El Vaticano pide un alto el fuego en Gaza y defiende la solución de los dos Estados

El Vaticano vuelve a hacer un llamamiento a la comunidad internacional para que dé una respuesta inmediata y coordinada al “desplazamiento masivo de familias”, al “colapso de los servicios esenciales”, a la “creciente hambruna” y a la “privación generalizada” que “conmocionan la conciencia humana” en Gaza.
El arzobispo Gabriele Caccia, observador permanente del Vaticano ante las Naciones Unidas, confesó, durante la conferencia de la ONU, promovida por Francia y Arabia Saudita, Unidas sobre la “resolución pacífica de la cuestión palestina y la aplicación de la solución de dos Estados”, que la Santa Sede “sigue profundamente preocupada por el agravamiento de la crisis humanitaria en la Franja de Gaza”.
Además, insistió en que “la solución de dos Estados, basada en fronteras seguras y reconocidas internacionalmente, es la única vía practicable y equitativa hacia una paz justa y duradera”.
El Vaticano reconoció formalmente al Estado de Israel a través del Acuerdo Fundamental de 1993 y el Estado de Palestina, con el Acuerdo Global de 2015.
El diplomático vaticano mostró su apoyo a “los derechos inalienables del pueblo palestino, incluido el derecho a la autodeterminación”, así como a las “legítimas aspiraciones” de los palestinos “a vivir en libertad, seguridad y dignidad dentro de un Estado independiente y soberano”.
El arzobispo se detuvo en el impacto del conflicto sobre la población civil, refiriéndose al número de niños muertos, a la destrucción de viviendas, hospitales y lugares de culto, con especial mención al “reciente ataque a la iglesia de la Sagrada Familia, que ha herido aún más a una comunidad ya de por sí castigada”.
Si bien, el terrorismo nunca puede justificarse, Caccia recordó que “el derecho a la autodefensa debe ejercerse dentro de los límites tradicionales de la necesidad y la proporcionalidad”.
Como representante del Vaticano volvió pedir un alto el fuego, la protección de los civiles palestinos y la liberación de los rehenes israelíes, al tiempo que recordó la importancia de Jerusalén, solicitó un estatus que “garantice la conservación de su identidad única”.
Caccia recordó la importancia “religiosa y cultural universal” de Jerusalén, ciudad sagrada para cristianos, judíos y musulmanes, y por ello llamada a tener un estatus que “trascienda las divisiones políticas y garantice la conservación de su identidad única”.
La esperanza expresada por el arzobispo, que concluyó su intervención citando al Papa León XIV y su llamamiento a poner fin a “la barbarie de la guerra”, es que “en una época en la que la fuerza se considera a menudo un requisito previo para la paz”, la reunión celebrada en Nueva York sirva para recordar que “solo a través de un diálogo paciente e inclusivo es posible alcanzar una resolución justa y duradera de los conflictos” .

Redactor jefe de Noticias Obreras