Paso a Paso: Mujeres que deconstruyen la desinformación

Treinta mujeres del programa socioeducativo Paso a Paso, en San Pedro Sula (Honduras), participaron en una jornada de formación sobre desinformación, medios corporativos y fake news, a partir del libro Maneras de vivir, reforzando la mirada crítica, la verificación de las fuentes y el valor de la organización comunitaria como “quinto poder”
El Círculo Popular de Lectura (CPL) del programa socioeducativo Paso a Paso, en el sector Rivera Hernández de San Pedro Sula, Honduras, realizó una nueva jornada de formación con 30 mujeres colaboradoras, quienes mantuvieron un encuentro dinámico a partir del capítulo IX, “Informarse y participar”, del libro Maneras de vivir, de Araceli Caballero
El aprendizaje sobre los medios de comunicación corporativos, su manipulación, su injerencia en la opinión y la toma de decisiones de las masas, así como el control que ejercen las redes sociales sobre la población virtual, fue objeto de análisis por parte de este grupo de madres hondureñas.
¿Cómo llega un mensaje que va de boca en boca? Distorsionado. Así quedó reflejado en la dinámica del “teléfono descompuesto”, con la que el grupo de mujeres dio inicio al taller, descubriendo que la información que solo se repite y no se investiga genera desinformación.
Rompiendo el desconocimiento
Durante 45 minutos, el equipo educativo de Paso a Paso y las participantes leyeron y analizaron las ideas principales de tres apartados centrados en una sociedad activa, capitalista y desinformada. Se subrayó la importancia de no quedarse con la primera versión de los hechos, sino de contrastar e investigar.
“Tenemos la mala costumbre de quedarnos con la información que nos dan y nos limitamos a traspasarla; tenemos que investigar. Ahora los medios se dejan llevar por lo que conviene al capitalismo, se cambian las informaciones”, reflexiona Sonia, abuela y madre de 58 años.
Asimismo, se debatió cómo los grupos corporativos de medios de comunicación, mal llamados “Cuarto Poder”, se han plegado a grupos empresariales, criminales y políticos en el país, al estar controlados por un reducido número de familias. Doña Sara, de 68 años, analiza que “obedecen a la oligarquía y están pagados por los ricos para hablar lo que les conviene”.
Fake news, fake verdad
La desinformación a través de noticias falsas difundidas en redes sociales ha deteriorado el periodismo y ha puesto en riesgo la importancia de mantener la ética y la verdad.
La libertad de leer y compartir contenidos sin una aparente gobernabilidad puede convertirse en un poder enmascarado, porque, si bien es cierto que las personas deciden qué noticia trasladar a sus entornos virtuales, detrás operan grupos empresariales, como los de Silicon Valley, que controlan algoritmos para saturar de la información que ellos desean.
También actúan los bots, controlados por quienes disponen de capital económico para impulsar o enterrar la imagen de una persona, institución o empresa, según convenga.
Por tanto, en esta segunda parte del taller, las mujeres comprendieron que la responsabilidad de verificar lo que se lee y se transmite recae en toda la población, a través de la observación, la lógica y el análisis, así como en la consulta de fuentes oficiales de los gobiernos y la búsqueda de medios alternativos.
En Honduras, medios independientes como Radio Progreso, En Altavoz, Criterio HN, Reportar sin Miedo, entre otros, han elaborado reportajes de gran valor que ayudan a comprender el juego político y a promover la inclusión y el respeto por los derechos humanos, así como la defensa territorial y ambiental en el país, ejes del programa Paso a Paso.
Sin embargo, la lectoría de estos portales es inferior a la de los grandes medios corporativos, que producen una avalancha de noticias a su conveniencia, una maquinaria que ha trastocado las decisiones de una población nublada, por ejemplo, en las elecciones generales del 30 de noviembre.
En el grupo, varias mujeres concluyeron: “No hay que divulgar información sin estar seguras”. “Usar los canales con los que podemos tener información correcta”. “No todo lo que escuchamos y miramos en las redes es cierto, aun así creemos cosas”.
El equipo educativo recordó la importancia de la participación comunitaria, la costumbre de la denuncia y la búsqueda de información institucional y relevante en el país. Ellas, mujeres obreras y trabajadoras, también pueden transformar su entorno, y estos procesos son necesarios, como afirma Bertha, de 42 años: “El quinto poder es fuerza”, y esa fuerza es la unión de la población.
Programa Socioeducativo Paso a Paso. Sector de la Rivera Hernández, en San Pedro Sula (Honduras).



