Los expertos de Trabajo propone dos escenarios de subida del salario mínimo, mientras sindicatos y patronal se alejan del consenso

Patronal y sindicatos difieren radicalmente en sus propuestas para subir el salario mínimo interprofesional (SMI), mientras los expertos del Ministerio de Trabajo plantean dos escenarios diferentes en función de si los sueldos más bajos tendrán o no que pagar impuestos.
El grupo de expertos del Ministerio de Trabajo ha planteado subir el salario mínimo en 2026 un 3,1%, hasta 1.221 euros brutos al mes en 14 pagas (17.094 euros al año), en el caso de que estas cantidades no tributen. De tener que contribuir al IRPF, el comité propone un 4,7% de subida, hasta 1.240 euros mensuales (17.360 euros anuales).
En los dos casos, el suelo salarial subiría por encima del incremento promedio de los precios de este año, el 2,7%. La subida bruta mensual será de 37 euros sin impuestos. O de 56 euros, aunque habrá que descontar su aportación a la hacienda pública, en función de la situación de la persona trabajadora (tener hijos, cargar familias, la comunidad de residencia).
El aumento del salario mínimo en un 61% desde 2018, pasando de los 736 a 1.184 euros brutos al mes en 14 pagas en 2025, está cambiando la distribución salarial de la población trabajadora cuyas nóminas se concentran cada vez más en la escala del SMI. Para garantizar que los incrementos de los salarios más bajos lleguen íntegramente a los trabajadores, ha ido subiendo también el nivel de la exención, con lo que crece el número de trabajadores con salarios libres de tributación.
La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se ha mostrado partidaria de que los salarios más bajos no tributen y reclama que la imposición fiscal empiece por los salarios más altos. Sin embargo, será el Ministerio de Hacienda el que decida sobre esta materia.
Las organizaciones de trabajadores, por su parte, no se cierran a que el salario mínimo termine por contribuir al IRPF. Recientemente, CCOO y UGT reclamaron una subida del 7,5%, hasta 1.273 euros brutos al mes (89 euros más al mes), con el fin de asegurar que incluso después de impuestos las personas trabajadoras vean subir sus sueldos.
La patronal, en cambio, reclama un incremento muy moderado del 1,5%, similar al acordado por los sindicatos y el Gobierno para los empleados públicos. El comité ejecutivo de CEOE alega que el salario mínimo ya representa el 60% del salario medio neto, con los datos de la Encuesta de Población Activa.
Es más, según sus cuentas, es un “4,9% superior a lo que realmente corresponde” que sería de 15.760 euros brutos anuales en vez de 16.576 euros fijados para 2025. La patronal solo ha apoyado la subida de 2020 cuando el salario mínimo se fijó en 950 euros al mes.
Para el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, su propuesta “es más que generosa”. De paso, ha criticado que se utilicen estadísticas en las que no se recogen los salarios de la agricultura, la ganadería, la pesca o el sector doméstico. Los empresarios no quisieron participan en el comité de expertos que asesora al Ministerio de Trabajo.
Choque frontal por la absorción de complementos
La representación de los empresarios matiza, incluso, que “condiciona” su propuesta “al cumplimiento de las reglas de absorción y compensación del Estatuto de los Trabajadores”, con el fin de respetar la negociación colectiva.
Precisamente los sindicatos han adelantado que no firmarán la subida del SMI, si no se regula la absorción de los complementos y pluses salariales, para evitar que finalmente las personas trabajadoras no noten el aumento salarial.
El secretario general de CCOO, Unai Sordo ha asegurado muchas empresas han reducido los complementos salariales en la misma proporción que subía el salario mínimo.
En su opinión, el problema ahora son los salarios situados entre el SMI o ligeramente por encima, y la media salarial, que están creciendo menos que los gastos de las familias. A los sindicatos la propuesta empresarial les parece “ridícula”.
“Una propuesta de subida del salario mínimo interprofesional que está incluso por debajo de la inflación, sinceramente creo que no se puede ni contemplar”, ha afirmado Unai Sordo.
El sindicalista ha emplazado a la CEOE a que aprovechen esta “magnífica oportunidad” de demostrar su compromiso con el diálogo social, renovando el AENC para impulsar salarios, dinamizar la economía y generar empleo y actividad para las empresas.
El Gobierno tiene la capacidad establecer el mínimo salarial sin necesidad de pasar por el Congreso, ya que no es una medida que deba recogerse en una ley.

Redactor jefe de Noticias Obreras



