La silicosis crece en España

CCOO denuncia el subregistro de enfermedades profesionales y exige reformas legales y preventivas
La silicosis, una enfermedad pulmonar que se creía superada en el siglo XX, está experimentando un preocupante repunte en España. Según datos oficiales, en el año 2000 se notificaron apenas 15 partes por esta dolencia, mientras que en 2024 se alcanzaron 512. Las cifras provisionales de 2025 ya suman 369 casos en el primer semestre, lo que apunta a un récord histórico que podría superar los 650 casos al cierre del año.
El resurgir de la silicosis se concentra especialmente en el sector de la fabricación y manipulación de piedra artificial, que contiene altos niveles de sílice cristalina, sustancia responsable de graves daños pulmonares y asociada también a cáncer de pulmón. La exposición a este material se suma a otros focos tradicionales como la metalurgia, las canteras y la construcción.
Estudios recientes, como el elaborado por la Universidad de Cádiz y el Hospital Universitario Puerta del Mar, subrayan que estos nuevos materiales no solo provocan silicosis, sino que contienen otras sustancias con efectos cancerígenos y proinflamatorios.
Un subregistro que oculta la realidad
Pese al incremento, el sindicato recuerda que los datos oficiales del registro de enfermedades profesionales (CEPROSS) son insuficientes.
En 2024 solo se notificaron 26.993 partes, lo que para CCOO supone “un nivel de notificación escaso, que oculta la mayor parte de casos de enfermedades producidas por el trabajo”.
“La falta de reconocimiento no solo significa una injusticia manifiesta hacia las personas trabajadoras, también es una estafa, al cargar los costes asistenciales al sistema público de salud”, denuncia la organización de trabajadoras y trabajadores.
Enfermedades laborales que se camuflan como comunes
CCOO advierte de que muchas patologías derivadas del trabajo continúan registrándose como enfermedades comunes.
A las clásicas dolencias osteomusculares se suman otras ligadas a la digitalización y la economía de plataformas, que generan riesgos psicosociales como la ansiedad o el estrés.
Además, en el caso de la sílice, la exposición también se vincula a patologías graves como la EPOC, la insuficiencia renal o enfermedades autoinmunes, que todavía no figuran en el listado oficial de enfermedades profesionales.
Medidas urgentes
El sindicato plantea un paquete de medidas urgentes:
- Actualizar el listado de enfermedades profesionales aprobado en 2006, incluyendo perspectiva de género y riesgos de nuevas tecnologías.
- Reformar el papel de las mutuas para evitar conflictos de interés.
- Reforzar la Inspección de Trabajo hasta alcanzar un ratio de un inspector por cada 10.000 personas activas.
- Crear juzgados especializados en seguridad laboral y dotar con más medios a las fiscalías.
- Establecer un real decreto específico sobre la exposición a sílice cristalina y reducir el valor límite permitido de 0,05 mg/m3 a 0,025 mg/m3.
“La evidencia científica actualizada asocia un riesgo residual de cuatro casos de cáncer de pulmón por cada 1.000 personas expuestas a concentraciones de sílice en el puesto de trabajo”, recuerda CCOO, que insiste en que “lo que no se conoce, no se previene”.

Director de Noticias Obreras.
Autor del libro No os dejéis robar la dignidad. El papa Francisco y el trabajo. (Ediciones HOAC, 2019). Coeditor del libro Ahora más que nunca. El compromiso cristiano en el mundo del trabajo. Prólogo del papa Francisco (Ediciones HOAC, 2022)