Paloma Becerra, elegida presidenta de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC)

Paloma Becerra, elegida presidenta de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC)
La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) ha renovado la mitad de los miembros de su Comisión Permanente, el órgano encargado de representar al movimiento a nivel general, dinamizar su vida comunitaria y ejecutar los acuerdos adoptados. Paloma Becerra ha sido elegida para la Presidencia, junto a Tere Monfort en Formación y Ángel Aguas en Difusión. Estas nuevas responsabilidades relevarán, tras cuatro años de servicio a la Iglesia y al mundo obrero y del trabajo, a Maru Megina, Germán Gavín y Pili Gallego

Después de un proceso de propuesta, discernimiento y aceptación de candidaturas, la renovación ha sido aprobada con el voto favorable de más de dos tercios de toda la militancia, en sus respectivas asambleas diocesanas. La elección ha quedado ratificada durante la reunión plenaria que se celebra este fin de semana en Ávila.

Paloma Becerra, maestra y militante de la diócesis de Madrid, asumirá la Presidencia. Ángel Aguas, administrativo y militante de Ciudad Real, ocupará la responsabilidad de Difusión, mientras que Tere Monfort, maestra y militante de Segorbe-Castellón, se encargará de Formación. Los tres se incorporan a la Comisión Permanente, a partir de septiembre, junto a Gema Martín (Organización y Vida Comunitaria), Marimar González (Compromiso) y Jorge Hernández (Consiliaria), que continúan en sus tareas.

En comunidad, con esperanza: servicio al mundo obrero y a la Iglesia

En su primera intervención como presidenta, Paloma Becerra ha agradecido el apoyo recibido y compartió con emoción su recorrido vital y militante. “Me abruma ver que finalmente estoy aquí, ante vosotras, confirmada como nuevo miembro de la Comisión Permanente”, ha reconocido.

Becerra ha recordado cómo esta organización eclesial de trabajadoras y trabajadores cristianos le ayudó a tomar conciencia de la dimensión social de la fe. “Fue en la HOAC cuando me descubrí como obrera”, ha destacado esta madrileña del barrio de Carabanchel.

La nueva presidente se ha definido como “una hormiga obrera que necesita de otras que la complementen” y ha explicado que siempre llevó su compromiso a sus ambientes laborales. “Mis compañeros han acabado aprendiendo lo que significan las siglas HOAC y me han reconocido en mi despedida del colegio”.

También ha subrayado que asume esta responsabilidad como un servicio colectivo y abierto, “quiero abrirme más para conocer la realidad de la HOAC en todas partes e implicarme junto a vosotras en cada lugar, en la búsqueda de un mayor servicio al mundo obrero y a la Iglesia”. “Como decía Rovirosa, quiero ponerme al servicio por completo, ¿qué necesitáis de mí?. Siempre disponible, siempre a la escucha, siempre cercana”, subrayó.

Becerra ha concluido su intervención con el compromiso claro de “permanecer estos cuatro años con una entrega incondicional, disfrutando del camino, de otro modo de sentir, vivir y actuar, con la fuerza de la alegría, en el seno de esta comunidad de hermanas y hermanos que es la HOAC y sabiendo que Dios está con nosotros hasta el final. Como decía Joaquina de Vedruna: Amor y más amor que nunca dice basta”.

“Mirar la vida con una conciencia obrera y cristiana”

Por su parte, Teresa Monfort, responsable general de Formación, quiso subrayar la importancia de su experiencia laboral y comunitaria en su trayectoria vital. La que fue en la HOAC donde aprendió a mirar la realidad con otra perspectiva, “me he formado y he ido tomando conciencia del ser obrera y de la realidad del mundo obrero y del trabajo”.

La militante hoacista de la diócesis de Segorbe-Castellón ha destacado que esa conciencia la llevó a implicarse de manera crítica y comprometida. “Desde ese ser y conciencia obrera, me he ‘posicionado’ en mi trabajo, mirando la realidad, que en algunas ocasiones ha sido de precariedad e incluso de injusticia, aun en Cáritas”. Ha relatado también su etapa en Honduras, donde se conmovió ante “el trabajo de muchas mujeres en las maquilas, con unas condiciones muy precarias, sin ningún tipo de derecho”.

Monfort ha señalado que su compromiso siempre se ha enfocado “en el trabajo y en la parroquia” y que asume esta nueva responsabilidad con el deseo de seguir acompañando procesos de formación que “ayuden a mirar la vida con una conciencia obrera y cristiana”.

“A la HOAC no nos podrán callar”

Finalmente, Ángel Aguas, responsable general de Difusión, en su saludo al pleno ha evocado la audacia de los primeras comunidades cristianas narradas en los Hechos de los Apóstoles afirmado que “ningún día dejaban de enseñar, en el templo y por las casas, anunciando la buena noticia”. Ha reconocido que asume la responsabilidad “con cierto vértigo”, pero confiando en que “la HOAC, como Iglesia, es cosa de Dios y no solo de personas”.

Este militante hoacista de Ciudad Real ha agradecido la confianza de su diócesis y de toda la militancia, expresando su voluntad de continuar el testimonio colectivo. También ha subrayado que “a la HOAC no nos podrán callar lo que pensamos, decimos y hacemos, aunque se nos escuche poco o parezca que somos una pequeña gota en el océano de la precariedad laboral y la injusticia social”.

En este sentido, ha destacado la necesidad de “seguir denunciando los desvaríos contra las personas de la economía y de la cultura” y de anunciar el Evangelio sin miedo. Recordando que, si es necesario, continuarán interpelando con claridad a quienes “utilizan a Dios y a la Iglesia para engañar a la gente y desviarla del verdadero mensaje de Jesús”, convencidos de ser “testigos de la buena noticia” también cuando alzan la voz en la calle.