Organizaciones sociales, sindicales y eclesiales debate en Lugo sobre migración y trabajo digno: “Si miramos hacia otro lado, también somos culpables”

En un contexto de creciente precariedad laboral y discursos de exclusión contra personas trabajadoras migrantes, la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) diocesana reunió en Lugo a representantes sindicales, entidades sociales y asociaciones de personas migrantes para dialogar y denunciar las condiciones injustas que sufren quienes llegan buscando una vida mejor y para reclamar un cambio de mirada y de políticas que garanticen el trabajo digno como derecho humano universal.
La cita, celebrada este miércoles en O Vello Cárcer, congregó a más de sesenta personas con el lema “El trabajo es un derecho, no un privilegio”.
Moderada por Begoña Sánchez , miembro del equipo ITD de la diócesis de Lugo, la mesa redonda reunió a Ana María Bereciartua, de la Asociación Rioplatenses; a Karina Mago, de la Asociación Venezolanos; a Lois Nieto, del sindicato CIG Lugo-A Mariña, a Manuel Quiñóa, de CCOO; a José Luis López, en representación de los sectores agroalimentarios; y a José María Pérez, de ITD Mondoñedo-Ferrol, el debate se estructuró según el método de la Doctrina Social de la Iglesia (ver, juzgar y actuar), con intervenciones breves y un diálogo vivo entre ponentes y público.
Ver: precariedad y barreras que niegan derechos
Las intervenciones pusieron voz a testimonios de precariedad, explotación y falta de derechos, agravados por las barreras administrativas que impiden la integración laboral y social de muchas personas migrantes.
Se recordó que en Lugo conviven 126 nacionalidades y se apeló a no perder el carácter “amable y acogedor” de la ciudad.
Juzgar: recuperar la dignidad del trabajo y de la persona
Durante la segunda fase, se destacó la urgencia de reconocer la dignidad del trabajo como núcleo de la justicia social, frente al individualismo y la indiferencia.
“No basta con la acogida; hace falta reconocimiento y derechos”, resumió uno de los participantes. “También existe explotación laboral y precariedad; si miramos hacia otro lado, no solo somos cómplices, también culpables”, se subrayó.

Actuar: tejer redes y reclamar justicia
La mesa concluyó con un llamamiento a fortalecer la colaboración entre sindicatos, asociaciones y comunidades cristianas, así como con la defensa de la Iniciativa Legislativa Popular para la regularización de las personas migrantes.
Se pidió mejorar la eficacia de los recursos públicos de acogida, señalando que “tres días de estancia en el albergue municipal no son suficientes”.
El encuentro terminó con un mensaje de compromiso: tejer redes de solidaridad y acompañamiento para construir una sociedad en la que todas las personas trabajadoras, vengan de donde vengan, puedan vivir y trabajar con derechos y dignidad, haciendo suyas las palabras del papa Francisco: “No hay peor pobreza que la que priva del trabajo y de la dignidad del trabajo”.

Redacción de Noticias Obreras.



