Solo Just Eat aprueba en “trabajo justo”, mientras Uber, Cabify o Cuideo suspenden

Solo Just Eat aprueba en “trabajo justo”, mientras Uber, Cabify o Cuideo suspenden
El Informe Fairwork 2025, presentado por Comisiones Obreras (CCOO), apunta a que la mayoría de las empresas de economía de plataformas digitales suspenden en condiciones y derechos de las personas trabajadoras. El sindicato defiende una inteligencia artificial ética, transparente y democrática al servicio del trabajo decente y la justicia social

El Informe Fairwork España 2025, publicado bajo el título Avances insuficientes en la protección del trabajo en plataformas digitales, señala que la economía de plataformas “se ha consolidado en el mercado laboral español”, pero sin mejorar de forma sustancial las condiciones de quienes trabajan en ella, al contrario, es la precariedad la que tiene recorrido.

El estudio ha sido elaborado por equipos de investigación de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad de Valladolid, en colaboración con el Oxford Internet Institute (Universidad de Oxford) y con el apoyo institucional y financiero de la Fundación 1º de Mayo de CCOO, que presentó públicamente el informe este miércoles.

Durante el acto, el sindicato subrayó la urgencia de reforzar la inspección laboral y la transparencia algorítmica para garantizar derechos efectivos en el trabajo de las plataformas. “La laboralización constituye solo un punto de partida en la construcción de relaciones laborales más justas dentro de la economía de plataformas”, señala el informe.

Los cinco principios del trabajo justo

El proyecto internacional Fairwork evalúa cada año a las principales plataformas digitales según cinco principios básicos de trabajo justo: Pago, que garantice ingresos por encima del salario mínimo. Condiciones, que protejan la salud y la seguridad de las personas trabajadoras. Contrato, que asegure relaciones laborales transparentes y sin falsos autónomos. Gestión, que limite la arbitrariedad y la opacidad algorítmica. Y representación, que respete el derecho a la organización y negociación colectiva.

Cada principio se valora con una puntuación máxima de dos puntos, hasta un total de diez. El objetivo, explica el equipo investigador, es “visibilizar las diferencias entre plataformas y promover estándares mínimos universales de justicia laboral”.

Modelo que promueve el trabajo sin derechos

El análisis de Fairwork para España evalúa, en concreto, siete plataformas que representan distintos sectores de la economía digital: Just Eat, dedicada a la intermediación y entrega de comida a domicilio. Cabify, que ofrece servicios de transporte urbano de pasajeros mediante conductores de vehículos VTC. Livo, especializada en asistencia sanitaria y de enfermería a domicilio. Uber, que combina servicios de transporte urbano y entrega de comida a través de Uber Eats. Cuideo, centrada en los cuidados a personas mayores y dependientes. Glovo, plataforma de reparto de comida, productos y encargos a domicilio. Taskrabbit, orientada a servicios domésticos y pequeñas tareas o reparaciones.

El informe constata que el modelo se ha extendido “más allá de los sectores tradicionales del transporte y el reparto, alcanzando ámbitos como la enfermería o los cuidados domiciliarios”. Sin embargo, esa diversificación “no ha ido acompañada de una mejora generalizada de los estándares laborales”, lo que demuestra, según los autores, “la dificultad de trasladar los principios de trabajo decente al entorno digital”.

Solo Just Eat llega al aprobado

Las puntuaciones globales revelan la persistencia de amplias brechas en derechos laborales. Just Eat es la única plataforma que aprueba con una puntuación de 7 sobre 10, logrando acreditaciones en los cinco principios de trabajo justo.

En el extremo opuesto, Glovo, Cuideo y Taskrabbit no alcanzan ningún punto. El resto obtiene resultados intermedios: Cabify y Livo, 3 puntos; Uber, 2. Según el equipo investigador, “los avances son puntuales y dependen más de la voluntad empresarial que de una regulación efectiva y homogénea”.

En el apartado de pago justo, cuatro plataformas (Cabify, Just Eat, Livo y Uber) pagan por encima del salario mínimo interprofesional (9,26 €/h), aunque solo Livo supera el “salario vital” estimado por Fairwork en 10,6 €/h.

En cuanto a las condiciones laborales, únicamente Just Eat demuestra “una política sólida de prevención de riesgos y protección sanitaria para sus repartidores”. En el resto, persisten “carencias graves en la cobertura de accidentes, enfermedades y riesgos asociados al uso intensivo de algoritmos de control”.

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El secretario de Acción Sindical y Transiciones Estratégicas de CCOO, Javier  Pacheco destacó que experiencias como la del convenio de Just Eat demuestran que la negociación colectiva es una herramienta eficaz para humanizar la tecnología, anticipando los riesgos de la automatización, al tiempo que ha subrayado que la IA “debe utilizarse con criterios de justicia social y hay que poner las bases para construir un marco de derechos que combine innovación tecnológica con protección laboral”.

Subcontratación, la opacidad algorítmica y derecho a la representación

El informe denuncia que la subcontratación y la opacidad algorítmica siguen siendo las principales fuentes de vulnerabilidad. “En muchos casos, los contratos no reflejan la realidad de las relaciones laborales y los trabajadores quedan atrapados en cadenas de subcontratación donde las responsabilidades se diluyen”, afirma.

La gestión algorítmica continúa siendo un terreno oscuro: los sistemas de evaluación, asignación de tareas y penalización automática “carecen de transparencia y de mecanismos efectivos de recurso”. Fairwork insiste en que las decisiones automatizadas deben “estar sujetas a supervisión humana y garantizar derechos básicos de defensa y apelación”.

Solo tres plataformas (Just Eat, Cabify y Uber) permiten algún tipo de representación sindical o interlocución. Sin embargo, en el caso de las dos últimas, esta depende de las empresas VTC asociadas y no de la plataforma matriz.

Just Eat, en cambio, cuenta con “órganos sindicales reconocidos y convenios colectivos que cubren a la totalidad de su plantilla”, lo que la sitúa a la cabeza del cumplimiento de los estándares Fairwork.

Glovo se laboraliza

El informe dedica un apartado especial a la laboralización completa de Glovo en julio de 2025, tras años de sanciones y sentencias que confirmaron la relación laboral de sus repartidores. Aunque el nuevo modelo no ha sido evaluado en esta edición, Fairwork lo interpreta como “una victoria para quienes apostaron por la laboralización del sector como vía de mejora de las condiciones de trabajo”.

De las plataformas analizadas, Uber Eats sigue siendo la única que mantiene personal autónomo, lo que reproduce “las dinámicas de precarización más severas del periodo anterior a la Ley Rider”.

En definitiva, el estudio muestra que la regulación de las relaciones laborales en plataformas digitales ha avanzado, pero aún está lejos de garantizar un trabajo justo. La formalización de las relaciones laborales y la aplicación de la ley rider son solo un punto de partida.

El reto, subrayan los autores, consiste en asegurar efectivamente los cinco principios que definen ese concepto de trabajo justo como pilares de una economía digital que respete la dignidad y los derechos de las personas trabajadoras.

Finalmente, Pacheco reafirmó el compromiso del sindicato con un modelo de digitalización “que sitúe los derechos laborales en el centro de la transición tecnológica”, apostando por una inteligencia artificial ética, transparente y democrática, al servicio del trabajo decente y la justicia social.