Vivir con dignidad: empoderamiento de las trabajadoras domésticas mediante derechos, reconocimiento y reforma

En Tanzania, miles de mujeres y niñas trabajan como trabajadoras domésticas en hogares de todo el país. Estas trabajadoras juegan un papel crucial en el sustento de las familias y el sostenimiento de las economías urbanas, aunque sus contribuciones a menudo no sean reconocidas.
Las trabajadoras domésticas, en particular, se enfrentan a retos persistentes como el empleo informal, bajos salarios, largas jornadas laborales, y diversas formas de abuso. Muchas reciben parte de su salario en forma de comida o alojamiento en vez de dinero en efectivo, lo que limita su independencia financiera.
Las jóvenes entre 14-25, a menudo procedentes de zonas rurales con acceso limitado a la educación, constituyen la mayoría de este sector. Sufren de forma desproporcionada abusos económicos, físicos y psicológicos, incluyendo retención del salario, acoso verbal y, en algunos casos, violencia física. Los límites difusos entre las relaciones laborales y familiares, especialmente cuando trabajan para parientes complica aún más la denuncia y la resolución del abuso.
A pesar de algunas protecciones legales en virtud de la legislación laboral de Tanzania, su aplicación sigue siendo insuficiente y las normas culturales continúan comprometiendo la dignidad de esta mano de obra. Para mejorar la situación, se necesita una mayor conciencia pública, mecanismos institucionales más sólidos, y reformas legales que garanticen la protección a las trabajadoras domésticas no solo sobre el papel sino también en la realidad. La ratificación de la convención nº 189 de la OIT podría guiar estos esfuerzos y afirmar el compromiso nacional con los derechos y la dignidad de las trabajadoras domésticas.
Conscientes de la necesidad urgente de intervención, los trabajadores católicos de Tanzania (MTC) han establecido colaboración con las ONG y autoridades locales, los sindicatos, la Iglesia y los grupos en defensa de los derechos y dignidad de las trabajadoras domésticas para fomentar la comprensión, el respeto y un tratamiento justo en las relaciones laborales. Estas colaboraciones se centran en:
- Organizar a las trabajadoras in colectivos para que refuercen su voz y su poder de negociación.
- Proporcionar asistencia jurídica y apoyo psico-social a las víctimas de abuso o explotación.
- Organizar campañas de concienciación a la comunidad para cambiar las percepciones y reducir la estigmatización.
Las organizaciones religiosas, especialmente las Iglesias, juegan un papel importante en el cambio de las actitudes sociales. El MTC colabora estrechamente con los líderes religiosos para promover prácticas de empleo éticas, difundir sermones sobre la justicia y equidad, y sensibilizar a las congregaciones sobre los derechos de las trabajadoras domésticas.
La educación y la formación son herramientas esenciales para el cambio. Los programas dirigidos a las trabajadoras domésticas incluyen sesiones sobre:
- Derechos legales y protección laboral.
- Gestión financiera y ahorros.
- Resolución de conflictos y autorepresentación.
Estas iniciativas ayudan a las trabajadoras a conocer mejor sus derechos, ganar confianza, y exigir un trato justo. Al mismo tiempo, los empleadores y los miembros de la comunidad también se implican en fomentar un entorno laboral más respetuoso y conforme a la ley.
Creemos que un enfoque basado en la dignidad garantiza que se valoran a las trabajadoras domésticas, no solo por su trabajo sino también por su humanidad intrínseca. Este cambio de perspectiva fomenta comunidades compasivas y resilientes donde el bienestar de las personas es prioritario y el desarrollo económico está en consonancia con la justicia social.

Presidente Movimiento de Trabajadores Cristianos (MTC) de Tanzania