El vecindario de la Manzana 14 del barrio Guadalquivir de Córdoba se planta ante el abandono institucional

El vecindario de la Manzana 14 del barrio Guadalquivir de Córdoba se planta ante el abandono institucional
Las familias de la Manzana 14 del barrio Guadalquivir, en Córdoba, han iniciado una serie de movilizaciones para denunciar el grave deterioro de sus viviendas y exigir una rehabilitación integral urgente por parte de la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA) y de la Junta de Andalucía. Las protestas impulsadas por la Asociación Vecinal Amargacena, cuentan también con la participación de militantes hoacistas comprometidos con el derecho a una vivienda digna

El vecindario denuncia que, tras años conviviendo con “grietas, goteras, techos derrumbados, humedad, miedo e incertidumbre”, la situación ha alcanzado un punto insostenible.

“Responsables directas del deterioro que hoy pone en riesgo la salud, la seguridad y la dignidad de 94 familias”, señalan en un comunicado refiriéndose a AVRA y a la Administración autonómica.

Las viviendas afectadas se encuentran en el entorno de las calles Libertador Simón Bolívar, Libertador Hidalgo y Costilla, el pasaje Mezquita y la zona ajardinada del barrio obrero.

Pese a las actuaciones realizadas en los últimos años, especialmente varias fases de inyección de hormigón, la más reciente hace apenas unos meses, los problemas estructurales persisten.

“Las grietas vuelven a aparecer y los daños se agravan debido a los movimientos del terreno y las aguas subterráneas”, subraya el texto de denuncia, que se pregunta con indignación: “¿Esto es una solución real, o un parche para seguir enterrando el problema?”.

Condiciones de vida indignas

El deterioro estructural se traduce en condiciones de vida que el propio vecindario califica de inhumanas. Filtraciones constantes de agua, techos caídos, humedad persistente, malos olores, desagües rotos, contadores eléctricos expuestos al agua, patios sin mantenimiento y una suciedad que favorece la proliferación de ratas, cucarachas y mosquitos forman parte del día a día de las familias afectadas.

“Lo que debería ser un hogar se ha convertido en un espacio donde muchas personas viven con miedo, ansiedad y desesperanza”, alertan desde la asociación vecinal, una de las más veteranas de la ciudad.

A esta situación se suma, además, una barrera administrativa que dificulta aún más cualquier solución. AVRA exige que las incidencias se tramiten exclusivamente por escrito y por registro, un procedimiento “lento, rígido y, para muchas personas, inaccesible”, que desemboca en esperas de meses e incluso de más de un año sin respuesta efectiva.

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Promesas incumplidas y falta de voluntad política

El vecindario recuerda que a lo largo de este tiempo se han sucedido reuniones con la Delegación de Fomento, con responsables de AVRA y con representantes institucionales.

En esos encuentros se anunció un proyecto de rehabilitación integral, se prometió un seguimiento continuado y nuevos espacios de diálogo. Sin embargo, según denuncian, “la realidad es clara: no hay avances, no hay respuestas y no hay voluntad política visible” .

Ante este escenario, las familias han decidido dar un paso adelante y visibilizar públicamente su situación. “La Manzana 14 no va a seguir callando”, advierten en el comunicado.

Exigencias claras y movilización sostenida

Entre las principales demandas del vecindario figuran una rehabilitación integral real, urgente y con un calendario público; transparencia absoluta en las actuaciones; la constitución inmediata de comunidades de arrendatarios para poder gestionar el día a día y defender los derechos colectivos; y, en definitiva, “respeto, dignidad y una solución definitiva, no más parches”. “Vivir dignamente no es un privilegio: es un derecho”, que reclaman.

Las movilizaciones, en las que participan también militantes del movimiento de trabajadoras y trabajadores cristianos, pretenden mantenerse en el tiempo hasta que se produzca una respuesta “real, efectiva y justa”. “Hoy alzamos la voz. Hoy denunciamos. Hoy organizamos. Y no vamos a parar”, concluyen.