El shock del ascenso de la extrema derecha en la Isla de Reunión

El shock del ascenso de la extrema derecha en la Isla de Reunión
La colonización de la isla de la Reunión comenzó en el siglo XVII con los franceses, pero también con los sirvientes malgaches e indios. Poco después, mujeres y hombres, desarraigados de África del Este y Madagascar, fueron introducidos como esclavos para el cultivo del café.

Un pueblo unido por la tolerancia

Después de la abolición de la esclavitud en 1848, los grandes terratenientes trajeron trabajadores africanos, chinos e indios, llamados «contratados», para trabajar la caña de azúcar.
Todos estos trabajadores migrantes, regulares o esclavos, que trajeron consigo su música, sus idiomas, sus cultos y otros componentes de sus vidas, se respetaban y aceptaban mutuamente. Esta historia ha dado lugar a una lengua y una cultura comunes, a un modo de vida basado en la tolerancia, a un sentido de pertenencia a un pueblo.

Una historia de luchas

Sin embargo, algunas prácticas, como la música y el baile de los esclavos (maloya), estuvieron prohibidas en la plaza pública hasta 1981. Hoy, estamos orgullosos de que, después de décadas de lucha y paciencia, la maloya haya sido clasificada como patrimonio inmaterial de la UNESCO desde 2009. ¡Qué largo camino hemos recorrido!

En 1946 la colonia se convirtió en un departamento francés, con la promesa de mejores condiciones de vida, pero fueron necesarias luchas para hacer valer nuestros derechos como franceses: la igualdad del salario mínimo en 1996 mientras se implementaba en Francia en 1950, la alineación de las prestaciones sociales con las de la Francia metropolitana a finales de la década de 1980, el reconocimiento oficial de nuestra lengua local en el año 2000.

La pobreza como mantillo

La pobreza y la miseria social siguen existiendo en la Isla de Reunión. El desempleo sigue causando estragos. La situación de la vivienda es alarmante.

Qué terreno tan fértil para la extrema derecha que señala con el dedo a los migrantes de los países vecinos como responsables de los males de nuestra sociedad. El auge de la extrema derecha en las últimas elecciones europeas muestra hasta qué punto este tipo de argumentos orientan el voto de los electores.

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Una triste observación y más luchas

En la noche del 30 de junio de 2024, los comentaristas luchan por encontrar las palabras para explicar la situación. En las siete circunscripciones de la Isla de Reunión hay siete candidatos de extrema derecha en la segunda vuelta, algunos de los cuales son desconocidos en la escena política local, contra candidatos de partidos progresistas.

A medida que pasan los días, las lenguas se van aflojando y escuchando a algunos partidarios políticos entendemos su ignorancia de programas e ideologías extremistas. Los sindicatos y las organizaciones políticas están alentando a la población a unirse a ellos para marchar y mostrar sus desacuerdos.

Nuestro movimiento de trabajadores cristianos se posiciona claramente transmitiendo información útil para luchar contra el rechazo del otro, contra la indiferencia, contra la división.

La reacción de un pueblo enraizado en su historia

La verdadera toma de conciencia la provocó el representante de la extrema derecha local cuando declaró que hay que dejar de celebrar la abolición de la esclavitud, pilar de nuestra historia; cuando pisotea nuestra diversidad, nuestras diferencias, nuestro «convivir», nuestra historia.

En la noche de la segunda vuelta de las elecciones legislativas, la victoria no fue total porque la Isla de Reunión envió a la Asamblea Nacional a un representante electo de extrema derecha.
Nuestro movimiento de trabajadores cristianos tendrá que seguir militando y comprometiéndose, con valentía y paciencia, como nuestros antepasados, por el respeto a los demás, a la dignidad humana.

En la escala de la humanidad, no cosechamos lo que sembramos, así que asegurémonos de sembrar buena semilla en todo momento para el bien de nuestros hijos, nietos…, para no arrepentirse de nada.