Las emisiones de ozono se disparan por el calor y los incendios

Las emisiones de ozono se disparan por el calor y los incendios
El ozono troposférico ha alcanzado niveles alarmantes especialmente durante las olas de calor del verano, el más cálido registrado hasta la fecha, en el Estado español durante 2025, según el último informe presentado por Ecologistas en Acción.

En los últimos años, la práctica totalidad de la población española y europea viene respirando aire contaminado, que incumple los estándares recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualizados por última vez en 2021.

Esta situación ha sido puesta de manifiesto por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) y, en nuestro país, por los informes sobre la calidad del aire en el Estado español que desde hace dos décadas viene publicando anualmente Ecologistas en Acción.

El informe señala que más del 97 % de la población española ha estado expuesta a concentraciones de ozono superiores a las recomendadas por la Organización Mundial de la Salud, lo que equivale a casi 47 millones de personas. Incluso bajo los estándares legales actuales, más de ocho millones de personas han respirado aire contaminado, cifra que se eleva a doce millones si se consideran los límites que la Unión Europea prevé aplicar en 2030.

Ecologistas en Acción denuncia que esta situación se agrava por la falta de respuesta institucional. En varias comunidades autónomas no se activaron los protocolos de información y alerta a la población, a pesar de que las superaciones de los niveles legales eran reiteradas. La organización critica que, cinco años después de iniciarse su elaboración, el Plan Nacional de Ozono sigue sin aprobarse, y muchas comunidades autónomas carecen de planes de acción específicos.

El ozono troposférico, que se forma por la interacción de la radiación solar con contaminantes como los óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles, tiene graves consecuencias para la salud. Según el Instituto de Salud Carlos III, solo durante el verano de 2025 se han producido al menos 3.840 muertes adicionales atribuibles a la combinación de calor extremo y contaminación por ozono.

Ecologistas en Acción reclama medidas urgentes para reducir las emisiones de los precursores del ozono, especialmente en sectores como el transporte, la industria, la ganadería intensiva y la gestión de residuos.

Por una transición energética justa

La organización propone una transición energética justa que incluya la penalización del diésel, el fomento del transporte público, el autoconsumo energético y la adaptación de los horarios laborales a las condiciones ambientales.

Desde 2007 los contaminantes clásicos como las partículas y dióxido de nitrógeno NO2, están reduciéndose, aunque todavía están muy presentes en la atmósfera. La razón esta la menor movilidad motorizada y actividad industrial provocada por la crisis de 2028, la sustitución de las centrales térmicas por la energía eólica y solar, la renovación del parque automovilístico con vehículos más eficientes  y las mejores técnicas de los sistemas productivos.

No está sucediendo igual con el ozono troposférico, el contaminante de mayor extensión y afección en España, cuyos niveles se mantenían en los últimos años estacionarios o en muchas zonas incluso al alza. En realidad, ocurre en la Europa mediterránea, dado que el ozono “malo”, en contraste con el de la estratosfera, se forma en verano cerca de la superficie terrestre, por efecto combinado de la radiación solar y las emisiones de óxidos de nitrógeno (NO x ) y compuestos orgánicos volátiles (COV) a partir de la combustión de carbón, petróleo o gas en centrales eléctricas, vehículos a motor y calderas urbanas e industriales.

La evolución al alza de la contaminación por ozono se asocia al incremento en verano de las temperaturas medias y de las olas de calor, aunque mediatiza por la presencia de otros gases, en particular el NO2  que eleva los niveles de ozono en áreas antes “libres” de este contaminante. Para complicar la situación,  los desplazamientos de masas de aire contaminado, por ejemplo entre la Comunidad de Madrid y ambas Castillas, o de carácter transfronterizo entre Francia e  Italia y las Illes Balears, alteran también la presencia de ozono en el aire.