Comunidades cristianas piden al Papa su mediación para restablecer el suministro eléctrico en La Cañada

Comunidades cristianas piden al Papa su mediación para restablecer el suministro eléctrico en La Cañada
Bruno Thevenin
Diversas comunidades cristianas sensibles a la situación que sigue padeciendo La Cañada Real de Madrid se concentran ante la Nunciatura para pedir la intervención del papa Francisco en la restauración del suministro eléctrico de este área donde viven unas 4500 personas.

En la carta que se entrega al nuncio, como embajador del Vaticano en España, se pide al Papa su oración, su consuelo y su mediación con las autoridades españolas para que adopten, con carácter urgente, medidas que aseguren el suministro eléctrico y terminen con el enorme sufrimiento que suponen el frío, la oscuridad, y todos los perjuicios que implica no contar con electricidad cuando esta es la única fuente de energía disponible en pleno invierno.

Los firmantes explican el origen de “un barrio informal de grandes dimensiones” en el que viven 4500 personas, de las que 1812 son niños y niñas, dividido en sectores, algunos, los conocidos como sectores 5 y 6 llevan sin energía eléctrica desde el mes de octubre. Aunque la interrupción del suministro siempre presentaba importantes problemas con la llegada del frío y el aumento de la demanda, en horas, a veces, en un par de días solía restablecerse el servicio. Sin embargo, desde hace ya más de tres meses, nadie parece capaz de dotar a las viviendas de la necesaria energía.

La falta de energía supone “un sufrimiento indecible a los vecinos, la mayoría familias muy vulnerable”, lo que supone una vulneración palmaria de los derechos humanos. En concreto, “en la Cañada Real se están registrando estos días mínimas de 5 grados bajo cero, y en estas primeras semanas de enero las predicciones se acercan a los 10 bajo cero y anuncian nevadas en la ciudad de Madrid”

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De hecho, “en este tiempo se han producido numerosas intoxicaciones por monóxido de carbono, que han precisado atención en urgencias hospitalarias, ingresos y oxigenoterapia; varios bebés han sido ingresados por hipotermia; hay agravamiento de las afecciones respiratorias, especialmente en niños; dificultades en el seguimiento de tratamientos médicos diversos (ingestión de medicación en la oscuridad, funcionamiento de aparatos de oxigenoterapia, conservación de insulina para personas diabéticas, etc.) y problemas de salud mental que incluyen intentos autolíticos”.

Han sido numerosas las instituciones, ONG y entidades que se han dirigido a las administraciones competentes, de forma pública y privada, reconociendo la grave vulneración de derechos que vienen sufriendo los niños afectados por esta situación, y reclamando intervenciones urgentes destinadas a ponerle freno, ninguna acción se adoptado encaminada a poner fin al sufrimiento de estas familias, incluso organismos como las Naciones Unidas, el Defensor del Pueblo Español o el Alto Comisionado para la lucha contra la Pobreza infantil.