León XIV lanza su agenda global en su primer discurso ante la comunidad internacional: paz, justicia social y diálogo multilateral

En su primer discurso internacional, el papa León XIV llama a revitalizar el multilateralismo, combatir las desigualdades y abrazar la verdad como camino para la justicia social y la paz
León XIV ha recibido este viernes al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede en el Palacio Apostólico del Vaticano. En su primer discurso ante la comunidad internacional –que anticipa un pontificado activo en la escena global–, el Papa ha destacado las prioridades globales de su pontificado, centradas en la construcción de la paz, la promoción de la justicia social y la defensa de la verdad como fundamento de las relaciones humanas y políticas.
“La diplomacia pontificia está animada por una urgencia pastoral que la impulsa no a buscar privilegios, sino a intensificar su misión evangélica al servicio de la humanidad. Esta combate la indiferencia y apela continuamente a las conciencias, como ha hecho incansablemente mi venerado predecesor, siempre atento al clamor de los pobres, los necesitados y los marginados, como también a los desafíos que caracterizan nuestro tiempo, desde la protección de la creación hasta la inteligencia artificial”, afirmó León XIV al inicio de su intervención, en la que agradeció las muestras de cercanía recibidas tras su elección y con motivo del fallecimiento del papa Francisco.
Tres pilares para la acción de la Iglesia: paz, justicia y verdad
Organizado en torno a tres grandes conceptos —paz, justicia y verdad—, el discurso subrayó el papel de la Iglesia como constructora de puentes en un mundo atravesado por conflictos armados, desigualdades estructurales y distorsiones –en tiempos de posverdad y desinformación– en el ámbito de la comunicación.
“La paz se construye en el corazón y a partir del corazón, arrancando el orgullo y las reivindicaciones, y midiendo el lenguaje, porque también se puede herir y matar con las palabras, no solo con las armas”, sostuvo el Papa, reivindicando la dimensión espiritual y personal del compromiso por la paz.
El pontífice abogó por un nuevo impulso al diálogo entre religiones y una diplomacia multilateral renovada, al servicio del desarme y la fraternidad global: “Es necesario revitalizar la diplomacia multilateral y esas instituciones internacionales que han sido pensadas para poner remedio a los conflictos […]. La paz tampoco es posible sin un verdadero desarme”.
Denuncia de las injusticias en el trabajo
En línea con el magisterio social de la Iglesia, el Papa ligó la paz a la justicia y, en este contexto, recordó su decisión de asumir el nombre de León “pensando principalmente en León XIII, el Papa de la primera gran encíclica social, la Rerum novarum”. “En el cambio de época que estamos viviendo” ha denunciado “los numerosos desequilibrios y las injusticias que conducen, entre otras cosas, a condiciones indignas de trabajo y a sociedades cada vez más fragmentadas y conflictivas”.
Además, reivindicó la inversión en la familia y la protección de toda vida humana, especialmente de las personas más vulnerables —niños por nacer, ancianos, enfermos, desempleados y migrantes— como pilares de una sociedad justa. “Mi propia historia es la de un ciudadano, descendiente de inmigrantes, que a su vez ha emigrado”, dijo recordando su propia experiencia de movilidad humana.
“Sin verdad no hay paz”
El tercer eje del discurso fue una firme defensa de la verdad como base del entendimiento entre pueblos y culturas. León XIV alertó sobre los peligros del lenguaje ambiguo y la distorsión de la realidad en los entornos digitales:
“Allí donde las palabras asumen connotaciones ambiguas y ambivalentes, y el mundo virtual, con su percepción distorsionada de la realidad, prevalece sin control, es difícil construir relaciones auténticas”. En contraste, señaló que la Iglesia está llamada a proclamar la verdad “con un lenguaje franco”, aunque eso suponga incomprensiones. “La verdad no se separa nunca de la caridad”, subrayó.
Al finalizar, el Papa situó este mensaje en el horizonte del Año Jubilar, invitando a al cuerpo diplomático de los países acreditados en el Vaticano a superar divisiones y trabajar juntos “para que cada uno de nosotros pueda realizar la propia humanidad en la verdad, en la justicia y en la paz”. “Espero que esto pueda suceder en todos los contextos, empezando por los que más sufren, como Ucrania y Tierra Santa”, reclamó.

Director de Noticias Obreras.
Autor del libro No os dejéis robar la dignidad. El papa Francisco y el trabajo. (Ediciones HOAC, 2019). Coeditor del libro Ahora más que nunca. El compromiso cristiano en el mundo del trabajo. Prólogo del papa Francisco (Ediciones HOAC, 2022)