Espiritualidad cristiana en pandemia
La pandemia causada por el coronavirus vino a nivelar la humanidad. Y a suscitar serias cuestiones éticas. No hace distinción de clase. Y es, en estos momentos de crisis, cuando las personas se revelan como son (1).
La cuestión ética fundamental que la pandemia trae es en relación al valor de la vida humana. Para el capitalismo es cero, a menos que cuente con elementos valioso para el mercado y esté robustecida por bienes patrimoniales y financieros.
Ahora, el espectro de la muerte nos nivela. La letal devastación que ha ocurrido ocupa prácticamente todos los boletines de noticias. Todos estamos obligados a redimensionar nuestros criterios, valores y hábitos. Hasta las naciones más ricas descubren que el dinero no es suficiente para evitar la pandemia. Solo la ciencia es capaz de detenerla, pero estaba muy ocupada en descubrir cómo aumentar las ganancias de las empresas de cosméticos, al paso que faltaban recursos para combatir el hambre y el calentamiento global.
La pandemia nos plantea serios dilemas éticos. En muchos países, médicos y enfermeros tuvieron que optar entre uno u otro paciente, debido a la falta de equipos y recursos que no eran suficientes. Y nuestros parientes y amigos infestados tienen que sufrir solos en los hospitales, sin que podamos consolarlos, excepto con el teléfono móvil cuando todavía no han sido intubados.
En cuanto a los fallecidos no tenemos el derecho de llorarlos en el velatorio y ni siquiera cumplir el deseo de cada uno de ser enterrado o cremado con tal ropa o símbolo religioso. Como si fuesen anónimos son desechados, como ocurría en la Edad Media con los infectados por la peste. Están prohibidos los ritos fúnebres. De este modo, la COVID-19 roba la dignidad de la muerte. Y nos apuñala al obligarnos a permanecer separados de quienes somos más próximos. Es una triple muerte: la individual, del paciente; la familiar, de los ausentes y la social, causada por la prohibición del velorio, entierro y rito religioso.
Contenido exclusivo para personas o entidades suscritas. Para seguir leyendo introduce tus datos o suscríbete aquí. Si no los recuerdas, haz clic aquí
Teólogo, escritor y asesor de movimientos populares.