León XIV responde con una visión profética a los discursos de miedo y odio que criminalizan a quienes buscan una vida digna

“Los migrantes y refugiados se erigen como mensajeros de esperanza”, asevera el papa León XIV
Migrantes, misioneros de esperanza. Con este título, el papa León XIV ha publicado su primer mensaje para la 111.ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, que se celebrará los días 4 y 5 de octubre en el marco del Jubileo.
En un contexto global marcado por guerras, desigualdad, violencia climática y racismo institucional, el pontífice lanza una firme proclamación: los migrantes no son una amenaza, sino testigos valientes de un futuro más humano.
“En un mundo oscurecido por guerras e injusticias, incluso allí donde todo parece perdido, los migrantes y refugiados se erigen como mensajeros de esperanza. Su valentía y tenacidad son un testimonio heroico de una fe que ve más allá de lo que nuestros ojos pueden ver y que les da la fuerza para desafiar la muerte en las diferentes rutas migratorias contemporáneas”, afirma León XIV.
Una visión contracultural frente al discurso del odio
El mensaje del Papa llega en un momento de creciente hostilidad hacia las personas migrantes en distintas latitudes del mundo.
En Estados Unidos, en apenas seis meses de su vuelta a la Casa Blanca, Donald Trump ha traído consigo un endurecimiento del discurso y el inicio de deportaciones indiscriminadas y masivas. En Europa, fuerzas ultraderechistas estrechamente vinculadas a esos mismos círculos trumpistas, han promovido campañas de criminalización de la migración. En nuestro país, aún resuena el eco de las “cacerías” de personas migrantes en Torre Pacheco, alentadas por el racismo y la desinformación.
Frente a estas dinámicas excluyentes, León XIV denuncia que “la tendencia generalizada de velar exclusivamente por los intereses de comunidades circunscritas constituye una grave amenaza para […] la solidaridad global en beneficio de toda la familia humana”.
“Es importante que crezca en el corazón de la mayoría el deseo de esperar un futuro de dignidad y paz para todos los seres humanos”, reclama el pontífice.
Evangelizadores desde las periferias
El mensaje vincula esperanza y movilidad humana: “Numerosos migrantes, refugiados y desplazados son testigos privilegiados de la esperanza vivida en la cotidianidad, a través de su confianza en Dios y su resistencia a las adversidades”.
En este sentido, el pontífice retoma la Evangelii nuntiandi de san Pablo VI para presentar la migración como una oportunidad de renovación espiritual para las comunidades cristianas cansadas y rígidas, ofreciendo su entusiasmo espiritual y su experiencia de fe encarnada.
“Se trata de una verdadera missio migrantium –misión realizada por los migrantes– para la cual se debe garantizar una preparación adecuada y un apoyo continuo”, subraya.
Además, el Papa advierte contra la tentación de la “sedentarización” de la Iglesia, que olvida su carácter de pueblo en camino y pierde su capacidad profética. “Cada vez que la Iglesia cede a la tentación de la ‘sedentarización’ y deja de ser civitas peregrina –el pueblo de Dios peregrino hacia la patria celestial, dice referenciando a san Agustín–, deja de estar ‘en el mundo’ y pasa a ser ‘del mundo’”, alerta León XIV.
La esperanza como respuesta al miedo
A través de imágenes bíblicas –los salmos, los profetas, el desierto–, León XIV contrapone la lógica del reino y su justicia al discurso del miedo. “Ese futuro es parte esencial del proyecto de Dios para la humanidad y el resto de la creación (…) Fue inaugurado por Jesucristo y nosotros creemos y esperamos en su plena realización, ya que el Señor siempre cumple sus promesas”, escribe.
Frente a quienes ven en los migrantes un problema o una amenaza, el Papa llama a reconocer su dignidad, su papel en la construcción de comunidades más vivas y su capacidad de testimoniar una esperanza que resiste incluso la muerte. “No se olviden de practicar la hospitalidad, ya que gracias a ella, algunos, sin saberlo, hospedaron a los ángeles” (Hb 13,2), recuerda.
El pontífice encomienda a todos los migrantes y refugiados que están en camino, así como a quienes se esfuerzan por acompañarlos, a la Virgen María, “consuelo de los migrantes”, para que “mantenga viva en sus corazones la esperanza” y los sostenga en su compromiso por construir un mundo “que se parezca cada vez más al reino de Dios, la verdadera Patria que nos espera al final de nuestro viaje”, concluye.

Director de Noticias Obreras.
Autor del libro No os dejéis robar la dignidad. El papa Francisco y el trabajo. (Ediciones HOAC, 2019). Coeditor del libro Ahora más que nunca. El compromiso cristiano en el mundo del trabajo. Prólogo del papa Francisco (Ediciones HOAC, 2022)