, al igual que hacen con los riesgos que comprometen la salud física de los trabajadores, sean capaces de identificar aquellos riesgos que pueden alterar la salud mental de éstos”, por lo que considera que “deben poner en marcha medidas que los eliminen o controlen para que todas las personas trabajadoras puedan trabajar en entornos seguros y saludables y no encuentren en el trabajo fuentes de riesgo que afecten a la salud, tanto física como mental”.