El “Black Friday” dispara ventas pero consolida empleo precario: el 80% de los contratos serán temporales

El “Black Friday” dispara ventas pero consolida empleo precario: el 80% de los contratos serán temporales
FOTO | Robin Utrecht, vía EFE
El sindicato CCOO alerta del deterioro laboral en el mayor nicho de empleo del país y denuncia “trabajos mal pagados, invisibilizados y ni siquiera compensados por el sobresfuerzo” de las plantillas

El inicio de la campaña del Black Friday vuelve a poner de relieve la distancia entre el incremento de la facturación comercial y la calidad del empleo que se crea. Según un informe elaborado por la Federación de Servicios de CCOO, este periodo, que comienza ahora, enlaza con la campaña navideña y las rebajas de enero, creará alrededor de 33.000 empleos, pero “el 80% serán contratos temporales y el 90% a tiempo parcial”.

El sindicato sostiene que este modelo de contratación, fragmentada y estacional “no repercute en los salarios ni en las condiciones laborales”, y reitera que el comercio minorista continúa siendo “de los peor retribuidos” del país.

El informe constata que el volumen de ventas lleva años en ascenso. Tras la pandemia, el sector ha registrado incrementos de hasta un 30% en las ventas y de más del 40% en los excedentes, mientras el empleo únicamente ha crecido un 3%.

En el comercio textil, intensivo en mano de obra, la situación es aún más preocupante: el personal remunerado ha caído un -6%, pese a la apertura de nuevos establecimientos y al auge del turismo de compras.

Para la organización de trabajadoras y trabajadores, esta contradicción obedece a “un proceso de organización de modelos productivos basados en el trabajo a demanda”, que prioriza la flexibilidad laboral unilateral y la reducción de plantillas.

El sindicato alerta de que, tras la crisis de 2020, el gasto en personal se ha mantenido estancado (16%), mientras el excedente empresarial ha crecido casi un 8% y los márgenes alcanzan el 9,7%. “El incremento de la facturación y de los beneficios empresariales no repercute en los salarios ni en las condiciones laborales”, subraya el informe

Un empleo feminizado, parcial y mal pagado

La precariedad estructural del comercio se traduce en condiciones laborales que penalizan especialmente a las mujeres. El estudio destaca que “las mujeres representan el 70% de la fuerza de trabajo en el comercio textil”, con una brecha salarial del 17% y salarios medios de 18.945€ brutos anuales, apenas un 14% por encima del salario mínimo interprofesional (SMI). En el conjunto del comercio minorista, el salario medio es de 20.274 euros brutos al año, un 26% inferior a la media nacional.

El sindicato contrapone esta realidad a la creciente complejidad del trabajo cotidiano en tiendas, donde la multitarea se ha convertido en norma: atención al cliente, reposición, inventarios, devoluciones, resolución de incidencias y manejo de sistemas digitales. Una realidad de trabajo “que aumenta la carga física y mental sin reconocimiento salarial”.

Horarios extenuantes y riesgos para la salud

La campaña comercial intensifica además la presión sobre las plantillas. La organización sindical denuncia “horarios extenuantes”, “nula conciliación” y un repunte de la siniestralidad laboral, especialmente en riesgos psicosociales.

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La parcialidad, que alcanza ya al 31% de las plantillas, constituye uno de los principales factores de precarización. Para el sindicato, esta “parcialidad no deseada” es consecuencia directa de un modelo que “ajusta los tiempos del trabajo a los tiempos de la actividad productiva”, consolidando jornadas irregulares, horas complementarias y trabajo en domingos y festivos.

El informe también llama la atención sobre la implantación acelerada de herramientas digitales y IA generativa, una tendencia que, según el sindicato, “avanza en detrimento de las plantillas” y acentúa la erosión del empleo estable.

Mientras crece la inversión empresarial en activos tecnológicos (un 150% desde 2019), disminuye el personal en tienda y se intensifican las cargas de trabajo, especialmente en las grandes cadenas de comercio minorista.

Trabajo decente para la principal actividad económica del país

En el capítulo de propuestas, CCOO reclama el respeto efectivo al descanso diario y semanal, el cumplimiento estricto de los calendarios laborales y la garantía de que el trabajo en domingos y festivos sea siempre voluntario y adecuadamente compensado.

El sindicato exige también la reducción de la parcialidad no deseada para avanzar hacia empleos estables, así como retribuciones por encima del SMI que estén en consonancia con la responsabilidad y las exigencias del sector.

A ello suma la aplicación rigurosa de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, especialmente en lo relativo a los riesgos psicosociales, una formación adecuada que dignifique la profesión y plantillas suficientes en los periodos de mayor carga de trabajo para asegurar un servicio profesional y de calidad.

Un modelo dominante

En términos políticos y sociales, el diagnóstico que proyecta el informe determina que el Black Friday no solo es un termómetro de consumismo sino también del modelo laboral dominante en el comercio, marcado por la inestabilidad, la parcialidad y la falta de reconocimiento.

El sector más numeroso en empleo con más de 2,5 millones de personas, el 14,3% del total de la población asalariada, no puede sostenerse sobre “trabajos mal pagados, invisibilizados” ni sobre una rotación permanente que dificulta la profesionalización y la calidad del servicio. Un modelo donde “las principales beneficiadas siguen siendo las grandes firmas con mayores cuotas de mercado”.