Unai Sordo (CCOO) inicia su último mandato con una agenda centrada en trabajo decente, vivienda, migraciones y democracia

CCOO renueva su dirección y aprueba una hoja de ruta para un nuevo contrato social desde el trabajo. El equipo que acompañará a Unai Sordo, en su tercer y último mandato, combina continuidad y renovación, con nombres clave para afrontar el diálogo social, la reducción de jornada y el trabajo decente, las migraciones y la disputa del relato. La ponencia marca el camino que inicia el principal sindicato del país en este nuevo ciclo: la centralidad del trabajo, transiciones justas y con derechos, acceso a la vivienda y mayores cotas de democracia
Unai Sordo ha sido reelegido como secretario general de CCOO con un amplio respaldo de los delegados y de las delegadas –con el 96,11% de los votos, 3 puntos más que en su segundo mandato– del 13 Congreso Confederal que concluye la mañana de este sábado en Madrid. Le acompañará un equipo de dirección de 13 personas, paritario (7 mujeres y 7 hombres), que refleja una combinación de continuidad (9), renovación (5) y fuerte cohesión interna.
Entre las cinco nuevas incorporaciones destacan perfiles con sus responsabilidades estratégicas –según diversas fuentes consultadas en el cónclave sindical, ya que las responsabilidades se aprueban en la primera reunión de la comisión ejecutiva a propuesta del secretario general– para el próximo periodo.
Javier Pacheco, al frente de Acción Sindical, será una figura clave en el desarrollo del nuevo ciclo. Procedente de Catalunya –de la que ha sido secretario general– y de la Federación de Industria —dos organizaciones determinantes en la elección y mandato de Sordo—, será el encargado de pilotar el próximo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), coliderar el diálogo social con el Gobierno, desplegar la ofensiva por la reducción de la jornada laboral y aterrizar la tarea sindica en las nuevas realidades productivas. Su posición también lo sitúa como actor relevante en el futuro proceso de renovación de la secretaría general.
En Comunicación se incorpora el periodista castellanomanchego Marcelo Ortega. Su llegada responde a una apuesta explícita por reforzar el papel estratégico de la comunicación sindical en tiempos de relatos cruzados, desinformación y disputa cultural. La ponencia otorga a esta tarea una nueva centralidad, vinculada al fortalecimiento de la democracia.
Otra novedad destacada es la creación de una responsabilidad específica de Migraciones, que previsiblemente asumirá Sofía Castillo, madrileña de la Federación de Servicios. La decisión de separarla de Internacional muestra el peso que adquiere este tema en el sindicato. La realidad sociolaboral en esta materia exigía una respuesta orgánica más clara y contundente. La ponencia subraya que en los flujos migratorios se garanticen los derechos “humanos y laborales” de estas personas trabajadoras y frente a los discursos xenófobos será uno de los retos centrales del nuevo periodo, posición que ha reiterado Sordo en varias intervenciones.
En Empleo y Formación, que se desgaja de Acción Sindical, entra la sindicalista vasca Lola García, de plena confianza del secretario general. Exlíder de CCOO Euskadi, tendrá la tarea de traducir en mejoras laborales el marco abierto por la reforma laboral, que ha logrado reducir en diez puntos la temporalidad. Junto a Pacheco, asumirá el liderazgo de las negociaciones con la patronal para impulsar nuevos derechos y políticas activas que acerquen el objetivo del pleno empleo, esté quien esté en La Moncloa.
Por último, la valenciana Pau García, asumirá la secretaría de Juventud con el reto de seguir organizando a las nuevas generaciones trabajadoras y ampliar su participación sindical.
El equipo se completa con nombres de la actual dirección como Carlos Bravo (Políticas Públicas y Protección Social), sindicalista clave en los acuerdos de pensiones y, a todas luces, responsable de desplegar las iniciativas relativas al gran tema de la vivienda; Carmen Vidal (Participación Institucional) que según la ponencia, tiene por delante el objetivo de una ley de participación institucional que ponga en valor la tarea del sindicato en la construcción democrática de la sociedad; Mariano Sanz (Salud Laboral y medioambiente), dirigente que se encuentra negociando, en el marco del diálogo social, una actualización de la ley de prevención de riesgo laborales, esencial para tapar la herida humana y social que provoca la siniestralidad laboral, así como los desafíos y transiciones que plantea el cambio climático; Carolina Vidal (Mujeres e Igualdad), Cristina Faciaben (Internacional y Cooperación); Carlos Gutiérrez (Estudios y Discurso); Agustín Martín (Organización) y María Cardeñosa (Finanzas).
Bravo, Sanz, Faciaben, Gutiérrez y Cardeñosa acompañan a Sordo desde su elección como secretario general en el 11º Congreso celebrado en 2017. Desde entonces, los estatutos de la central sindical incorporaron, en su artículo 31, apartado a.3, la limitación de la participación en la Comisión Ejecutiva Confederal a un máximo de tres mandatos.
Esta restricción no impide, sin embargo, presentarse a la Secretaría General, cargo que ya estaba sometido a esa misma limitación desde los tiempos de Antonio Gutiérrez. Aunque en este 13º Congreso se ha intentado modificar dicha norma estatutaria para suprimir esa limitación –no es la primera vez–, la enmienda planteada no logró alcanzar la mayoría cualificada necesaria para prosperar.
Por tanto, salvo que opten por encabezar la organización, se encuentran en su último mandato como miembros de la dirección confederal. Un dato que anticipa el profundo carácter renovador del próximo congreso. Con todo, quizás lo más llamativo sea que la organización en Andalucía, la territorialmente más grande del sindicato, no haya aportado ninguna persona a la Comisión Ejecutiva.
