León XIV: “Los movimientos populares y las organizaciones católicas de trabajadores son expresión de las periferias donde resiste y siempre germina la esperanza”

León XIV: “Los movimientos populares y las organizaciones católicas de trabajadores son expresión de las periferias donde resiste y siempre germina la esperanza”
El papa León XIV reivindica la Doctrina Social de la Iglesia como un instrumento clave “de paz y de diálogo para construir puentes de fraternidad universal”. Propone una lectura profundamente ética, espiritual y política del momento histórico presente, contando también con la palabra de los pobres

En un mensaje ante la Fundación Centesimus Annus Pro Pontifice, el Papa realizó un diagnóstico amplio y profundo de la situación global, retomando el concepto de policrisis, acuñado por el papa Francisco, para describir la confluencia de conflictos bélicos, emergencia climática, desigualdades crecientes, migraciones forzadas, disrupciones tecnológicas, desinformación y precariedad laboral.

“Sobre cuestiones de tanto relieve, la Doctrina Social de la Iglesia está llamada a proporcionar claves interpretativas que pongan en diálogo ciencia y conciencia, dando así un aporte fundamental al conocimiento, a la esperanza y a la paz”, apuntó.

León XIV instó a los miembros de la fundación a colaborar activamente en este discernimiento. Citando el Concilio Vaticano II, recordó que es deber permanente de la Iglesia “escrutar los signos de los tiempos e interpretarlos a la luz del Evangelio”.

Una doctrina encarnada en las periferias

En este contexto, el pontífice rompió con cualquier lectura elitista o meramente académica de la Doctrina Social. Cabe recordar que dirigía su mensaje a miembro de la fundación: intelectuales, expertos y responsables eclesiales y de iniciativas de inspiración cristiana –el centro–. Frente a ello, situó a las personas comprometidas, los movimientos populares y las organizaciones de trabajadores y trabajadoras cristianas como sujetos de renovación evangélica y sociopolítica. Se perfila así un nuevo Rerum novarum donde la Iglesia quiere aprender desde la escucha, el encuentro y el compromiso con quienes sufren y acompañan en las periferias, tantas veces visibilizadas por Francisco.

“Quien nace y crece lejos de los centros de poder no debe ser simplemente instruido en la Doctrina Social de la Iglesia, sino reconocido como su continuador y actualizador: los testigos del compromiso social, los movimientos populares y las diversas organizaciones católicas de trabajadores son expresión de las periferias existenciales en las que resiste y siempre germina la esperanza. Os recomiendo dar la palabra a los pobres”, subrayó.

Pensamiento crítico frente a la cultura del grito

León XIV dedicó una parte central de su intervención a denunciar la degradación del diálogo en la sociedad contemporánea, especialmente en el entorno digital. Criticó con firmeza la expansión de discursos simplistas, manipuladores e irracionales, incluso dentro del ámbito eclesial.

“En el contexto de la revolución digital en curso, el mandato de educar en el sentido crítico debe ser redescubierto, explicitado y cultivado, contrarrestando las tentaciones opuestas, que pueden atravesar también el cuerpo eclesial”. Y añadió con preocupación: “Hay poco diálogo a nuestro alrededor, y prevalecen las palabras a gritos, no pocas veces las fake news y las tesis irracionales de unos pocos prepotentes”.

Frente a esta realidad, el Papa apeló al estudio, a la profundidad y a la capacidad de escucha como caminos para cultivar un pensamiento social verdaderamente cristiano.

Contra el adoctrinamiento, una doctrina viva

El santo padre se mostró especialmente contundente al rechazar cualquier forma de imposición ideológica en el ámbito de la enseñanza social. “El adoctrinamiento es inmoral, impide el juicio crítico, atenta contra la sagrada libertad del respeto a la propia conciencia y se cierra a nuevas reflexiones porque rechaza el movimiento, el cambio o la evolución de las ideas”, subrayó.

Por ello, propuso una doctrina que “no equivale a una opinión, sino a un camino común —junto con otros y otras—, coral y multidisciplinar hacia la verdad”. Y recordó que la Doctrina Social de la Iglesia no busca “alzar la bandera del poseer la verdad”, sino que enseña a acercarse a los problemas con humildad y prudencia: “Es más importante saber acercarse que dar una respuesta apresurada”.

Una llamada a responder a los clamores del mundo

León XIV concluyó su mensaje con una exhortación a toda la Iglesia para entrar con decisión en este proceso de discernimiento compartido, especialmente en diálogo con quienes permanecen al margen de los espacios de influencia. “Hoy existe una necesidad generalizada de justicia, una demanda de paternidad y maternidad, un profundo deseo de espiritualidad, especialmente entre los jóvenes y los marginados, que no siempre encuentran canales eficaces para expresarse”.

“Hay una demanda creciente de Doctrina Social de la Iglesia a la que debemos dar respuesta”, concluyó.