Los movimientos sociales denuncian la “hipocresía climática” de los países ricos y reclaman justicia en la COP30

Los movimientos sociales denuncian la “hipocresía climática” de los países ricos y reclaman justicia en la COP30
FOTO | Vía Colectivo Apoena
La Cumbre de los Pueblos alerta sobre la apropiación de la Amazonia por intereses de mercado y reafirma su agenda en seis ejes de lucha

Los movimientos sociales y organizaciones populares que participan en la Cumbre de los Pueblos, el espacio alternativo a la COP30 denunciaron la falta de compromisos reales de los líderes planetarios para poner fin a los combustibles fósiles y la creciente apropiación de los mecanismos de protección de la Amazonia por intereses de mercado.

Representantes de la Red de Acción Climática (CAN Internacional), el Movimiento por la Soberanía Popular en la Minería (MAM), la Campaña Global por Justicia Climática (DCJ) y La Vía Campesina (LVC) coincidieron en señalar que la Cumbre de Líderes –espacio de los líderes políticos previo a las negociaciones de la COP30– ha sido “la cumbre de la verdad vacía”, dominada por discursos sin acciones concretas y por un modelo de transición energética impuesto desde los países del Norte global.

Jacobo Ocharan, de CAN Internacional (México), expresó la decepción compartida por las organizaciones del Sur global: “Esperábamos que esta fuera la COP de la verdad, pero hasta ahora hay poca verdad y mucho vacío de compromiso por parte de los países históricamente responsables de la crisis climática”. El activista denunció que “las naciones ricas han llegado con las manos vacías, sin planes realistas ni compromisos concretos con la eliminación progresiva de los combustibles fósiles”.

Desde Brasil, Isabely Miranda, del Movimiento por la Soberanía Popular en la Minería (MAM), cuestionó la narrativa dominante sobre la llamada “transición energética”, a la que calificó de “expansión energética disfrazada”. Criticó el modelo basado en la extracción intensiva de minerales y la desigualdad estructural entre hemisferios, y exigió responsabilidad a las grandes corporaciones: “Las mineras, las industrias y el agronegocio deben dejar de matarnos y de matar la naturaleza”.

El activista Tyrone Scott, de la Campaña Global por Justicia Climática (DCJ), denunció la hipocresía de las potencias que se enriquecieron a través del colonialismo y la esclavitud, pero que ahora rehúyen su responsabilidad histórica: “Lo que el mundo necesita no es caridad, sino justicia”. Desde su experiencia en Jamaica, recordó el impacto del reciente huracán Melissa y advirtió que “esto no es liderazgo climático, es hipocresía climática”.

En la misma línea, Jyoti Fernandes, de La Vía Campesina (Reino Unido-India), subrayó: “Reparaciones, no caridad”. Defendió un sistema de financiamiento climático público, “no condicionado ni sometido al control del mercado”, y reafirmó el compromiso campesino: “Creemos en la vida. Y por ella luchamos”.

Seis ejes para una justicia climática integral

Beatriz Moreira, del Movimiento de Afectados por Represas (MAB), recordó que este proceso de articulación nació hace dos años y hoy reúne a más de 1.100 organizaciones de todo el mundo. “Si existe una solución al desequilibrio que vivimos, está en nosotros –en los pueblos que habitan y defienden los territorios–”, afirmó.

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La Cumbre de los Pueblos se articula en torno a seis ejes estratégicos: 1) Justicia climática y reparación. 2) Transición justa, popular e inclusiva. 3) Soberanía alimentaria.
4) Derechos territoriales y de los bosques. 5) Internacionalismo y solidaridad. 6) Perspectivas feministas y de los pueblos en los territorios.

La barcata: un manifiesto fluvial por la justicia climática

A partir del 12 de noviembre, la Cumbre de los Pueblos desarrollará una intensa agenda que incluye plenarias temáticas, la redacción de la Carta de los Pueblos, una marcha por la Justicia Climática, un banquete popular y una audiencia con la presidencia de la COP30.

Además, este miércoles, se ha organizado una “barcata”, “un gran acto político sobre las aguas”, más de 200 embarcaciones con 5.000 personas navegarán por la Baía do Guajará, desde la Universidad Federal de Pará hasta la Vila da Barca, barrio símbolo de exclusión y resistencia, para denunciar las falsas soluciones climáticas. Según Iury Paulino (MAB), la acción denunciará los impactos de represas y corporaciones que destruyen ríos y comunidades.

“Creemos que va a ser histórico”, subrayó. Entre los barcos, la Caravana de la Respuesta reúne a 300 líderes indígenas, ribereños y campesinos encabezados por Raoni Metuktire y Alessandra Korap. “La respuesta es agroecología, solidaridad y territorios vivos”, afirma Pedro Charbel (Alianza Basta de Soja).

“Las aguas de la Amazonía traen las voces que el mundo necesita escuchar”, dice Lider Gongora, del Foro Mundial de Pescadores. La barcata expresará la unión de más de 1.000 movimientos que defienden los territorios, el clima y la vida, y reafirmando así su voz crítica y conciencia global frente a lo que describen como una gobernanza climática “cooptada por los intereses corporativos” y alejada de las verdaderas soluciones basadas en los pueblos y en el cuidado de la casa común.