La Comisión vaticana sobre el diaconado femenino descarta abrirlo por ahora a las mujeres y propone ampliar los ministerios laicales

La Comisión de Estudio sobre el diaconado femenino ha presentado al papa León XIV su informe final, en el que concluye que, en el estado actual de la investigación histórica, bíblica y teológica, no es posible abrir el acceso de las mujeres al diaconado sacramental. Al mismo tiempo, propone ampliar los ministerios laicales y reforzar el reconocimiento eclesial del servicio que ya realizan muchas mujeres
El documento, fechado el 18 de septiembre de 2025, firmado por el cardenal Giuseppe Petrocchi y Mons. Denis Dupont-Fauville, evidencia una división profunda dentro del propio organismo y propone como alternativa reforzar los ministerios laicales.
“El statu quo en torno a la investigación histórica y la teológica… excluye la posibilidad de proceder a la admisión de mujeres al diaconado”, afirma una de las tesis aprobadas por amplia mayoría. El informe asume, no obstante, que este dictamen “no permite la formulación de un juicio definitivo”.
El documento recuerda que, según la primera Comisión creada en tiempos del papa Francisco, “la Iglesia ha reconocido el título de diácono/diaconisa en diversas épocas, lugares y formas… pero atribuyéndole un significado no unívoco”. También coincide con la Comisión Teológica Internacional en que “este ministerio no fue concebido como el simple equivalente femenino del diaconado masculino”.
A partir de este análisis, los miembros de la segunda Comisión sostienen que no existen pruebas suficientes de que el diaconado femenino histórico tuviera carácter sacramental. “Se puede afirmar razonablemente que el diaconado femenino… no parece haber tenido un carácter sacramental”, dice la tesis aprobada en 2021.
Dos corrientes teológicas
Si algo revela el informe es la fractura interna entre dos corrientes teológicas: quienes consideran posible una ordenación diaconal femenina por ser ad ministerium (no ad sacerdotium), y quienes insisten en la unidad del sacramento del Orden y en la “significación esponsal de sus tres grados que lo constituyen” vinculada a la masculinidad del ministro (obispo, sacerdote y diácono).
Las votaciones muestran la ausencia de consenso: ninguna de las tres formulaciones que definían la posición de los miembros (5A, 5B y 5C) logró mayoría clara. La tesis favorable a un diaconado femenino solo obtuvo dos votos afirmativos de los diez miembros, mientras que las tesis no favorables o no oportunas tampoco alcanzaron unanimidad. “Los pronunciamientos de estas ‘escuelas’ teológicas opuestas… motivan el mantenimiento de un enfoque prudencial”, escribe Petrocchi en su valoración final.
El Sínodo, también dividido
El informe subraya que las contribuciones recibidas en 2025, aunque numerosas, “no pueden considerarse la voz del Sínodo, y mucho menos del Pueblo de Dios en su conjunto”. Además, recuerda que la propuesta 60 del Sínodo sobre la Sinodalidad, la que pedía estudiar la posibilidad del diaconado femenino, fue “la que obtuvo el mayor número de votos en contra (97)”.
También recoge posiciones críticas de sectores eclesiales: algunos ven en la ordenación de diaconisas “una peligrosa confusión antropológica”, mientras otros consideran que su rechazo choca con la igualdad fundamental entre hombre y mujer expresada en Génesis 1,27 y Gálatas 3,28.
La vía abierta: nuevos ministerios para mujeres
Aunque la Comisión descarta avanzar en la ordenación sacramental, sí muestra unanimidad en otro ámbito: ampliar los ministerios laicales y garantizar un reconocimiento eclesial adecuado del servicio de las mujeres. Una de las tesis aprobadas sostiene que “ahora es apropiado ampliar el acceso de las mujeres a los ministerios establecidos para el servicio comunitario… Este reconocimiento resultará ser una señal profética, especialmente donde las mujeres aún sufren discriminación de género”. La votación fue contundente: nueve votos a favor y uno en contra.
El documento también reclama “desarrollar medios adecuados de formación (teológica, práctica y mistagógica)” para estos ministerios y subraya que la “diaconía bautismal” es fundamento de todo servicio en la Iglesia.
En su reflexión final, el cardenal Petrocchi advierte que la cuestión del diaconado femenino exige “un examen crítico riguroso y amplio del ‘diaconado mismo'” antes de cualquier decisión magisterial. “La Iglesia debe actuar con ‘parresía‘ evangélica, pero también con la necesaria libertad de evaluación y transparencia discursiva”, señala.
El informe, lejos de cerrar el debate, lo sitúa en un horizonte más largo ya que “parece esencial… fomentar investigaciones globales cada vez más sólidas, orientadas, con visión de futuro, a explorar estos horizontes eclesiales”, apunta.
La Comisión remite así al discernimiento del Papa una cuestión que sigue siendo, teológica y pastoralmente, uno de los grandes desafíos de la Iglesia contemporánea.

Director de Noticias Obreras.
Autor del libro No os dejéis robar la dignidad. El papa Francisco y el trabajo. (Ediciones HOAC, 2019). Coeditor del libro Ahora más que nunca. El compromiso cristiano en el mundo del trabajo. Prólogo del papa Francisco (Ediciones HOAC, 2022)