Reforzar la centralidad del trabajo como espacio de socialización, de derechos, de igualdad y de democracia
Este equipo de dirección liderado por Sordo será el encargado de gobernar la hoja de ruta definida en la ponencia aprobada por el 94% de los votos en el este congreso (618, a favor; 10 en contra; 30 abstenciones). Este documento, fruto de un amplio proceso de debate en toda la organización, articula una estrategia para el nuevo ciclo sindical, político y social en un tiempo actual muy convulso. El texto representa un programa de transformación que aspira a reforzar el papel del trabajo como eje de cohesión social y de democracia, en un contexto marcado por la precariedad, las transiciones globales y la amenaza de los autoritarismos. “Queremos ser un agente beligerante en la pugna por la democracia”, subrayó Sordo en la apertura del congreso.
El documento arranca con un análisis del momento político y económico actual, caracterizado por el agotamiento del modelo neoliberal, la crisis climática, el crecimiento de las desigualdades, la transformación digital, el envejecimiento demográfico y el avance de las fuerzas reaccionarias. Frente a esta situación, el sindicato defiende la necesidad de “rehacer el contrato social desde el trabajo organizado”, apostando por un nuevo modelo de sociedad centrado en los derechos, el reparto de la riqueza y el fortalecimiento de lo público.
La ponencia sitúa en el centro de la acción sindical la necesidad de gobernar las transiciones ecológica, digital y demográfica para que no generen más desigualdad ni exclusión. CCOO plantea que estas transformaciones no pueden quedar en manos del mercado, sino que requieren dirección pública, participación, diálogo y negociación colectiva.
En el ámbito laboral, el sindicato defiende el avance hacia una nueva etapa de derechos: reducción de la jornada laboral sin pérdida salarial, mejora de los salarios reales, blindaje del empleo de calidad y democratización de las relaciones laborales. “Hay que disputar la distribución del tiempo, los beneficios y la riqueza”, afirma la ponencia. Se reivindica el papel de la negociación colectiva como palanca de justicia y se reclama una fiscalidad progresiva y suficiente para financiar un Estado social robusto.
Vivienda, migraciones y democracia: ejes claves de la agenda sindical
Entre los temas que adquieren nueva centralidad en esta hoja de ruta está la vivienda, que CCOO plantea como el “quinto pilar del Estado del bienestar”. Se exige una reforma de la Ley de Vivienda para que los ayuntamientos puedan declarar zonas tensionadas sin el veto de las comunidades autónomas, se reclama un parque público estable de vivienda social “para compra y alquiler, que facilite la emancipación juvenil y la movilidad laboral” y se urge a regular el alquiler turístico y de temporada que expulsa a las familias trabajadoras de los barrios.
La ponencia también dedica un desarrollo específico a las migraciones, que pasan de estar englobadas en la acción internacional a contar con entidad propia como línea estratégica. En este tema tan esencial para los próximos años, el sindicato tiene pendiente un diálogo de mayor calado que aborde desde una visión integral toda su complejidad. Se parte de una crítica frontal a los discursos racistas y xenófobos, y se plantea una mirada integradora: reconocer los derechos laborales y sociales de las personas migrantes, garantizar su inclusión plena y fortalecer la organización sindical en los sectores donde se concentra este colectivo.
El programa sindical lanza una alerta sobre el deterioro democrático, alimentado por la precarización, la polarización, el descrédito institucional y el avance de la extrema derecha. En este contexto, CCOO se presenta como una barrera de contención frente al autoritarismo. Se reivindica el sindicato como espacio de socialización democrática, de formación crítica y de compromiso colectivo.
Entre las medidas propuestas se incluye una ley estatal de participación institucional sindical, que reconozca el papel de las organizaciones sindicales en la elaboración de políticas públicas. También se reclama una regulación democrática de la publicidad institucional en los medios de comunicación, para garantizar la pluralidad y combatir la desinformación.
La dimensión comunicativa del sindicato se convierte en estratégica. La ponencia insiste en la necesidad de disputar el sentido común y los marcos culturales, construyendo un relato propio desde el mundo del trabajo, que confronte el individualismo, el odio y la resignación.
Una organización en transformación para rehacer el contrato social
CCOO asume en esta hoja de ruta su propio proceso de transformación organizativa. Se plantea una revisión profunda de su modelo sindical, con el objetivo de ser más ágil, más feminista, más intergeneracional y más útil para la afiliación. Se propone reforzar la presencia en los centros de trabajo, ampliar la afiliación en sectores precarios y expandir el sindicato en nuevos espacios de conflicto.
El documento hace una defensa firme de la acción sindical sostenida, del conflicto negociado y de la unidad sindical como principios rectores. Se reivindica el trabajo cotidiano de los cuadros sindicales y se apuesta por mejorar la formación, el relevo generacional y la militancia.
En síntesis, la hoja de ruta aprobada define el horizonte político y sindical para el periodo 2025-2029, articulando una visión de conjunto en la que el trabajo decente, la justicia social, el feminismo, la ecología, la democracia y los derechos de ciudadanía se entrelazan.
“Queremos reforzar la centralidad del trabajo como espacio de socialización, de derechos, de igualdad y de democracia”, afirma textualmente la ponencia. CCOO se propone como una organización necesaria para hacer frente a los retos de época, con una propuesta de contrato social más justo, democrático e inclusivo. Un nuevo ciclo empieza, con la misma lucha.

Director de Noticias Obreras.
Autor del libro No os dejéis robar la dignidad. El papa Francisco y el trabajo. (Ediciones HOAC, 2019). Coeditor del libro Ahora más que nunca. El compromiso cristiano en el mundo del trabajo. Prólogo del papa Francisco (Ediciones HOAC, 2022)