“Desalojar no resuelve el problema, lo desplaza”: fuerte rechazo social, sindical y eclesial al desalojo que deja en la calle a 400 personas en Badalona

Entidades sociales y de Iglesia, organizaciones sindicales y colectivos vecinales han denunciado con contundencia la decisión del Ayuntamiento de Badalona de dejar sin alternativa habitacional a cerca de 400 personas migrantes, tras el desalojo del antiguo instituto B9, una actuación que consideran deshumanizada, políticamente irresponsable y contraria a los derechos humanos
“Desalojar un espacio no resuelve el problema: simplemente lo desplaza”. Con esta advertencia, la Taula Sense Llar [Mesa Sin Hogar] de Badalona ha expresado su rechazo a una intervención que empujará a cientos de personas a dormir en la calle en pleno invierno, agravando una situación de exclusión residencial ya crítica en la ciudad. La plataforma, integrada por Cáritas diocesana de Barcelona, San Juan de Dios, Acogida y Esperanza, Formación y Trabajo, Roca y Pi, Cruz Roja, Mambré y Asaupam, lamenta que el consistorio haya optado por una actuación forzada sin ofrecer ninguna solución social ni residencial a medio y largo plazo.
Las entidades aseguran haber intentado reunirse con el Ayuntamiento para explorar alternativas al desalojo sin recibir respuesta, y denuncian la falta de prevención y de políticas públicas estables, especialmente grave en los meses más fríos y tras episodios recientes de lluvias intensas. “Los gestos, las decisiones y los discursos del Ayuntamiento hacia las personas que viven en la calle o en infraviviendas demuestran que no ha existido ninguna voluntad de dotarse de herramientas para abordar el sinhogarismo en la ciudad”, subrayan.
Un problema estructural que se agrava
Según el último recuento realizado en mayo de 2025, 110 personas dormían ya en la calle en Badalona, un 22% más que en 2023. El desalojo del B9, advierte la Taula, incrementará previsiblemente esta cifra en las próximas semanas. Pese a su compromiso, las entidades sociales recuerdan que sus 321 plazas en viviendas y 27 en un centro de acogida están ocupadas al 100%, lo que evidencia la incapacidad del tercer sector para absorber en solitario una emergencia de esta magnitud.
Las organizaciones recuerdan además decisiones municipales previas que han debilitado la red de atención: el abandono de la Taula Sense Llar a principios de 2025, el cierre en abril de 2024 del equipamiento Can Bofí Vell, que dejó a 45 personas en la calle, y el cierre del comedor social municipal.
“Una acción absolutamente deshumanizada”
CCOO y UGT de Cataluña han coincidido en calificar el desalojo del instituto B9 como una actuación deshumanizada, ejecutada sin alternativas habitacionales ni un acompañamiento social y legal adecuado para cerca de 400 personas, la mayoría migrantes en situación administrativa irregular y de extrema vulnerabilidad. Ambas organizaciones recuerdan que, al tratarse de un espacio de titularidad municipal, las administraciones tenían la responsabilidad de ofrecer soluciones desde políticas públicas comprometidas con los derechos humanos.
Los sindicatos denuncian además que la actuación, realizada en pleno invierno, agrava la exclusión y desplaza el problema hacia la calle, dejando la atención de las personas afectadas en manos de las entidades solidarias. CCOO alerta de la criminalización de la pobreza y de la población migrante, mientras que UGT critica la falta de coordinación con los servicios sociales y reclama respuestas dignas, preventivas y estables, vinculadas al derecho a la vivienda y a la justicia social.
El desalojo: orden judicial y decisión política
El operativo policial se llevó a cabo este miércoles a partir de las ocho de la mañana, con un amplio despliegue de los Mossos d’Esquadra, y ha concluido con 19 personas detenidas –en su mayoría por la aplicación de la Ley de Extranjería– y 181 identificadas. La actuación responde a una orden judicial dictada por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 11 de Barcelona, a petición del propio Ayuntamiento de Badalona, titular del inmueble.
Una vez finalizado el desalojo, el edificio ha sido entregado al consistorio, que prevé reconvertirlo en comisaría de la Guardia Urbana. Cerca de 200 personas habían abandonado previamente el inmueble ante la inminencia del operativo.
El alcalde, Xavier García Albiol (PP), ha defendido el desalojo como una actuación “necesaria y absolutamente justificada”, y ha asegurado que el Ayuntamiento no invertirá “ni un euro” en ofrecer una alternativa habitacional, más allá de una decena de casos de especial vulnerabilidad atendidos por los servicios sociales.
Desde la Generalitat se ha recordado que la atención social es competencia municipal, mientras que el delegado del Gobierno en Cataluña, Carlos Prieto, ha calificado de “deplorable” que el alcalde “no conozca” dichas competencias. Aunque el president Salvador Illa ha defendido el cumplimiento de la ley, ha apelado a la necesidad de atender a todas las personas afectadas.
La decisión municipal ha provocado una movilización ciudadana, con varios centenares de personas manifestándose en Badalona convocadas por asociaciones vecinales y sindicatos de vivienda.
Una interpelación ética desde la Iglesia
Las palabras recientes del papa León XIV a los movimientos sociales ofrecen una clave de lectura que conecta directamente con lo ocurrido en Badalona. “Las periferias claman por justicia, y ustedes gritan no por desesperación, sino por deseo”, afirmó el pontífice, recordando que cuando se da refugio a las personas sin techo “no se está materializando una ideología, sino viviendo realmente el Evangelio”.
“El rostro y las heridas de los pobres esconden el propio rostro de Cristo” (cf. Mt 25, 34-40), señaló el Papa, reconociendo a los movimientos sociales, la sociedad civil organizada y la Iglesia como “defensores de la humanidad, testigos de la justicia, poetas de la solidaridad”.
Un marco que contrasta con una actuación que, para amplios sectores sociales, ha convertido un problema social en una decisión política que deja a cientos de personas a la intemperie, desplazando el conflicto en lugar de afrontarlo desde la dignidad, los derechos y el bien común.

Director de Noticias Obreras.
Autor del libro No os dejéis robar la dignidad. El papa Francisco y el trabajo. (Ediciones HOAC, 2019). Coeditor del libro Ahora más que nunca. El compromiso cristiano en el mundo del trabajo. Prólogo del papa Francisco (Ediciones HOAC, 2022)



