La Iglesia española reclama la condonación de la deuda con los países del Sur por justicia ambiental

La Iglesia española pide la condonación de la deuda ecológica a los países del Sur, ante el Día mundial de oración por el Cuidado de la Creación y reitera un nuevo llamamiento por la paz y el cese de las guerras.
Los obispos de la Subcomisión para la Acción Caritativa y Social han lanzado un mensaje con motivo del Día mundial de oración por el Cuidado de la Creación, del 1 de septiembre de 2025, en el que reconocen que “los países más industrializados han sido responsables de la mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero, la contaminación y la pérdida de biodiversidad”.
Las naciones más prósperas, continúa el documento, “han construido su prosperidad explotando los recursos naturales de los países en desarrollo”, por lo que han generado “una verdadera ‘deuda ecológica’, particularmente entre el Norte y el Sur, relacionada con desequilibrios comerciales y el uso desproporcionado de los recursos naturales”.
Sin embargo, son los países empobrecidos los que se enfrentan para devolver los intereses y los préstamos concedidos por las instituciones del Norte, lo que les obliga a “sacrificar inversiones en educación, salud, infraestructura y resiliencia climática para pagar a sus acreedores”.
De este modo, “el sistema financiero global no solo refleja las desigualdades globales, sino que las amplifica, funcionando de manera ineficiente, injusta y extractiva”, advierten los obispos, quienes apelan a “la tradición jubilar bíblica”, para sumarse a la llamada a la remisión de las deudas por parte de las naciones”.
Lo hacen además, “no por simple magnanimidad, sino como “una cuestión de justicia”, como “una forma de reconocer el crédito ecológico que los países en desarrollo tienen en relación con los países industrializados”.
De ahí su llamamiento a emprender una “reforma profunda de la arquitectura financiera internacional, con ayudas en lugar de préstamos y al servicio de las personas, especialmente de las más vulnerables”.
“Es tiempo de construir puentes de integración, trabajando por una justicia ecológica, social y ambiental entre los países ricos y los empobrecidos”, apuntan los obispos.
Justicia ambiental
Este mensaje para la celebración del Tiempo de la Creación, que comienza el 1 de septiembre y se cierra el 4 de octubre, día de san Francisco de Asís, patrón de la ecología, como no podía ser de otra manera, sigue la estela del papa León XIV que tomó el lema elegido por su antecesor, “Semillas de paz y esperanza” para elaborar un mensaje en el que el pontífice recordaba que “la justicia ambiental —anunciada implícitamente por los profetas— ya no puede considerarse un concepto abstracto o un objetivo lejano”.
“En realidad, se trata de una cuestión de justicia social, económica y antropológica. Para los creyentes, además, es una exigencia teológica que, para los cristianos, tiene el rostro de Jesucristo, en quien todo ha sido creado y redimido. En un mundo en el que los más frágiles son los primeros en sufrir los efectos devastadores del cambio climático, la deforestación y la contaminación, el cuidado de la creación se convierte en una cuestión de fe y de humanidad”, escribió León XIV.
El departamento de Ecología Integral de la Conferencia Episcopal Española ha retomado estas ideas para esta X Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, con el fin de resaltar que “la verdadera paz es el resultado de la justicia y el derecho, que reflejan la acción de Dios más allá de los esfuerzos humanos”.
El arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, el arzobispo de Pamplona, Florencio Roselló, el obispo electo de Ciudad Real, Abilio Martínez, el obispo de Córdoba, Jesús Fernández, el de Ibiza, Vicente Ribas y los obispos auxiliares de Barcelona y de Madrid, Javier Vilanova y Vicente Martín Muñoz, firmantes del mensaje, recuerdan que “la justicia no es solo una norma legal o moral, sino un valor fundamental que conduce a la paz. Cuando la humanidad defiende la justicia, se crea un entorno donde la paz puede florecer. Esto se refleja en las experiencias de tranquilidad y confianza que resultan de la práctica cotidiana de la justicia”.
Sembrar la paz y la esperanza
Conscientes de que “hoy en día, la paz está amenazada por el armamentismo, los conflictos regionales y la falta de respeto a la naturaleza”, proponen “un camino de conversión integral hacia la paz”, cuyo primer paso ha de ser “poner fin a la violencia y la guerra”.
“No olvidemos que cualquier guerra a escala mundial causaría daños socioambientales incalculables, y que incluso las guerras locales dañan la tierra, destruyen cosechas y envenenan las aguas, todo ello con terribles consecuencias para las poblaciones humanas, como tristemente la historia nos recuerda”, dicen los prelados españoles.
El segundo paso propuesta es “adoptar una nueva solidaridad y cambiar los estilos de vida”, con vistas a “renovar y reforzar la alianza entre el ser humano y el medio ambiente, reflejando el amor creador de Dios”, lo que exige una “profunda renovación cultural”.
La tercera invitación es “restaurar la confianza y caminar juntos”, precisamente en este año jubilar y ante el empeño eclesial por la sinodalidad. Citando al papa León, recuerdan los obispos españoles que “la tierra descansará, la justicia se afirmará, los pobres se alegrarán y la paz volverá si dejamos de movernos como predadores y comenzamos a hacerlo como peregrinos”. Se trata, por tanto, de “armonizar nuestros pasos con los de los demás, reconociendo nuestra interdependencia.
Además, la Comisión Episcopal para la Liturgia ha elaborado unos materiales para la Eucaristía de apertura del tiempo de la creación disponible en internet, con los que alienta a todas las comunidades cristianas del país a redoblar su esfuerzo por el cuidado de la casa común y celebrar tantos dones que el Creador ha puesto a disposición de la humanidad entera.

Redactor jefe de Noticias Obreras