‘Femigenocidio’ en Gaza: una guerra también contra las mujeres

‘Femigenocidio’ en Gaza: una guerra también contra las mujeres
FOTO | Una joven gazatí sostiene su bebé mientras en un refugio. Vía SeventyFour, Shutterstock

Ha sido, es genocidio. El 16 de septiembre de 2025 el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas calificó así las actuaciones de las fuerzas de seguridad de Israel en Gaza. De igual manera, la Declaración, aprobada el 4 de agosto, condenaba rotundamente los atentados cometidos por el grupo Hamás hace dos años.

El término “femigenocidio” aparecía este año en el informe de Naciones Unidas sobre la violencia a gran escala contra las mujeres palestinas. ¿Qué hacer? El marco normativo está definido desde 1949 con la Convención de Ginebra: la protección de civiles es una obligación. Incluso en los conflictos armados se debe reconocer el “derecho a tener derechos”, como lo llamó la filósofa alemana Hannah Arendt.

Genocidio engloba todos los actos cometidos con el propósito de destruir un grupo de forma total o parcial. En 2023, Sudáfrica denunció a Israel por genocidio ante el Tribunal Penal Internacional, solicitando medidas de protección para el pueblo palestino.

En Israel, y en 2025, el informe “Nuestro Genocidio”, de B’Tselem –Centro por los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados– denuncia la limpieza étnica y el genocidio en Gaza. Physicians for Human Rights Israel (PHRI) ha documentado también el impacto de los ataques en la salud, la vida de la población en la zona ocupada.

Datos sobre el número de fallecimientos, destrucción de infraestructuras sanitarias y las condiciones de quienes aun sobreviven en Gaza son actualizados cada mes por la Organización Mundial de la Salud. Más de 1 700 000 niños necesitan urgentemente asistencia, asegura UNICEF. En la franja de Gaza y con la hambruna, entre la población más vulnerable están los menores y las mujeres, según la Clasificación Integrada de Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC).

28.000 mujeres fallecidas

Desde octubre de 2023, han muerto 28.000 mujeres. Pueden ser muchas más, con las víctimas no contabilizadas tras los bombardeos sufridos en los territorios ocupados de forma ilegal por Israel.

Hacer visible la situación de las mujeres y el impacto directo de la ocupación de Israel sobre la salud sexual y reproductiva es clave para entender lo ocurrido en Gaza. Además de la carencia de alimentos y agua potable, sin medidas de higiene accesibles y con apartheid sanitario, se tiene que hablar abiertamente de mujeres y genocidio o femigenocidio en Gaza. Lo ha hecho la relatora de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese.

Violencia masiva y exterminio

“Femigenocidio” es violencia masiva e impersonal contra las mujeres en procesos de exterminio de un pueblo, en la definición de Rita Segato, profesora de Antropología y Bioética en la Cátedra UNESCO de la Universidad de Brasilia (Brasil). El feminicio, asesinato de mujeres, tiene lugar en otro ámbito, las relaciones de género.

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Como en anteriores intentos de acabar con la población de un país, la violencia a gran escala contra las mujeres –violaciones incluidas– ha sido utilizada en Gaza [como arma de guerra]. En el Estatuto de Roma, la violencia sexual en los conflictos armados es considerada un crimen contra la humanidad.

Ellas son fundamentales en los procesos de paz

En conclusión, la violencia sistemática tiene especiales formas y consecuencias para ellas, la mitad de la población. Así ha ocurrido en Gaza en durante la ocupación y los ataques por parte de Israel. Conviene recordar, entonces, que la participación de las mujeres es clave para llevar adelante los procesos para una paz sostenible.

Lo viene defendiendo Naciones Unidas desde hace años, tanto para documentar los ataques que ellas padecen en los conflictos armados como para subrayar su papel activo –positivo– en las complejas negociaciones y procesos de paz. Esto vale también para las iniciativas sobre el futuro de las zonas bajo control de Israel o del comité internacional, al que se refiere el plan de Trump. Nada de eso aparece, sin embargo, en las declaraciones del presidente de Estados Unidos sobre el acuerdo de alto el fuego y el plan de paz.

¿Qué hacer ahora? Es evidente la brutalidad en los ataques del grupo Hamás. Por lo mismo, por el rechazo a la violencia contra los civiles o no combatientes, se debe tener en cuenta la magnitud de los daños provocados en Gaza y Cisjordania por Israel y, ante todo, los derechos de toda la población. También el “derecho a tener derechos” de las mujeres en las zonas ocupadas. De lo contrario, el plan defendido por el presidente Trump –junto al jefe de gobierno de Israel, Benjamín Netanyahu– no será un plan de paz. Será algo distinto.

 

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Artículo publicado originalmente en The Conversation

The Conversation