El G20 propone gravar las grandes fortunas, mientras en España el Gobierno busca apoyos para su paquete fiscal
El G20 ha avanzado hacia una fiscalidad progresiva para grandes fortunas, un paso que para Oxfam Intermón requiere medidas más ambiciosas, mientras la comisión de Hacienda del Parlamento español negocia un paquete fiscal centrado en el impuesto mínimo del 15% a multinacionales, que se votará este jueves en el Congreso.
La reunión de los líderes de las principales economías del mundo, celebrada en Río de Janeiro, adelantó una declaración final de consenso, matizado por los comunicados del presidente argentino en el que se “disociaba” de la agenda 20230 de Desarrollo Sostenible, en la que mostraron su apoyo a un impuesto universal a los superricos, impulsado por Brasil y respaldado por España.
El documento no detalla mecanismos ni plazos específicos, pero algunas estimaciones calculan que un gravamen del 2% sobre las mayores fortunas del mundo podría recaudar hasta 250.000 millones de dólares anuales para combatir el hambre, la pobreza y el cambio climático.
El comunicado destaca, a su vez, la importancia de la cooperación fiscal para evitar la evasión mediante paraísos fiscales.
Según la responsable de Justicia Fiscal de Oxfam Internacional, Susana Ruiz, que celebró el liderazgo de Brasil en la cumbre, el consenso alcanzado es un avance histórico que, sin embargo, debe transformarse en medidas concretas y ambiciosas. “Brasil ha marcado un camino hacia un mundo más justo y resiliente, a pesar de la resistencia de algunos gobiernos”, ha señalado.
“Hay que reconocer una vez más la determinación colectiva del conjunto de países del G20 por afianzar soluciones que permitan implementar una agenda de tributación a los individuos más ricos, sigue la portavoz de Oxfam.
Con todo, desde la ONG internacional afirman que “no descansaremos hasta que esto se convierta en un cambio real en la vida de las personas y el planeta”, además de reclamar que “la cooperación fiscal internacional” anunciada se alinee con “con los compromisos de los países del G20 en las negociaciones de la COP29 en Bakú, donde el objetivo de financiación climática debería fijarse en cinco billones de dólares”.
De lo contrario, plantea Ruiz, “¿cómo pueden argumentar que la justicia climática es inalcanzable si estamos poniendo sobre la mesa una vía para lograrlo?” y detalla que con un acuerdo global para que contribuyan más los más ricos se podrían recaudar billones de dólares adicionales”.
“La pelota está ahora en el tejado de Sudáfrica para continuar la lucha contra la desigualdad extrema y hacer realidad el acuerdo de este año para gravar a los superricos de todo el mundo. Este sería un legado verdaderamente histórico de su próxima presidencia del G20”, ha señalado Ruiz refiriéndose a la próxima presidencia del G20.
Los propios líderes mundiales han declarado su intención de “seguir debatiendo estas cuestiones en el G20 y en otros foros pertinentes, contando con los aportes técnicos de las organizaciones internacionales pertinentes, el mundo académico y los expertos”.
Oxfam recordó que, en las últimas dos décadas, la riqueza del 1% más rico de los países del G20 aumentó un 150%, controlando ahora el 31% de la riqueza total. Mientras tanto, la mitad más pobre de la población posee menos del 5%. Países como Brasil, Sudáfrica y Argentina lideran en desigualdad, con el 1% más rico concentrando hasta el 48% de la riqueza nacional.
Impuesto del 15% a las multinacionales
En paralelo al acuerdo del G20, la comisión de Hacienda del Congreso de los Diputados ha vivido hace unas horas una larga jornada de negociaciones de un paquete fiscal que deberá ser aprobado este jueves en el pleno. Aunque el punto de partida era la transposición de la directiva europea que establece un impuesto mínimo del 15% a las multinacionales, la inclusión de otras medidas ha quedado en el aire.
A este respecto, la responsable de Oxfam Intermón, ha explicado que “la falta de consenso en la comisión de Hacienda resulta decepcionante y muy preocupante. En los últimos años se habían aprobado medidas en la buena dirección, aunque en su gran mayoría eran temporales y tenían fecha de caducidad.”
“No lograr que los gravámenes especiales a la banca y a las grandes energéticas se conviertan en permanentes es una mala noticia”, ha remarcado, al tiempo que recordaba que su implantación ha contribuido a “mejorar la suficiencia y progresividad del sistema tributario, especialmente de una fiscalidad corporativa que hace aguas por todos lados”.
Igualmente ha valorado que la puesta en marcha del Impuesto temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas que, a pesar de ser un parche transitorio a la necesaria reforma del Impuesto de Patrimonio, ha conseguido subsanar la competencia fiscal a la baja por parte de las Comunidades Autónomas.”
Con todo, desde Oxfam Intermón, expresan su preocupación por “la falta de consenso ante la urgencia de reformar el sistema tributario español, de manera que consigamos mayores recursos de una manera más justa”.
Es más, ha advertido, que esta falta de acuerdo “nos acerca hacia el precipicio de la austeridad para hacer frente a los compromisos con Europa y nos impide afrontar con garantías algunos de los profundos desafíos que tenemos por delante: la desigualdad, la falta de oportunidades para la gente joven, el creciente envejecimiento de la población o la lucha contra el cambio climático y los estragos que ya está provocando en nuestro país, como desgraciadamente hemos podido comprobar hace tres semanas con la DANA”.
Redactor jefe de Noticias Obreras