El papa León XIV reclama un “no rotundo a la guerra” y una “alianza de lo humano”

El papa León XIV reclama un “no rotundo a la guerra” y una “alianza de lo humano”
FOTO | Vatican Media
El Papa ha denunciado las guerras, la exclusión de migrantes y la indiferencia hacia las personas empobrecidas, y ha pedido reconocer en cada persona un hermano o una hermana; construir una economía basada en el cuidado y el don; e impulsar una espiritualidad de la fraternidad inspirada en el mandamiento de Jesús de amarnos los unos a los otros

El papa León XIV ha reclamado en el III Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana convocado en el contexto del Jubileo de la Esperanza, celebrado en el Vaticano, un “no rotundo a la guerra” y un “sí a la paz y a la fraternidad”.

Ante participantes de todo el mundo, el pontífice ha señalado que “la guerra no es la vía justa para salir de los conflictos”, retomando la enseñanza de Francisco en Evangelii gaudium: “Soportar el conflicto, resolverlo y transformarlo en un anillo de conexión de un nuevo proceso es el camino más sabio, el camino de los fuertes”.

“¿Dónde está tu hermano?”

El Papa ha articulado su discurso en torno a la pregunta divina a Caín en el Génesis: “¿Dónde está tu hermano?”. A su juicio, esa interpelación sigue marcando la historia y debe ser asumida como principio de reconciliación.

“Hoy más que nunca, debemos hacer nuestra esa pregunta. Hermano, hermana, ¿dónde estás en el negocio de las guerras que destrozan vidas y ecosistemas? ¿Dónde estás entre los migrantes despreciados, encarcelados y rechazados? ¿Dónde estás cuando los pobres son culpabilizados de su pobreza y descartados? ¿Dónde estás en una vida hiperconectada donde la soledad corroe los vínculos sociales?”, ha planteado.

La respuesta es compromiso y fraternidad

“El silencio no puede ser la respuesta. La respuesta sois vosotros, con vuestra presencia, vuestro compromiso y vuestro coraje”, afirma el pontífice, animando a elegir “otra dirección de vida, de crecimiento y de desarrollo”.

Reconocer al otro como hermano o hermana, significa “liberarnos de la ficción de creernos hijos únicos y de la lógica de socios que se relacionan solo por interés”.

León XIV ha destacado que la fraternidad “es el nombre más verdadero de la cercanía” y ha recordado la enseñanza de Fratelli tutti: “Darse cuenta de cuánto vale un ser humano, cuánto vale una persona, siempre y en cualquier circunstancia”.

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En este sentido, ha señalado que la Biblia muestra que todos los pueblos, incluso los enemigos, comparten un mismo origen, y que “la Tierra, con sus bienes, es para todos, no solo para algunos”.

Una alianza de lo humano, desde los ambientes

El Papa ha llamado a construir una amplia “alianza de lo humano”, basada en “el cuidado, el don y la confianza”, pilares de “una economía que no mata, sino que intensifica y amplía la participación en la vida”.

Pidiendo abrir caminos locales e internacionales que promuevan “nuevas formas de caridad social, de alianzas entre saberes y de solidaridad entre generaciones”, contando también con los pobres “no como destinatarios de ayuda, sino como sujetos de discernimiento y de palabra”.

Finalmente, ha exhortado hacer crecer la espiritualidad de la fraternidad “a través de la cultura, las relaciones laborales y la acción diplomática”, recordando el mandato de Jesús en el Evangelio de Juan: “Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Como yo os he amado, amaos también vosotros los unos a los otros”.