A pesar del máximo histórico de ocupación, el paro aumenta en el tercer trimestre de 2025

A pesar del máximo histórico de ocupación, el paro aumenta en el tercer trimestre de 2025
FOTO | Óscar Cañas, vía Europa Press
El número de personas desempleadas se sitúa en 2.613.200, tras un aumento de 60.100 parados en el tercer trimestre de este año, con lo que la tasa de paro queda en el 10,45 % de la población activa.  A la vez, el nivel de ocupación alcanza un máximo histórico con histórico con 22,39 millones de personas con empleo, 562.500 más que hace un año.

El aumento del número de personas desempleadas se explica por el fuerte crecimiento de la población activa, que ha superado por primera vez los 25 millones de personas, tras incrementarse en 178.500 las personas que buscan activamente un puesto de trabajo, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Lo cierto es que más personas que nunca están dispuestas a trabajar en España, pero la economía no consigue generar suficiente empleo para impedir que el paro aumente.

La tasa de paro española sigue siendo una de las más altas de Europa, prácticamente el doble de la media comunitaria, a pesar de que en comparación con el mismo periodo del año pasado hay 140.900 parados menos

Por sectores, la subida de parados afectó en mayor medida a los Servicios, donde se incrementó en 75.700 personas, y en la Agricultura, con 10.800 parados más. Por su parte, disminuyó en la Industria (16.600 menos) y en la Construcción (10.300 menos).

Atendiendo a la diferencia por sexos, el número de hombres en situación de desempleo se redujo en 22.600 este trimestre (hasta 1.180.400), mientras que el de mujeres aumentó en 82.700, superando 1,4 millones.

De esta forma, la tasa de paro femenina subió seis décimas, hasta el 12,11%; y la masculina descendió en 23 centésimas, rozando el 9%.

La peor parte de se la llevó el paro juvenil, que repuntó un 11,9% en el tercer trimestre al sumar 53.600 menores de 25 años desempleados, dejando la cifra total en 504.100.

Nivel de ocupación

Durante el trimestre, se crearon 118.400 empleos, una cifra ligeramente inferior a la registrada en el mismo periodo del año anterior (138.300 ocupados más) y muy por debajo de la media de los ejercicios previos a la pandemia.

El alto número de ocupados (casi 22,4 millones) se explica por la actividad del sector Servicios, que coincidiendo con la temporada estival contabilizó 39.100 personas más trabajando; aunque fue la Industria el sector que más empleos creó en el tercer trimestre: 64.100, prácticamente la mitad. Por su parte, la Construcción anotó 32.600 trabajadores más, mientras que la Agricultura perdió 17.400.

Al ser sectores tan masculinizados, el grueso de la creación de empleo se dio entre los hombres en el tercer trimestre, ocupando nueve de cada diez nuevos puestos de trabajo: 107.100 frente a 11.300 para las mujeres.

La ocupación del sexo masculino roza ya los 12 millones, mientras que la femenina supera ligeramente los 10,4 millones y vuelve a marcar otro récord.

A su vez, la mayor parte del crecimiento de la ocupación del tercer trimestre se registró en el sector privado, con un incremento de 107.600 personas, frente a las 10.800 en el sector público.

Reacciones sindicales

Carlos Gutiérrez, secretario de Estudios y Discurso de CCOO, ha valorado positivamente la fortaleza del mercado de trabajo y el dinamismo del empleo indefinido, pero ha advertido que el pleno empleo solo será posible si se consolidan condiciones laborales dignas.

“La necesidad de fortalecer el tejido productivo con empresas de mayor tamaño y capacidad es clave para garantizar un empleo estable, salarios dignos y cohesión social”, ha señalado Gutiérrez, en un contexto de crecimiento del empleo y leve repunte del paro.

Desde CCOO se insiste en que combatir las bolsas de vulnerabilidad laboral —como la parcialidad involuntaria y la temporalidad— sigue siendo una tarea pendiente. Gutiérrez ha subrayado la importancia de avanzar hacia una economía capaz de generar mayor valor añadido y empleo de calidad, apostando por la innovación y la sostenibilidad.

UGT propone para hacer frente a los problemas estructurales de las relaciones laborales de nuestro país, que ponen de manifiesto los datos actuales, una reformar del despido que restablezca la justicia en el despido, garantice la reparación íntegra y cumpla con la Carta Social Europea, avanzar hacia una reducción progresiva del tiempo de trabajo, sin pérdida salarial, como parte del próximo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), lo que permitiría repartir mejor el empleo, mejorar la salud laboral, combatir la pobreza laboral (que afecta al 15,6 % de las personas ocupadas) y facilitar la conciliación y adaptarse a los cambios tecnológicos y sociales.

Este sindicato reclama también más recursos para que los servicios públicos de empleo puedan ofrecer orientación personalizada, teniendo en cuenta que una de cada tres personas paradas lleva más de un año en desempleo.

De la misma manera, pide medidas específicas para combatir la brecha de género, que se mantiene en el desempleo: la tasa de paro femenina es del 12,1 %, frente al 9 % masculina, como  mejorar los contratos a tiempo parcial y avanzar en corresponsabilidad.

Por su parte, el sindicato USO advierte que los avances registrados son insuficientes si no se acompañan de políticas que garanticen la igualdad de oportunidades.

“La rotación y la temporalidad crónica siguen afectando a cientos de miles de trabajadores que entran y salen del mercado laboral sin estabilidad alguna”, ha señalado su secretario general Joaquín Pérez.

Ante el repunte del paro y el agravamiento de la desigualdad, USO exige un plan de choque contra el desempleo femenino, con medidas específicas para abordar las causas estructurales de la discriminación laboral.

El sindicato propone mayor inversión en servicios públicos de cuidados y dependencia para facilitar la conciliación; programas reforzados de inserción laboral para jóvenes, migrantes y personas en búsqueda de su primer empleo; formación adaptada a las necesidades del mercado; y políticas activas de empleo eficaces, que no solo creen puestos de trabajo, sino que garanticen el acceso en igualdad de condiciones.