La Iglesia latinoamericana impulsa en la COP30 un diálogo global por la justicia climática y la conversión ecológica

La Iglesia latinoamericana impulsa en la COP30 un diálogo global por la justicia climática y la conversión ecológica
FOTO | Ueslei Marcelino
El Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) organiza en la COP30 una serie de paneles sobre transición justa, deuda ecológica y nuevos estilos de vida, con participación de líderes de África, Asia y América Latina. Con esta presencia articulada y plural, la Iglesia del continente que escucha y propone se consolida como un actor relevante en el debate climático internacional, promoviendo una ecología integral que no separe la defensa del planeta del cuidado de la dignidad humana.

La presencia de la Iglesia católica en la Cumbre del Clima de la ONU (COP30) que se celebra en Belém (Brasil) no se limita a la delegación oficial de la Santa Sede. También el CELAM participa con una agenda propia, centrada en el diálogo social y en la promoción de una conversión ecológica estructural que responda a la crisis climática desde la fe, la justicia y la cooperación internacional.

En vísperas del inicio de la cumbre, en julio, representantes del CELAM, la Federación de Conferencias Episcopales de Asia (FABC) y el Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM) –las Iglesias del Sur global– presentaron en la Sala Stampa del Vaticano el documento Un llamado por la justicia climática y la casa común: conversión ecológica, transformación y resistencia a las falsas soluciones, con el apoyo de la Pontificia Comisión para América Latina.

En él reclaman un compromiso moral frente a “una guerra a pedazos contra la creación” y denuncian “un sistema de producción y consumo sin regulaciones éticas”. El cardenal Jaime Spengler advirtió que “no hay justicia climática sin conversión ecológica”, mientras los cardenales Filipe Neri y Fridolin Ambongo insistieron en que la COP30 “debe ser un punto de inflexión moral” y que “África quiere vivir, África quiere respirar”, uniendo así la voz profética de los pueblos más afectados por la crisis ambiental.

Justicia social, ecológica y espiritual

“La Iglesia latinoamericana quiere contribuir a los procesos de transformación global con una mirada que una justicia social, ecológica y espiritual”, subraya el comunicado de este consejo episcopal latinoamericano que, con el lema “Organizar la esperanza”, impulsa una serie de paneles y encuentros que buscan articular una respuesta profética frente a la emergencia ambiental global, inspirada en el magisterio de Laudato si’ y Laudate Deum.

Esta agenda pretende reunir a científicos, empresarios, representantes sindicales, líderes comunitarios, obispos, religiosos y representantes de organismos internacionales, como la OIT, para generar alianzas y propuestas concretas hacia una transición justa.

La agenda, que se desarrolla principalmente en los pabellones de Naciones Unidas y de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), comienza con el panel “Diálogo socioambiental por la paz: adaptación y transición justa”, en el que intervienen el cardenal Leonardo Steiner, arzobispo de Manaos, Emilce Cuda, secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina; Eduardo Agosta, director de Ecología Integral de la Conferencia Episcopal Español (CEE) junto con expertos y representantes socioeconómicos con el objetivo de poner en común experiencias que integren sostenibilidad ambiental, justicia laboral y cohesión social.

La voz profética y justicia integral

El CELAM promueve asimismo el encuentro “La voz profética del Sur Global por el cuidado de la Casa Común”, con la participación de los cardenales Jaime Spengler (CELAM), Fridolin Ambongo (SECAM, África) y Felipe Neri Ferrao (FABC, Asia), acompañados por el secretario ejecutivo de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático, Simon Stiell. Este panel simboliza la convergencia entre las Iglesias del Sur global en torno a la justicia climática, mostrando que las comunidades más afectadas por la crisis ambiental también son fuente de alternativas y liderazgo ético.

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Otra sesión destacada aborda la remisión de la deuda pública como cuestión de justicia integral y reparación histórica, con la intervención de monseñor Lizardo Estrada Herrera, secretario general del CELAM, junto a representantes de Cáritas, la OIT y organizaciones sindicales. Se busca visibilizar la conexión entre deuda externa y deuda ecológica, uno de los ejes que el Vaticano también ha subrayado en la bula jubilar Spes non confundit del papa Francisco.

Una agenda del Sur para la justicia climática

El 17 de noviembre, la Iglesia latinoamericana participará junto al Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) en el panel “Construir la justicia climática en el Sur Global”, con la presencia de los cardenales Spengler, Ambongo, Ferrao, Steiner y Barreto. Ese mismo día, en el pabellón de la OEI, se celebrará el foro “La vida pende de un hilo”, centrado en la transición energética justa, la transparencia y la responsabilidad en el Sur global, con la participación de Oscar Elizalde, coordinador de comunicación del CELAM.

La programación incluye además un acto simbólico en el Museo de la Amazonía, donde se donará una pieza cultural utilizada en el Sínodo Amazónico de 2019 como signo de continuidad entre los procesos eclesiales y los compromisos por la Casa Común.

Nuevos estilos de vida y educación ecológica

El 18 de noviembre se desarrollarán dos encuentros orientados a la conversión ecológica estructural. El primero, titulado “Abandono de los combustibles fósiles y nuevos estilos de vida”, abordará el papel de la educación y la formación como pilares de un cambio cultural duradero. Participarán el cardenal Leonardo Steiner, el obispo Lizardo Estrada, Dario Bossi (Red Iglesia y Minería) y representantes de la Red Universitaria de la Casa Común (RUC).

El segundo panel, “Contribuciones Nacionales Determinadas: organizando la esperanza”, reunirá a líderes eclesiales, académicos, sindicales y ambientales para evaluar la suficiencia de los compromisos climáticos actuales y proponer mecanismos de verificación y acompañamiento desde las comunidades de fe.