Criticas a la reforma universitaria por falta de transparencia y permisividad con las privadas

Aunque el Gobierno ha anunciado que endurecerá los requisitos para la aprobación de más universidades privadas, su plan no ha sido consultado con la comunidad educativa, ni establece sufrientes garantías, según denuncia el sindicato CCOO.
El Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades ha presentado en el Consejo de Ministros un real decreto para cambiar los requisitos vigentes para la creación de universidades privadas.
La reforma del RD 640/2021 de creación, reconocimiento y autorización de universidades y centros universitarios, no ha sido consultada ni mucho menos negociada con la comunidad universitaria y agentes sociales.
CCOO ha criticado “la falta de transparencia” con que el Gobierno ha acometido esta reforma, además de calificarla como de “intento fallido”, al no impedir el crecimiento injustificado de las universidades privadas en detrimento del sistema público universitario.
“Lo único cierto del nuevo texto, a la espera de conocer otros posibles cambios, es que se han caído dos cuestiones esenciales”, explica la secretaria confederal de Participación Institucional y Movimientos Sociales, Carmen Vidal.
En concreto, advierte que la redacción actual no exige experiencia previa a los promotores de nuevos centros universitarios. Tampoco será necesario contar con la opinión favorable de la Conferencia General de Política Universitaria, cuando se pretenda crear una universidad en una comunidad autónoma distinta a aquella donde está su sede social.
De modo que “cualquier persona o empresa podrá promover una universidad, aunque su actividad profesional nada tenga que ver con el ámbito universitario”, mientras que las comunidades autónomas podrán autorizar su creación, aunque el dictamen de Política Universitaria sea negativo.
CCOO ha insistido desde el primer momento en la necesidad de una mayor ambición por parte del Gobierno en la reforma del RD 640/2021, que debería garantizar “que cualquier universidad en funcionamiento o que se pueda crear en un futuro, especialmente en el caso de las universidades privadas, no se limite únicamente a difundir el conocimiento, sino que sea realmente una institución creadora, preservadora, transmisora y difusora del conocimiento y la cultura, como lo son las universidades públicas”, zanja Vidal.
En su opinión, “resulta imprescindible que los criterios de necesidad, idoneidad y calidad primen en la decisión final de creación de la universidad sobre las consideraciones políticas, que dependen básicamente de las mayorías parlamentarias”.
El sindicato considera que “se debe armonizar y aumentar la exigencia de los requisitos mínimos para poder hablar de universidad, así como fijar unos niveles básicos de calidad en todos los componentes de nuestro sistema universitario, en el que coexisten las universidades públicas, con una buena calidad media, y las privadas”.
CCOO recuerda que una parte importante de las universidades privadas tiene un bajo nivel académico, lo que se refleja en una actividad de investigación residual que perjudica claramente al conjunto del sistema universitario lo que puede provocar, en base a la información disponible, que no esté garantizado con la nueva norma.

Redactor jefe de Noticias Obreras



