Ola de incendios y precariedad: las condiciones que ponen en riesgo a los bomberos forestales

CCOO denuncia la precariedad laboral, la falta de medios y la descoordinación entre comunidades autónomas que lastran la eficacia de los dispositivos antiincendios y ponen en riesgo la vida de sus profesionales.
La actual oleada de incendios que asola buena parte de España —con especial incidencia en Zamora, León y Ourense— ha dejado ya un saldo de tres personas fallecidas y varias heridas. Las llamas han obligado a cortar carreteras y líneas ferroviarias, evacuar y confinar localidades enteras, en un escenario de tensión extrema que desborda a las autoridades.
En este contexto, los dispositivos y retenes antiincendios trabajan en condiciones que sus propios integrantes califican de extremas: falta de personal, medios insuficientes, avituallamientos que no llegan en condiciones y equipos de protección individual escasos.
Hay brigadas que disponen de un solo EPI, lo que obliga a reutilizarlo durante días sin posibilidad de lavado. La escasez de efectivos, agravada por contratos precarios con salarios que apenas superan el mínimo interprofesional y jornadas extenuantes, compromete la capacidad de respuesta y expone a riesgos innecesarios a quienes luchan contra el fuego.
A estas carencias se suma la descoordinación entre comunidades autónomas, que mantiene una notable disparidad de medios, formación y condiciones laborales. La Ley 5/2024 de bomberos forestales, aprobada por unanimidad con el objetivo de homogeneizar estas condiciones, erradicar la precariedad y reforzar la coordinación, sigue pendiente de desarrollo en aspectos clave, frenada por trabas políticas y falta de voluntad para aplicar reformas que afectan a la “libertad de empresa” y la autonomía autonómica.
Las reivindicaciones del colectivo son claras: estabilidad laboral y salarial, reconocimiento profesional con categorías homogéneas, adaptación de jornadas a la dureza del trabajo, mejoras en salud y prevención, prejubilaciones para el personal de más edad y una apuesta decidida por la prevención en temporada baja, mediante labores de mantenimiento y limpieza forestal que reduzcan el riesgo de incendios.
Todo ello en un momento en el que la lucha contra el fuego no solo protege el medio natural, sino también la vida de las comunidades rurales amenazadas por las llamas.
“La profesionalidad del colectivo es la clave, y por tanto su reconocimiento y consideración” para garantizar un servicio eficaz y seguro, según apunta el sindicato.

Redacción de Noticias Obreras.